HISTORIA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ /LALUPA.MX
FOTOS: GUILLERMO GONZÁLEZ/LALUPA.MX
Un proyecto que nació en una clase de ventas de preparatoria se convirtió en un ingreso fijo para 12 familias y en una oportunidad para empoderar a las mujeres en una comunidad donde la mayoría no estudia más allá de la secundaria, detalla Mónica Morán Padilla, ganadora del Premio Nacional de la Juventud, en la categoría A por Compromiso Social. En 2018, con este mismo proyecto social, se hizo acreedora al Premio Estatal de la Juventud 2018 en esa misma categoría, y también al Premio Municipal de la Juventud El Marqués este año.
Originaria de Santa María de los Baños, en el Municipio de El Marqués, Mónica subraya que el proyecto QHuevos se centra en el apoyo a las mujeres jóvenes y a las familias que viven en condiciones marginadas, porque a 2 años de que surgió, pasó de contar con 2 familias a representar el ingreso para 12, en un ejemplo de economía solidaria, producción y consumo local.
Con 18 años de edad y ganas de estudiar Comercio Internacional, Mónica entregó una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador en la que le pide apoyo a las comunidades como Santa María de los Baños y aprovecha para pedirle a los jóvenes que no dejen de intentar superarse.
“Le digo a la gente que confíe, porque mi equipo y yo nos hemos enfrentado a muchas críticas de adultos y lo que nos queda como respaldo es la familia y los profesores. Gracias a que nos subestimaron fue el potencial que nos dieron para seguir adelante, también hay que invitar a las instituciones, organizaciones y figuras públicas que trabajan por las juventudes a creer desde el potencial. Hay que decirle a las juventudes que sigamos creyendo, tocando puertas hasta que nos abran, nos van a cerrar muchas, nos van a hacer muchas críticas, pero al final el trabajo y el esfuerzo tienen resultados”, sentencia.
DE LAS AULAS AL MERCADO ROMPIENDO EL MACHISMO
El proyecto QHuevos inició en un salón de clases, cuando Mónica, Andrea Balderas y Reyna Evelia, de apenas 16 años, tenían que crear una empresa para pasar la materia de Ventas en el Colegio de Bachilleres de Querétaro (Cobaq) número 15, así que hicieron un análisis de la comunidad y se dieron cuenta de que existía una sobreproducción de huevo.
“Hace dos años el gobierno del estado dio un apoyo de gallinas. (La comunidad) No tenía ingreso económico y había personas que necesitaban este producto y lo adquirían a mayor precio, empezamos con una familia, hoy en día somos 12 familias productoras y formamos parte del Centro Agropecuario de El Marqués en el mercadito de productores”, recuerda.
Actualmente QHuevos alcanza una producción de 300 huevos a la semana y se distribuye en diferentes puntos del estado, pero sobre todo beneficia a 12 familias y podrían sumarse más productores, ya que es un huevo “natural, libre de pastoreo y las gallinas se alimentan naturalmente. Estamos en proceso de registro de marca y estamos en proceso para empezar a facturar en restaurantes”.
Santa María de los Baños es una comunidad vulnerable de El Marqués, donde a decir de Mónica, hay un machismo constante que limita las oportunidades de las mujeres. Sus 500 habitantes se dedican mayoritariamente a trabajar en las fábricas o en la albañilería y el campo, así que muchas jóvenes se quedan sin estudiar.
“Las mujeres enfrentamos el machismo ahí, no se da la oportunidad de estudiar, (las jóvenes) se quedan en casa, a ayudar a las familias, la idea de que hay que estar en casa y la mayoría llega hasta secundaria, algunas a preparatoria, pero la mayoría hasta secundaria”, relata.
Andrea y Reyna todavía forman parte de QHuevos, aunque en este momento Mónica lidera el trabajo y pretende estudiar Comercio internacional. De manera adicional, Mónica es embajadora 2030 del estado, consejera ciudadana en materia de juventud y forma parte de la Red de Mujeres, Futuras Líderes, un programa de mentoría en áreas de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM por sus siglas en inglés).
También trabaja con América Solidaria México y la Red con Causa, así que el equipo conformado por las tres estudiantes consideró que era más viable que Mónica ganara el premio de manera individual por su trayectoria.
LA APUESTA DEBE SER POR LOS JÓVENES
Para Mónica los gobiernos, en sus distintos niveles, no tienen de otra más que apostarle a los jóvenes, incluso a través de los programas que más se cuestionan como el que brinda recursos a quienes no estudian y no trabajan, porque lo viable es darle oportunidades a las juventudes.
“Eso es lo que necesita esta comunidad, que le lleguen apoyos, convocatorias, porque nos quedamos como ciegos ante todas las convocatorias que están abiertas para las juventudes pero no llegan a nuestra comunidad. Yo veo a los jóvenes, si nos ponemos las pilas, involucrándonos, erradicando un poco la violencia, erradicando el machismo, veo mucho el empoderamiento de las mujeres jóvenes y en un futuro veo un país bien, un Querétaro mejor, con más seguridad, un Querétaro con oportunidades para las juventudes”, considera Mónica, quien este 30 de octubre se reunió con Enrique Vega Carriles, presidente municipal de El Marqués.
Al recibir el Premio Nacional de la Juventud, Mónica le entregó una carta al Presidente en el que cuenta las condiciones que enfrenta Santa María de los Baños y “él me dijo que no se olvida de las comunidades, que le iba a dar seguimiento”.
“En la carta hablamos de la falta de oportunidades que se da en la comunidad, que se bajen apoyos a las comunidades rurales alejadas de la cabecera municipal”, agrega.
“ES UN EJEMPLO”
A Mónica la acompaña su mamá a las entrevistas. Madre de dos hijas y un hijo “que es cuate de Mónica”, se siente orgullosa del premio y del proyecto. “Ella está llegando muy lejos, siempre ha contado con nuestro apoyo y va a seguir contando con eso, mi hija es un ejemplo a seguir, en la comunidad me dicen que no quepo, nadie me soporta ahorita”, confiesa entre risas.
La mamá de Mónica sólo estudió hasta la secundaria, pero a sus 44 años decidió retomar sus estudios de preparatoria, hace apenas tres meses, en el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep), en un intento por conseguir un mejor nivel en la fábrica donde trabaja desde hace 9 años.
Junto con Mónica, sabe que las tres exalumnas del Cobaq enfrentan muchas críticas, sobre todo de adultos, que subestimaban el proyecto de QHuevos, pero “eso les dio las ganas para salir adelante y así van a seguir”.