HISTORIA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ /LALUPA.MX
FOTOS: GUILLERMO GONZÁLEZ/LALUPA.MX
Los automóviles de alto uso, como los taxis, podrían ahorrar hasta 15 mil pesos al año en gasolina, gracias al proyecto Energine, que capta la energía térmica del motor de los coches y la transforma en la energía eléctrica para aumentar la eficiencia del automóvil.
El proyecto está a cargo de Héctor Eduardo Cid Luna, estudiante de doctorado en Ciencias de la Tierra en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) , campus Juriquilla, quien ganó el Premio Nacional de la Juventud 2019, en la categoría de Ciencia y Tecnología. En 2018, con este mismo proyecto social, este universitario se hizo acreedor al Premio Estatal de la Juventud 2018 en la categoría de Logro Académico.
Desde hace 4 años inició el desarrollo de placas termoeléctricas que se adaptan a los automóviles y se adhieren a las zonas de calor del coche, donde transforman ese calor en energía eléctrica para provocar un ahorro inmediato en el uso del combustible.
“Los beneficios es que la energía eléctrica se utiliza para el bombeo de la gasolina, la comprensión del aire acondicionado y se reduce directamente el gasto que hace el motor para estos procesos. Lo único que se necesita para que funcione es el calor desperdiciado del auto, este dispositivo aplica para híbridos y los (autos) de combustión interna tradicional, para los eléctricos no funciona”, expone.
El ganador del Premio Nacional también encabeza proyectos altruistas, como llevar cenas de navidad a zonas marginadas, como un agradecimiento social, porque su formación es producto de las escuelas públicas, así que “todos los mexicanos han contribuido a mi educación y este premio es resultado de esa oportunidad que he recibido”.
UNIVERSIDADES Y AUTORIDADES, INTERESADOS EN EL PROYECTO
Al detallar su proyecto Energine, Eduardo estima que un automóvil puede ahorrar alrededor del 3% de la gasolina con el primer prototipo que desarrolló, pero para quienes hacen un uso exhaustivo del auto, como los taxis o las unidades de transporte público colectivo, se puede traducir hasta en 15 mil pesos de ahorro al año o más, “que a lo mejor puede no parecer mucho, pero pues le funciona a cualquiera”.
El dispositivo Energine tiene un costo de mil 500 pesos, de manera que un automóvil promedio puede recuperar la inversión en 8 meses a partir del ahorro que se consigue en combustible.
El desarrollo del dispositivo permitió que Eduardo cuente también con el apoyo de la Universidad Politécnica de Querétaro y con el Instituto Queretano del Transporte, para llevar este proyecto al transporte público de pasajeros, mientras desarrolla diversas mejoras en su laboratorio en la UNAM.
“Es un proyecto a corto y mediano plazo, todavía lo estamos trabajando”, asegura el joven de 28 años de edad, quien tuvo problemas en una primera etapa porque se vio en la necesidad de vender el auto en el que trabajaba para desarrollar el prototipo.
CENAS NAVIDEÑAS, COMO MUESTRA DE EJEMPLO SOCIAL
Desde hace casi un año, Eduardo Cid también encabeza el proyecto “Navidad sin hambre”, donde con el apoyo de otros jóvenes, reúne apoyos para cocinar cenas que se entregan a las personas en condiciones de pobreza en la zona de Jurica, Juriquilla, Santa Rosa y Montenegro.
“Es algo que se empezó con una visión anual, pero queremos tratar de hacerlo una vez al mes y en la última ocasión logramos llevar alrededor de 300 cenas de navidad”, detalla.
La principal motivación fue estar consciente de las necesidades de la comunidad que lo rodea. “Mi comunidad no solo son las personas de este centro o de mi casa o de mi colonia, en México hay mucha pobreza y marginación en algunas zonas y nunca me había aventado a hacer algo, hasta que hace un año alguien me propuso empezar a trabajar. Agarré el proyecto y lo hicimos en tres semanas, era un deseo de llegar a las personas que a veces no saben si van a comer, si viene el agua y se va a llevar sus lonas o qué va a pasar con su vida”, abunda Eduardo.
El Premio Nacional, agrega el universitario, se convierte en un compromiso social mayor, porque genera más responsabilidad ante la comunidad en la que se desarrolla.
“A pesar de que yo soy el receptor del premio es para todo un grupo de personas, los que están atrás y delante de mí, jalándome, es un compromiso con el país, porque siempre estudié en escuelas públicas, desde el kínder y ahora en el doctorado y todos los mexicanos han contribuido a mi educación y este premio es resultado de esa educación que he recibido. Siento un gran compromiso con todo mi país, con todo mi estado, que me dio la oportunidad de estudiar y mi compromiso es seguir trabajando”, apunta.