Autoría de 2:45 pm Los Especiales de La Lupa

¡Ahí está, viendo pasar el encierro, la Puerta de Alcalá!

CRÓNICA: SANTOS MENDIETA/LALUPA.MX

FOTOS: PERLA SÁNCHEZ FONSECA

Ocho de la noche. El pequeño Maximillian toma todos sus peluches y muñecos, y los lleva con su mamá a la ventana. Poco a poco comienzan a encenderse las luces de los departamentos vecinos, comienza a aparecer gente. El niño aún no sabe por qué no puede salir, ni por qué no lo llevan al parque; sólo sabe que es su momento, la oportunidad de salir a respirar, aplaudir como toda la gente y gritar ¡Bravo!

“Esto cada vez me va partiendo más el alma”, comparte Perla Sánchez Fonseca, mamá de Maximillian, fotoperiodista queretana que desde el mes de enero se mudó con su familia a Madrid, España, ciudad que vive su tercera semana de encierro y donde el Covid-19 ha cobrado la vida de más de tres mil personas (en España van más de 8 mil decesos).

“Ves a toda la gente, que estamos como zombies, todo el tiempo encerrados y a las ocho de la noche empiezas a ver cómo desde las ventanitas y balcones se van asomando. Cada que vamos a la ventana es su momento. Es su rutina: respirar y gritar bravo. No sabe por qué, pero lo hace”.

Desde que abruptamente inició la cuarentena, Perla y su esposo han intentado llevar una vida “normal” y por ello implementaron rutinas a seguir, para poder tener espacio de cumplir con sus trabajos e intentar tener actividades con el pequeño Maximilian.

El despertador suena a la misma hora que siempre y van a la ducha. Desayunan, cada uno en su espacio y momento. Se han repartido las áreas de la casa: él es dueño de la cocina y ella de los cuartos y baños. La distribución de espacios ha sido fundamental para sobrellevar esta cuarentena.

Su esposo es financiero y desde hace tres semanas trabaja desde casa, dándole seguimiento a los proyectos de sus clientes de manera remota. Perla, por su parte, espera la orden del día de la agencia informativa en la que trabaja para realizar las entrevistas o, en su defecto, salir a la calle a realizar la cobertura solicitada.

En entrevista vía telefónica desde Madrid, Perla Sánchez compartió a lalupa.mx cómo se vive el encierro desde la capital española, que hoy vive momentos dramáticos por la ola exponencial de contagios y muerte que ha provocado el Covid-19 en el país ibérico.

MADRID, UNA CIUDAD FANTASMA

La Plaza Mayor es un lugar desalmado. En el Palacio Real reina el desconsuelo. Entes errantes con la boca cubierta deambulan como fantasmas en la desierta Puerta del Sol. Ahí está, viendo pasar el encierro, la Puerta de Alcalá.

“La muerte pasa en ambulancias blancas, pongamos que hablo de Madrid”, canta Joaquín Sabina en la emblemática canción dedicada a la capital española, donde hoy no hay Museo del Prado, donde nadie ve a Goya, ni a Velázquez.

La angustia viaja en los vagones y la muerte acecha los rincones madrileños. El Palacio de Hielo, un centro comercial con pista de patinaje, se ha convertido en una improvisada morgue para recibir a los fallecidos por Covid-19.

Las fotografías de Perla Sánchez retratan a una ciudad fantasma, donde sólo quienes tienen un permiso pueden salir a la calle, de lo contrario se imponen multas que van desde los 300 a los 3 mil euros.

Después de vivir tres años en París, Perla y su familia llegaron a establecerse en Madrid el pasado mes de enero. Tratando que el pequeño Maximillian continuara con el idioma francés, buscaron una guardería del Colegio Francés y fue en este lugar donde Perla se dio cuenta de la realidad que vivía Madrid frente a la pandemia de Covid-19.

“En el momento en el que me cayó el balde de agua y dije: ¿Qué está pasando? Fue cuando de la guardería nos mandaron un escrito que nos dijeron que a partir de mañana los niños no se podrían presentar a la escuela por el virus, por la contingencia”, relata Perla Sánchez. “De un día para otro se acabó todo. Nos cerraron parques, nos cerraron museos, nos cerraron escuela. Nos cerraron todo”.

Por otra parte, profesionalmente le “cayó el veinte” cuando le asignaron ir a tomar fotografías de la ciudad de Madrid al inicio de la cuarentena.

“Me mandaron a hacer fotografías de la Puerta del Sol. Siempre está atascado este lugar. En el momento que puse a disparar, desde el centro de la plaza y escuchaba mi propio eco dije: ‘estas son imágenes que en mi vida imaginé vivir’”.

Madrid se paralizó.Todos lo negocios cerrados.Toda la gente se quedó en sus casas acatando las normas. La Policía Nacional en diversos espacios revisando los permisos para aquellos que tenían permitido salir, como Perla, quien cuenta con una acreditación para poder realizar su trabajo periodístico.

