Como cada semana, sigo recibiendo tus dudas e inquietudes para apoyarte como psicoterapeuta y sexóloga. Mándame tus preguntas a intza69@yahoo.com
PREGUNTA:
Hola Rocío. Soy Armando tengo 38 años. He leído muchas de las respuestas que das a tus lectores y eso me dio confianza para escribir y plantearte mi caso.
Desde niño recibí una tremenda influencia de mi madre, cuando me dejaban por un rato solo, me gustaba ponerme una falda y unas zapatillas que ella usaba, me hacían sentir muy bien, tendría 6 o 7 años.
Ya en la secundaria descubrí la masturbación y me hice adicto a practicarla, a menudo me robaba pantaletas y pantimedias de mis vecinas y al usarlas me masturbaba, entonces tenía los orgasmos más intensos que he experimentado.
Cuando me case y mi mujer se ausentaba de casa siempre me ponía su ropa más sensual, la más sexy y provocativa, yo se la compraba para que luciera su cuerpo a todo su esplendor, pero al usarla me masturbaba muchas veces.
Con los adelantos tecnológicos me vestía y me sacaba fotos de cómo me veía, me excitaba ver mis piernas y cuerpo casi femeninas, incluso mis piernas lucían mejor que las de mi mujer.
Esto provocó que buscara la forma en que otras personas pudieran verme vestido de chica sexy. Primero en páginas para adultos publicaba las fotos y después las enviaba a revistas baratas de sexo. En la revista se publicaba mi dirección electrónica y recibía respuesta de los lectores proponiéndome todo tipo encuentros sexuales, pues pensaban que yo era mujer.
Esto fue evolucionando. Me sacaba fotos cada vez más descaradas y las enviaba a revistas aclarando que era hombre pero que me vestía de chica y que deseaba estar con hombres para tener sexo y asumir el rol femenino.
Nunca pensé que el resultado fuera tan exitoso, recibí muchas respuestas en donde me decían que deseaban hacerme suya a pesar de saber que era un hombre casado.
Un día acepté dos propuestas para el mismo día, me vestí a su gusto y en ambas citas experimente ser penetrado y sentirme mujer completa por primera vez volviendo locos a mis amantes. Ser la mujer de otros hombres se ha vuelto mi vicio.
Esto se volvió repetitivo y lo hago cada vez que puedo. Quiero aclararte que me excita mucho mi mujer y me vuelve loco ver unas hermosas piernas femeninas luciendo minifalda.
Sé que estoy mal y por esto solicito tu consejo, ¿qué puedo hacer para vencer esta debilidad y sólo dedicarme a mi mujer?
De antemano gracias por tu atención y te comparto una foto de como luzco de mujer. Ojalá pueda contar con tu respuesta.
RESPUESTA:
Hola Armando. Muchas gracias por la confianza. Como primer punto creo que estás viviendo tu sexualidad con mucha culpa. Te estás juzgando antes de que realmente pase algo.
Cuando aún eras un niño sin tantos prejuicios e introyectos lo vivías sin culpa y lo disfrutabas. Ahora que creciste lo ves como algo malo que tienes que sacar de tu vida. Es como si quisieras amputar algo de tu personalidad.
La bisexualidad se encuentra definida como la orientación sexual de una persona al sentir amor o deseo sexual, tanto por personas de su mismo sexo, como del sexo contrario. Esta definición es una de las tres clasificaciones primordiales de la orientación sexual, junto con la heterosexualidad y la homosexualidad. Esta opción sexual puede surgir tanto en hombres como en mujeres. Creo que es hora que la reconozcas, la aceptes con naturalidad y sin miedo.
No es nada malo descubrirse bisexual y que te guste de vez en cuando vestirte de mujer (también eres travesti) es una preferencia que disfrutas mucho y no tienes porque dejarlo.
Lo importante en tu caso es aceptarlo y compartir con tu pareja. Yo no sé cómo vaya a reaccionar tu esposa si le dices la verdad, lo que realmente creo es que decírselo te va a liberar de culpas. La sexualidad se disfruta más con libertad.
Esto que te digo no es nada fácil, espero que tengas una relación de confianza, apertura y empatía con tu pareja. Y si no existe tendrás que trabajar en ella. Hay muchas mujeres que disfrutan que su pareja se vista de mujer, se pinten las uñas, algunas más que tengan relaciones con hombres y otras más no aceptan la preferencia de su esposo, en fin hay de todo. Es muy importante que busques ayuda psicológica o sexual para pasar por este proceso; seguro la terapia te ayudará mucho en tu aceptación como bisexual.
Lo que te haga feliz que no te lo impida nada ni nadie.