“En el mundo hay un hueco para cada persona. Cuando dos personas se enamoran, se vuelven una, el lugar que ocupan pasa a ser sólo uno, y en él cabe el universo. Por el contrario, cuando alguien falta su espacio se vuelve un agujero inmenso y aterrador para quien lo contempla. Lo llaman ausencia. A veces son ausencias elegidas y, otras veces, involuntarias. Pero nada da más miedo que ese vacío. Intentamos pasar de puntillas sobre él, disimularlo con otros cuerpos que no consiguen llenarlo, adornarlo con flores que terminan marchitándose. Sin embargo, lo más curioso de todo esto es que no nos damos cuenta de que el olvido es una trampa, un mecanismo de autodefensa, la salida más fácil, un mal homenaje”. Con estas líneas comienza la historia de Días sin ti, primera novela de Elvira Sastre (Segovia, España, 1992), Premio Biblioteca Breve 2019, publicado por Seix Barral, Grupo Planeta.
La historia de Días sin ti, es la de Dora, maestra en tiempos de la República, mujer valiente frente al amor y sabía, que comparte con Gael el camino que la ha llevado a ser quien es. Novela inspirada en un familiar muy cercano a Elvira.
“Viene de mi abuela, la madre de mi padre, y no es propiamente la historia de la novela, pero tuvo un amor con mi abuelo que falleció muy jovencito y es una amor que le sigue durando todavía a ella”.
Elvira fue una de las invitadas a la cuarta edición del Hay Festival Querétaro, que se realizó el fin de semana pasado, ahí la joven escritora, reconocida por iniciar a los 15 años la publicación de sus poemas en redes sociales, platicó del proceso que realizó para dar el salto de lo poético a lo narrativo.
“Yo lo planteé como un desafío porque es verdad que en la poesía de alguna manera me siento cómoda (…), entonces la novela se planteó como un desafío porque era algo que no había hecho nunca y que no me veía capaz al principio y precisamente por eso dije, voy a intentarlo, sin ninguna pretensión de nada, luego las cosas tomaron un rumbo que no me esperaba y la verdad que lo disfruté, se me planteó como algo bastante duro al principio pero hice mucho esfuerzo para separarlo de la poesía, no quería un libro que fuera prosa poética quería contar una historia que fuera narrativa y al final salió esta novela que obviamente tiene tintes de poesía, porque es inevitable, al final es lo que tengo dentro y es verdad que son disciplinas totalmente distintas, para mí es una novela muy natural”, explica.
El cuerpo, dice Elvia, es quien le pide escribir y lleva al texto todo lo que siente y también le inquieta. “Yo escribo sobre lo que me incomoda de alguna manera, y a través del dolor, de la tristeza y de la rabia o de la frustración, si hay algo que me incomoda, casi tengo como algo físico que me queda en el cuerpo y tengo que sacarlo a través de las palabras”.
El libro Días sin ti ya está a la venta en México y hoy, en «Zona de Visión», presentamos un poema de Elvira Sastre, una buena entrada para comenzar a conocer su obra.
YO NO QUIERO SER RECUERDO
A la mierda
el conformismo:
Yo no quiero
ser recuerdo
Quiero ser tu amor imposible,
Tu dolor no correspondido,
Tu musa más puta,
El nombre que escribas en todas las camas
Que no sean la mía,
Quien maldigas en tus insomnios
Quien ames con esa rabia que solo da el odio.
Yo no quiero
Que me digas que mueres por mí,
Quiero hacerte vivir de amor,
Sobre todo cuando llores,
Que es cuando más viva eres.
Yo no quiero
Que tu mundo se dé la vuelta
Cada vez que yo me marche,
Quiero que darte la espalda
Solo signifique libertad
Para tus instintos más primarios.
Yo no quiero
Quitarte las penas y condenarte,
Quiero ser la única
De la que dependa
Tu tristeza
Porque esa sería
La manera más egoísta y valiente
De cuidar de ti.
Yo no quiero hacerte daño,
Quiero llenar
Tu cuerpo de heridas
Para poder lamerte después,
Y que no te cures
Para que no te escueza.
Yo no quiero
Dejar huella en tu vida,
Quiero ser tu camino,
Quiero que te pierdas,
Que te salgas,
Que te rebeles,
Que vayas a contracorriente,
Que no me elijas,
Pero que siempre regreses a mí para encontrarte.
Yo no quiero prometerte,
Quiero darte
Sin compromisos ni pactos,
Ponerte en la palma de la mano
El deseo que caiga de tu boca
Sin espera,
Ser tu aquí y ahora.
Yo no quiero
Que me eches de menos,
Quiero que me pienses tanto
Que no sepas lo que es tenerme ausente.
Yo no quiero ser tuya
Ni que tú seas mía,
Quiero que pudiendo ser con cualquiera
Nos resulte más fácil ser con nosotras.
Yo no quiero
Quitarte el frío,
Quiero darte motivos para que cuando lo tengas
Pienses en mi cara
Y se te llene el pelo de flores.
Yo no quiero
Viernes por la noche,
Quiero llenarte la semana entera de domingos
Y que pienses que todos los días
Son fiesta
Y están de oferta para ti.
Yo no quiero
Tener que estar a tu lado
Para no faltarte,
Quiero que cuando creas que no tienes nada
Te dejes caer,
Y notes mis manos en tu espalda
Sujetando los precipicios que te acechen,
Y te pongas de pie sobre los míos
Para bailar de puntillas en el cementerio
Y reírnos juntas de la muerte.
Yo no quiero
Que me necesites,
Quiero que cuentes conmigo
Hasta el infinito
Y que el más allá
Una tu casa y la mía.
Yo no quiero
Hacerte feliz,
Quiero darte mis lágrimas
Cuando quieras llorar
Y hacerlo contigo,
Regalarte un espejo
Cuando pidas un motivo para sonreír,
Adelantarme al estallido de tus carcajadas
Cuando la risa invada tu pecho,
Invadirlo yo
Cuando la pena atore tus ojos.
Yo no quiero
Que no me tengas miedo,
Quiero amar a tus monstruos
Para conseguir que ninguno
Lleve mi nombre.
Yo no quiero
Que sueñes conmigo,
Quiero que me soples
Y me cumplas.
Yo no quiero hacerte el amor,
Quiero deshacerte el desamor.
Yo no quiero ser recuerdo,
Mi amor,
Quiero que me mires
Y adivines el futuro.