“Recuerdo que ese día entré a una tienda y la cajera estaba llorando. ¿Qué hacía? No puedes abrazar a la cajera, no la puedes tocar, ni darles ánimos. ¡No podía hacer nada! De lejos, lo único que pude decirle fue: ‘¿estás bien? Se que no, pero te veo… no te puedo abrazar. Ojalá te sientas mejor. No se qué estés pasando, pero ánimo’. No sabía ni cómo referirme, ni qué hacer. La gente cambió su chip de un día para otro”.

Las multas por no atender las disposiciones van de 300 a 3 mil euros. A diferencia de México, donde es común que la ciudadanía ofrezca “mordida” a los policías para evitar ser sancionado, en España la autoridad no permite este tipo de sobornos.

“Muchas veces no nos damos cuenta que exigimos bastante. En México no tenemos la cultura de que la policía es policía, y no se le va a sobornar, no te va a aceptar una excusa sin justificación. Aquí es multa y te vas a tu casa.En México estamos acostumbrados a hacer lo que queremos”.

LOS FEMINICIDIOS, UN TEMA QUE QUEDÓ EN EL OLVIDO

El encierro ha sido difícil y Perla reflexiona sobre aquellos países que apenas están viviendo la contingencia y donde aún no se desata por completo la ola de contagios y muerte.

“Con el virus se nos olvidaron los feminicidios. El 8 de marzo salimos a las calles a demandar a los gobernantes, porque en el año iban ya 12 asesinadas y llevamos dos semanas de confinamiento y nadie habla de eso. ¿Se acabaron los feminicidios?”.

Para la fotoperiodista es importante hacer que la gente note y vea que el problema de la violencia contra la mujer va a seguir existiendo y quizás, con la cuarentena, se puede agravar.

“¿Qué pasa con las personas que sufren violencia a su casa?¿Qué pasa si me dejas confinada 40 días con una persona que me maltrata psicológicamente? ¿A quién le puedo pedir ayuda? “Toda la mierda que tenemos atrás va a seguir existiendo, la diferencia es que hoy nos toca vivir el encierro”.

EL MIEDO VA ALCANZAR A MÉXICO

Al ser su primera pandemia que vive fuera de su lugar de origen, Perla Sánchez reconoce que, como cualquier país, México no está preparado para una crisis como ésta.

“Estoy preocupada porque la gente se la tome a broma y, por primera vez, estoy viviendo el virus del otro lado del charco”, comparte Perla Sánchez. “Siempre en el tiempo que viví en México recuerdo el chupacabras, vacas locas, la gripe aviar y siempre nos hemos pasado a guasa todas esas cosas”.

Desde España, las acciones y declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador representan precisamente al tipo de mexicanos que minimiza una problemática como la que hoy se está viviendo en el mundo.

“Creo que no nos damos cuenta, pero el mismo (Andrés) Manuel López Obrador esta respondiendo como el 80% de la ciudadanía en México respondería”, afirma la periodista. “Estoy preocupada, sí, pero nos han mentido tantas veces, con tantas cosas, que ahora que nos dicen ‘hay un virus’, claro que no se lo creen”.

Uno de los agravantes es la falta de prestaciones como las que un asalariado puede recibir en Europa, como el derecho a un paro o el apoyo para renta para quienes son autónomos.

“En Europa se tiene derecho a un paro, y recibes ayuda unos meses; hay apoyos para rentas para quienes son autónomos. Sin embargo, en México no existen. ¿Cómo le dices a una señora, que sólo vende alguna cosa, que pare 40 días?”.

No obstante, reconoce que es necesario que la gente, especialmente los jóvenes, puedan participar y hacer lo que esté en sus posibilidades para no afectar a otras personas.

“No afectar a otras personas es también ayudar. Quedarte en tu casa”, apunta Sánchez Fonseca. “México va en semanas de retraso, pero cuando les toque, el miedo los va alcanzar y tampoco saldrán”.

Sánchez Fonseca admite que en México se gasta mucho tiempo en pensar qué hacen o dejan de hacer los gobernantes, en lugar de tomar la iniciativa y hacer lo que se tiene que hacer.

“Tengo la idea de que nos fijamos mucho en si hacen o no hacen los representantes políticos y, como ciudadanos, no hacemos lo que tenemos que hacer. Nos hace falta sentido común e inteligencia emocional para resguardarte y resguardar a los tuyos”.

Finalmente, ante la ola brutal de contagios de los últimos días, se espera que las autoridades españolas determinen el cierre de trenes, aeropuertos y a endurecer las ya de por sí estrictas medidas que mantienen en estado de sitio a la ciudad de Madrid.

“El encierro es difícil, pero personalmente pienso que el planeta ya tenia rato hablándonos”, comparte la queretana, quien celebra que gracias a la cuarentena ha bajado la contaminación, los animales han salido y la naturaleza se manifiesta de otra manera. “Pienso que también era un momento de esperar, de darnos un tiempo de familia. Hay que verle el lado positivo de todo”.

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Last modified: 28 septiembre, 2021
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