Tarde de sábado. Momento de planificar. ¿O revisar tareas? Desde hace 40 días, las clases requieren más tiempo de preparación. Durante la época de confinamiento uno de los desafíos para el docente ha sido encontrar la combinación de habilidad, destreza y empatía con sus estudiantes, a distancia.
Objetivo: Lograr un ambiente y las condiciones para el “aprendizaje significativo” durante el tiempo de clase.
Con los acordes de Brian May en la guitarra y la voz de Freddie Mercury de fondo, los minutos de ideas y posible estrategia para utilizar 100 minutos efectivos de clase, al menos, transcurren con relajación.
¿Cómo despertar el interés de las y los estudiantes?, ¿de qué manera lograr la participación, más allá de la plataforma o tecnología que se utilice?, ¿cuántas y cuáles actividades son pertinentes para relacionarlas con el (los) tema(s) de clase?, ¿será suficiente el tiempo para las actividades?, ¿qué encargar de tarea para evaluar el tema? son algunas preguntas que pasan por la mente del profesor.
La música de Queen dio paso a Roger Waters, para ahora escuchar la versión acústica de “Sacrifice” (James Blunt y Ed Sheeran). Con el transcurrir de las melodías, el teclado, las guitarras y las voces de los músicos, avanzan también las decisiones y la ¿planificación? de la clase.
Desde el jueves 19 de marzo, primer día en que hubo exigencia de clase online, hasta el jueves 30 de abril, día de la última sesión cuando se escriben estas palabras, Google Classroom y Zoom han emergido como las plataformas o aplicaciones a través de los dispositivos lap-top y teléfono celular, para continuar con los programas y temas de cuatro materias, que oscilan de metodología de la investigación social a la práctica periodística –esta última en sexto semestre-.
Aunque los programas académicos son similares (Comunicación y Periodismo en la UAQ, Ciencias de la Comunicación en Liceo), la universidad pública y la universidad privada tienen diferencias en los perfiles de sus estudiantes. Esto se observa y acentúa, ahora, en el acceso a internet, las facilidades de acceso y uso de las tecnologías, así como en las condiciones socioculturales de sus estudiantes.
Un reto más que ha implicado la docencia en el periodo de confinamiento ha sido equilibrar la autoridad y la exigencia con la consideración en las desigualdades y dificultades que tienen los estudiantes para “conectarse”, sobre todo aquellos y aquellas que regresaron a sus municipios o estados de origen, que se ubican a decenas de kilómetros de la capital de Querétaro (estudiantes UAQ).
Otro desafío u obstáculo, sobre todo en el caso de las materias de Periodismo, ha sido mostrar, apuntalar, la importancia de generar y publicar información de calidad en este contexto de emergencia sanitaria, pero sin poder exigir a las-los estudiantes salir de casa, por la situación que se vive.
¿Cómo encargar materiales informativos sin reportear en calle, entrevistar frente a frente al especialista, político o funcionario? Y más aún, a estudiantes que si bien cursan una materia de práctica del Periodismo, no elegirán ese camino en su futuro profesional, sino otra rama o especialidad de la Comunicación.
Lo que al inicio de la “Jornada Nacional de Sana Distancia” parecía una contradicción y un obstáculo que no se sortearía, se ha convertido en una experiencia de aprendizaje para los dos roles en la concepción activa del proceso de enseñanza-aprendizaje: el del estudiante y el del profesor.
Tanto en “Edición Periodística” como en “Taller de Periodismo II” se ha transitado a una generación de contenido periodístico y la reflexión e interés por las materias, mérito de grupos de 16 y 11 estudiantes, respectivamente. Documentos de acceso público en plataformas digitales, comunicados de prensa y herramientas de apoyo para entrevistas a distancia, han permitido que jóvenes generen contenido.
Cuando termine el periodo de confinamiento, “cuarentena” o encierro, según la palabra que decida adoptarse para denominar este periodo, habrá una certeza: la necesidad de repensar y cambiar la práctica del maestro, los planes de estudios, las estrategias de enseñanza-aprendizaje y más aspectos de la educación formal.
MÚSICA: ANTÍDOTO Y MEDICINA CONTRA EL ENCIERRO
El periodo de confinamiento en casa muestra el riesgo de caer en depresión, ansiedad o desesperación. Como un antídoto o elemento de prevención, la música ha acompañado los 41 días hasta el momento, desde que las dos instituciones enviaron a casa a sus trabajadores, para continuar sus labores.
Si antes de la contingencia escuchar música de The Beatles y Queen era casi un ritual todos los días, esto ha pasado a ser un momento de relajación y gozo en la mañana y en la tarde.
El talento y la inspiración musical de Paul McCartney, George Harrison, John Lennon y Ringo Starr –cuarteto de Liverpool-, más Brian May y Freddie Mercury (Queen) acompañan las tardes o noches en la casa ubicada en las cercanías del CAM en Villa Corregidora.
“Jazzterday”, un producto de dos cedés con canciones de The Beatles interpretadas a ritmo de jazz, ha sido otro elemento de ayuda. La voz de Ella Fitzgerald en “Can´t buy me love” o “A hard day´s night”, por ejemplo, se disfruta y conduce a momentos de emoción al oyente.
Rod Stewart, Eric Clapton, Phil Collins, Bob Dylan, Bryan Adams y Sting tampoco han estado ausentes de los momentos musicales en la “cuarentena”. También hay que añadir los acordes de “Rock en tu idioma sinfónico” o los “Enanitos verdes”.
Ver y escuchar, vía streaming, conciertos que lugares como “Moser Kultur Café” o “Estación central”, han transmitido en redes sociodigitales (Facebook, Instagram), o esfuerzos colectivos de blues, permiten sobrellevar el encierro. Así, grupos como la Rumorosa Blues Band, “The Joker”, “Callejón Blues band”, y el músico Armando Servín han contribuido a tener veladas y momentos musicales en casa.
Cuando todo esto pase, regresarán las visitas a ese tipo “triángulo cultural-musical del Centro Histórico”: Teatro de la Ciudad, teatro Esperanza Cabrera, Cineteca Rosalío Solano y Plaza de Armas, más los bares y sitios para escuchar música en vivo que se acostumbraban antes del encierro.
Mientras llega el día, la docencia y el Periodismo seguirán acaparando las horas, la exigencia académica-profesional y la planeación desde casa.