Autoría de 9:42 pm Rocío Benítez - Zona de la Visión Perpetua

¿Para qué escribir poesía en un ambiente de crisis y violencia? – Rocío Benitez

Ante la crisis y la violencia que impera en el país, ¿por qué seguir escribiendo poesía?, le pregunté en el año 2011 a Luis Alberto Arellano (Querétaro 1976-2016).

Él contestó: “Yo tengo varios meses preguntándome eso. El último libro que terminé, “Bonzo”, me exigió mucho moralmente, es un libro sobre la violencia, sobre tener una postura de lo que está pasando en el país, pero también hay que desplazarlo hacia una forma estética. Me embarqué en un ritmo de trabajo y en una problemática que me exigió mucho y que me hicieron preguntarme: ¿Para qué? Al final de cuentas decía: Bueno, voy a terminar el libro, va muy bien, tiene cosas que a mí me interesan, estoy logrando eso de trasladar su lado estético, no sólo es un libro de denuncia o de literalmente contar los cadáveres. ¿Y luego? ¿Que sea para quién? ¿Para qué? Finalmente también es una forma de resistencia, es una forma de decir: Estamos aquí y no nos vamos”.

Con los hechos ocurridos en esta semana en México, ¿qué diría Arellano al respecto?

Seguramente lo mismo: “Resistir, estamos aquí y no nos vamos”.

Aunque ahora Luis Alberto ya no está físicamente, queda su obra que es muy nutrida y que requiere un gran trabajo de análisis y reflexión. Apenas ayer se presentó en San Luis Potosí, el libro que rescata la tesis que realizó Arellano durante el Doctorado en Literatura Hispánica, es una investigación titulada: “Rafael Lozano, Mensajero de Vanguardias”, investigación que sirve como un homenaje a la labor que realizo Lozano, periodista y poeta de Monterrey.

Y en recuerdo de “Bonzo”, editado por Ediciones El Quirófano, en Guayaquil, año 2012, aquí dos poemas.

EFECTO NOCTURNO

No mire a sus espaldas/ no hay nadie
No camine a sus espaldas/ no hay nadie
No entienda las voces a sus espaldas/ no hay nadie
No finja conocer el barrio a sus espaldas/ es de Nadie
No mire de frente a los hombres a sus espaldas / se llaman Nadie
No esconda sus plumas en el puño cerrado a sus espaldas/ el muro es de Nadie
No escriba su nombre completo a sus espaldas/ es lectura de Nadie
No escuche consejos de viajeros a sus espaldas/ es tierra de Nadie
No pague con billetes en público a sus espaldas/ nada es el valor de Nadie
No vaya a lugares públicos a sus espaldas/ el festejo es de Nadie
No se quede en casa sólo a sus espaldas/ lo visitará Nadie
No encienda aparatos electrónicos durante el despegue a sus espaldas / el vuelo lo pilota Nadie
No recline su asiento antes de que se encienda la luz roja a sus espaldas / caemos por culpa de Nadie
No registre su teléfono a sus espaldas / es trabajo de Nadie
No espera detrás de la puerta a sus espaldas/ la escucha es para favorecer a Nadie
No intente esto en casa a sus espaldas/ usted vive en casa de Nadie
No discuta cuando le pidan sus objetos de valor a sus espaldas / Todo pertenece a Nadie
No exponga a sus hijos al fuego a sus espaldas / la materia es porosa como Nadie
No se deje al alcance de los niños a sus espaldas / la precaución es objeto de estudio de Nadie
No conteste el teléfono a cualquiera a sus espaldas / su posición en el mapa es saber de Nadie
No camine por calles sin iluminación a sus espaldas / la oscuridad es premisa de Nadie
No finja que sabe la respuesta a sus espaldas / la pregunta la formula Nadie
No negocie con terroristas a sus espaldas / no tiene permiso de Nadie

LA MÁQUINA DE MATAR EL TIEMPO

Sé que ésta es la ciudad / he estado en ella antes
Sé que ésta es la ciudad/ he caminado sus calles antes
Sé que ésta es la ciudad/ he visto fotografías aéreas antes/ he visto la sombra correr por sus calles/ he visto la ciudad antes
Sé que ésta es la ciudad/ he estado en sus calles antes
Sé que ésta es la ciudad/ he oído las balas rozarme antes
Sé que ésta es la ciudad/ he olido sus entrañas calientes antes
Sé que ésta es la ciudad/ he estado en fotografías aéreas antes
Sé que ésta es la ciudad/ he visto sus puños de cerca antes
Sé que ésta es la ciudad/ he visto su sombra aérea en fotografías de antes
Sé que ésta es la ciudad/ he sido su sombra entre las calles antes
Sé que ésta es la ciudad/ me han pateado el cráneo sus verdes botas aéreas antes
Sé que ésta es la ciudad/ he sido la carcajada sin dientes mucho tiempo antes
Sé que ésta es la ciudad/ he visto mi sombra de cerca entre sus sombras antes
Sé que ésta es la ciudad/ he palpado su entrepierna alada como antes
Sé que ésta es la ciudad/ he comido de sus contornos rojizos antes
Sé que ésta es la ciudad/ he visto amenazarme a sus hombres por el cuello antes
Sé que ésta es la ciudad/ he visto a sus travestis apuntarme con su sexo antes
Sé que ésta es la ciudad/ he meado la patrulla esposado antes
Sé que ésta es la ciudad/ he salido a sus bares y vuelto de prisa tantas veces antes
Sé que ésta es la ciudad/ he llorado la mañana entre su madriguera antes
Sé que ésta es la ciudad/ he comprado la droga entre sus pliegues antes
Sé que ésta es la ciudad/ he bebido licor agrio entre sus piernas antes
Sé que ésta es la ciudad/ he renunciado a la ceniza ante sus muros antes
Sé que ésta es la ciudad/ he leído la provocación en sus ojos antes

Luis Alberto Arellano (Querétaro 1976-2016), estudió psicología, fue poeta, editor, traductor, fan del wéstern, cómic, videojuegos, extraterrestres, zombies. Autor de “Plexo”, “De pájaros raíces el deseo”, “Erradumbre”, “Nómina de huesos”, “La doctrina del fuego”, “Bonzo”, “Grandes atletas negros”.

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Last modified: 29 septiembre, 2021
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