HISTORIA: CARLOS P. JORDÁ / LALUPA.MX
FOTOS: GUILLERMO GONZÁLEZ /LALUPA.MX
“Me invitaron a jugar (futbol) hace poco, ahora vengo a trotar a la pista para ponerme a tono”, dice Cristóbal Olvera sin poder evitar una risita al echar la vista abajo y encontrar su propia barriga.
Se toma con sentido del humor su forma física. Cristóbal explica que debido a su empleo había tenido que reducir sus actividades deportivas prácticamente a cero. Ahora aprovecha el verano, tiempo en el cual la carga de trabajo es menor, para llevar todos los días a sus hijos al club de atletismo mientras él recupera la condición dando vueltas en la nueva pista de tartán. Ivanca, la menor de la familia de seis integrantes, confirma que su padre no siempre cargó con esos kilos de más: “antes estaba más flaco”, confiesa con una sonrisa tímida.
Ella participó en la carrera con la cual se inauguró la flamante pista de atletismo ante los ojos del gobernador Francisco Domínguez, de Luis Bernardo Nava, presidente municipal de Querétaro y, claro, de su papá. Aquel día Cristóbal fue convidado a retornar a las canchas por parte de uno de sus amigos exfutbolistas. “Muchos de los entrenadores de aquí me conocen porque jugamos juntos en segunda (división) o en primera A. Otros porque son vecinos de la zona desde siempre”.
Olvera ha sido testigo de la evolución del deportivo Reforma-Lomas desde su apertura, cuando el campo de fútbol era de tierra y la pista ni siquiera existía. Está última se instaló tiempo después y durante muchos años fue de asfalto, hasta mediados del presente (2019), cuando se cambió el material de su superficie por tartán. Dicho compuesto sintético es ideal para caminar, trotar o correr puesto que absorbe el impacto de las pisadas del usuario, reduciendo así el riesgo de lesiones. “Se ve bien profesional”, se emociona Cristóbal, “por eso me animé a dar unas vueltas antes de regresar a jugar”.
El padre de familia asegura que, al igual que él, muchas otras personas han encontrado motivación en las nuevas instalaciones de atletismo. También reconoce que a través de los años ha notado cómo la inseguridad de la zona, compuesta de barrios con “mala fama”, ha disminuido a la par de las mejoras que se han llevado a cabo en la unidad deportiva. “Estos espacios se prestan para que los jóvenes vengan a ejercitarse o echar una cascarita en lugar de que anden de vaguitos en la calle”.
“Es un buen lugar para la convivencia familiar”, añade Cristóbal, quien ha visto como familias enteras celebran días de campo los fines de semana dentro de las instalaciones del Reforma-Lomas. “A nosotros (los Olvera) siempre nos ha gustado hacer deportes, aunque no se note tanto”, bromea de nuevo palpando con ambas manos su vientre. Lo cierto es que, más allá de su vuelta al balompié, el señor Olvera piensa en su salud y en el modelo que quiere ser para los suyos; “igual y me tardó en volver a agarrar ritmo en el fut, pero mientras ya estamos todos haciendo ejercicio. Ellos me jalan a mí y yo tengo que poner el buen ejemplo”.
