Como cada semana, sigo recibiendo tus dudas e inquietudes para apoyarte como psicoterapeuta y sexóloga.
Pregunta:
Buenas noches, me llamo María. Tengo 55 años y soy divorciada con dos hijas, una de 20 y otra de 27 años. Mi hija de 27 tiene una pareja que la quiere mucho y un bebé de un año. Con el embarazo ella subió alrededor de 20 kilos que no ha podido bajar, tuvo depresión post parto y comenzó a engordar mucho. Fuimos con su médico ginecólogo y le dijo que regresara a su vida habitual, que con eso iba a mejorar. Ella ya no es la misma, nunca se recuperó y comenzó a comer compulsivamente, muchas veces me decía que no soportaba a su marido, yo le contestaba que se tranquilizara y se molestaba más conmigo.
Un día me confesó que desde que se embarazó su marido y ella ya no volvieron a tener relaciones sexuales, ahora ella asegura que odia el sexo y que jamás volverá a tener relaciones con nadie. Dice que se ve horrible, que es una ballena, que nadie la voltea a ver y que se siente como un monstruo; no se imagina todas las cosas que dice de sí misma, ni siquiera le hace caso a su bebé y menos a su marido. No sé cómo la puedo ayudar, la desconozco, ella cuidaba mucho su físico y se arreglaba hasta para salir a la tienda. Estoy muy triste y quisiera que me aconsejara para poder apoyar a mi hija. Muchas gracias de antemano.
Respuesta: Hola María, muchas gracias por tu confianza. Estoy viendo tres problemas de inicio.
Primero.
Que tu yerno no haya tenido relaciones con tu hija durante el embarazo. Esta situación es más habitual de lo que te imaginas, a muchos hombres se les hace anti erótico tener relaciones sexuales durante ese lapso y algunos otros temen lastimar a la pareja o al bebé, es por eso que se dan un tiempo para reanudar su vida sexual. Ni tú ni yo sabemos qué pasó para que tu yerno tomara esa decisión, pero es claro que a tu hija no le agradó en lo más mínimo. En el embarazo muchas mujeres experimentan un aumento de la libido a causa de una mayor lubricación vaginal y del flujo sanguíneo genital, lo que da como resultado un clítoris hipersensible. Aquí lo que falló es que ambos no tuvieron la confianza, ni la comunicación para hablarlo y resolverlo.
Segundo. Otro problema que veo es que tu hija padeció depresión post parto y no tuvo un buen diagnóstico y mucho menos, un tratamiento adecuado. La depresión post parto no se resuelve con fuerza de voluntad y todos hacemos como que no pasa nada. Un embarazo plantea nuevos desafíos para la vida sexual de la pareja y para la vida en general. Los cambios hormonales, la sensación de cansancio, las náuseas y un cuerpo en constante transformación es una situación que no todas resolvemos de igual manera.
Es importantísimo que tu hija busque ayuda psiquiátrica, ya que lo más probable es que siga teniendo depresión, estoy segura que saliendo de ésta, verá todo de una forma diferente.
Tercero. El sobrepeso. Es muy probable que tu hija haya relacionado el cese de las relaciones sexuales con su pareja como un rechazo, el cual ayudó a empeorar su condición de depresión post parto. Es como un círculo vicioso, no me quieren, luego, yo tampoco me amo por estar gorda, por eso como, porque no me quiero y no me quieren. Es muy complejo, pero así nos hacemos bolas los seres humanos con los pensamientos y sentimientos.
Es importante que le digas a tu hija que después de ir con el psiquiatra, tendrán que resolver los problemas de pareja e individuales con un profesional en terapia. Las pastillas van a resolver los problemas orgánicos, pero la terapia solucionará las cuestiones de fondo.
María, gracias por el apoyo que le das a tu hija, muchas personas que caen en depresión no tienen alguien que les tienda la mano.