MONITOREO PARA ESTIMAR LA DISPERSIÓN DE LA COVID-19
Las enfermedades forman parte de la historia de la humanidad de manera intrínseca; y desde que el ser humano empezó a organizarse en núcleos de población, las enfermedades infeccionas han sido más relevantes. En la actualidad se establecen servicios básicos como motores de salud pública urbana, por supuesto las tareas de instituciones de salud pública, pero igual de importantes, servicios de soporte que aseguren el manejo adecuado de los residuos y aguas residuales generados en las ciudades.
La Organización Mundial de la Salud reconoce la relación directa que existe entre el saneamiento de aguas residuales y la salud pública, principalmente en el control de patógenos y sustancias tóxicas. La centralización de las aguas residuales en plantas de tratamiento, como ocurre en las ciudades, ofrece ventajas mas allá de su tratamiento.
En años recientes se ha propuesto el término “epidemiología basada en agua residuales”, para llevar a cabo el monitoreo de diversas sustancias de interés en salud pública. De esta manera es posible el monitoreo del uso de drogas ilegales, presencia de ciertos fármacos, así como la exposición de la población a contaminantes y patógenos. Así, el análisis de los componentes presentes en las aguas residuales puede servir como sistemas de alerta temprana sobre la prevalencia de enfermedades de las poblaciones.
Lo anterior nos lleva a la pregunta sobre la Covid-19. ¿Es posible evaluar su extensión analizando las aguas residuales? La respuesta es afirmativa. Desde el surgimiento de la actual pandemia, se han realizado estudios en distintos países del mundo, como Australia, Estados Unidos de América y, Países Bajos, entre otros. Los resultados han mostrado la presencia del virus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, en aguas residuales. Lo anterior desde que pocos individuos se infectan.
Esta evaluación positiva del virus en aguas residuales abre la posibilidad de evaluar la dispersión del virus y la enfermedad en las poblaciones; resolviendo las limitaciones de las pruebas diagnóstico que se realizan únicamente en pacientes con síntomas. Es decir, el análisis de las aguas residuales puede servir como un sistema de alerta temprana para evaluar la evolución de la enfermedad.
Actualmente las autoridades mexicanas utilizan inferencias estadísticas basadas en el Modelo de Vigilancia Centinela para estimar la dispersión real de la enfermedad. El monitoreo mediante aguas residuales puede ayudar a confirmar tales estimaciones, además de ofrecer estimaciones por zonas dentro de las ciudades, así como medidas tempranas ante nuevos brotes, de esta u otras enfermedades.
La tarea no es sencilla, al igual que el diagnóstico en humanos, la detección del virus en aguas residuales se basa en cuantificar el material genético del SARS-CoV-2 mediante técnicas de biología molecular. Hay que afinar la técnica para tomar en cuenta numerosos factores que pudieran intervenir. Para ello, el uso de modelos matemáticos adecuados puede ayudar.
¿Por que nos se interesa en este tema? La respuesta está relacionada con las capacidades de la Unidad Académica Juriquilla del Instituto de Ingeniería, UNAM, pues como especialistas en sistemas de tratamiento de aguas residuales, contamos con herramientas de análisis de biología molecular. Esperamos que con las pruebas para la cuantificación del SARS-CoV-2 en aguas residuales tengamos una herramienta para la toma de decisiones ante esta pandemia, o futuros brotes de enfermedades infecciosas.