¿Se acuerda usted de la telenovela Mirada de mujer, aquella que puso a TV Azteca en el mercado cuando Televisa era dueña y señora de las aspiraciones cursilonas del pueblo no sólo de México sino de LATAM? Pues bien esa empresa la inició Epigmenio Ibarra quien se consolidó como el gran realizador de la nueva era telenovelesca de aquellos tiempos. Bueno pues hoy da un salto para cambiar de dimensión, –la tele le quedó chiquita– y se lanza a hacer la más grande de sus producciones, la telenovela madre, la de adeveras, el melodrama del peje y el eminente blockbuster nacional en las últimas votaciones.
No es secreto el apoyo de Epigmenio y grupo Argos hacia Andrés Manuel. De hecho esta casa productora es quien firma la biografía de AMLO Este soy yo en las elecciones pasadas, como parte de su campaña.
Izquierdoso, pero sobre todo gran contador de historias melodramáticas –las favoritas del pueblo bueno–, encontró los elementos principales para hacer el storytelling mexicano que llevaría a Andrés a la presidencia. Los elementos básicos para contar una telenovela básica son los siguientes. Un villano (los fifís y todos sus accesorios), el problema externo (la pobreza de los mexicanos), el problema interno (la frustración de un pueblo saqueado) y el problema filosófico (la corrupción de los fifi sobre los chairos)… obviamente falta el héroe, no, no es López, el héroe es el pueblo que ganó las elecciones y el presidente es sólo el mentor, el guía, el que les mostrará el camino para seguir triunfando.
Esta es la fórmula básica del storytelling, ahora vale la pena mencionar los elementos de quién lo cuenta (una cosa es fondo y otra forma), que como dijimos no es un premio Nobel, sino un escritor de telenovelas. ¿Cómo es una telenovela redonda?
Mantiene el climax, no se pierda el próximo capítulo, nos deja picados; La Mañanera.
Su trama debe ser flexible, dado que son un negocio, mientras la telenovela tenga rating la historia se debe estirar. Por eso hay que manejar la historia superficial sin muchas explicaciones, metiendo todo al cajón de una narrativa básica, la corrupción, los fifis (neoliberales) y los chairos.
Y bueno a esa combinación habrá que sumarle un mucho de folclore, el burrito y la caña, Pinos para todos, los caudillos de la historia (que varios deben revolcarse), Belinda, Los Ángeles Azules, Evo y obviamente Noroña, todo esto es la sal y la pimienta.
El gran problema de Epigmenio es que no sabe de comunicación de crisis, pero de eso escribo otro día.
