Como cada semana, sigo recibiendo tus dudas e inquietudes para apoyarte como psicoterapeuta y sexóloga.
Pregunta:
Buena tarde Rocío. Mi nombre es Diana, tengo 52 años de edad y estoy casada desde hace 25.
Tenemos tres hijos, el mayor, de 25, razón por la cual me tuve que casar (me comí la torta antes del recreo), luego uno de 22 y la más pequeña de 19 años. Hemos tenido altas y bajas como cualquier matrimonio, seguimos juntos porque nos entendemos en muchas cosas, tenemos un negocio y seguimos prosperando.
Lo que realmente me está preocupando en este momento es que desde hace ya un tiempo mi marido no se me antoja sexualmente; ya no me excita nada y la mayoría de las veces siento muy reseca la vagina.
Nuestro negocio es de tacos y él se ha puesto como el típico taquero panzón. Ya no lo veo sexy o atractivo y muchas veces me pregunto, ¿qué le vi a este señor?
Casi siempre yo era la que lo buscaba para tener sexo y como ya no lo busco, él tampoco y así podemos seguir por siempre. Nosotros no hablamos nunca de problemas sexuales, mi marido siempre ha evitado estos temas. Creo que la estamos regando como pareja y no sé cómo actuar. Espero me aconseje lo antes posible, la verdad tengo mucha apatía por el sexo.
Respuesta:
Hola Diana, gracias por tu confianza. Este tipo de problemas es más común de lo que te imaginas, así que te aconsejo que lo tomes con calma y con seguridad de que lo podrán resolver.
La disminución en el deseo sexual puede ser debido a varios factores, tanto psicológicos como físicos; vaginismo, disfunción eréctil (en el caso de los hombres) trastornos en el estado de ánimo, ansiedad, estrés, cansancio, monotonía, problemas de comunicación en la pareja, climaterio y menopausia.
La incidencia puede ser de 33% entre personas de 18 a 59 años y hasta el 45% en la etapa de la menopausia. Es muy probable que por tu edad estés pasando por el climaterio o ya en la menopausia, esta apatía no sólo incluye desinterés por tener relaciones sexuales con tu esposo, sino por toda la conducta sexual.
Resulta delicado abordar los problemas sexuales, sobre todo si la relación es de muchos años y jamás han platicado sobre este tema.
Diana, si quieres motivar un cambio positivo en la relación con tu pareja y en tu vida sexual, tendrás que dar un paso al frente.
Toma en cuenta los puntos que te marco a continuación, y si tienes alguna otra pregunta, no dudes en consultar a un terapeuta sexual.
1.— Comunícate. A veces la comunicación entre parejas se rompe cuando alguno de los dos se queja de algo y el otro se siente criticado o subestimado, sin embargo si los dos acuerdan aceptar los comentarios del otro, aunque no siempre sean positivos, como una forma de arreglar la relación y no como un ataque personal, la comunicación mejorará de ambos lados.
2.— Sé sincera. Si últimamente tu pareja te atrae menos que antes, busca el origen de ello. ¿Ha engordado? Sé sutil y en lugar de lanzarle acusaciones que pueden herirlo, inicia con un pequeño cambio en tu relación tomando tú misma la iniciativa, ayúdale a cuidar su salud comprando alimentos saludables, invítalo a dar un paseo todas las tardes. Si se muestra reacio, dile con dulzura que estás preocupada e intenta sensibilizarlo. Ayúdalo a que interiorice lo que dices para que se muestre dispuesto a hacer algunos cambios.
Es hermoso que tengas una pareja con quien puedas entenderte en muchos aspectos, ese es un gran regalo, pero es imposible que en todo sea así, lo importante es darte cuenta en dónde están las diferencias y negociarlas.
3.— Explícale. Es muy importante que tu esposo comprenda la etapa que estás viviendo, con sus características. El climaterio y la menopausia es una etapa más de la vida donde existe un declive hormonal que repercute en diferentes condiciones fisiológicas y emocionales, algunos trastornos son: calores nocturnos, pérdida de la libido, resequedad vaginal, fatiga, mal sueño y cambios de humor, por mencionar algunos.
Así como surgen estos síntomas, también existe una parte constructiva, pues se nos presenta el tiempo para revalorar metas, aspiraciones y decidir lo que se desea lograr para el resto de la vida. El sexo en esta etapa puede hacerte sentir sana y en forma. Cuidar la intimidad con tu pareja fortalecerá tu relación y hará que no olvides tu lado femenino y sensual.
Bailar, caminar y correr son actividades que mejoran la circulación sanguínea y preparan al cuerpo para el sexo. Los lubricantes con efecto calorífico producen una agradable sensación de hormigueo en los genitales, utilízalos si sufres de poca lubricación. Un vibrador puede ayudar a aumentar el deseo sexual, muy recomendable para ti en estos momentos. Las posiciones y nuevas técnicas pueden ser útiles para encender la flama en la relación. Una buena salud sexual es un trabajo en equipo, no lo olvides. Tener más relaciones sexuales pone inevitablemente en marcha la maquinaria del deseo y la excitación para ambos. ¡Déjate llevar… y disfruta!