La migración, tan añeja como la existencia de nuestra especie, es un derecho humano. La movilidad social es una constante en la historia, de enorme relevancia para un país como México por su posición geográfica.
En el 2018 hubo cinco caravanas migrantes que cruzaron por nuestro país y a inicios de 2019 se registró un sexto movimiento. Tenemos presentes todavía las imágenes con los miles de centroamericanos caminando por las carreteras, muchos permanecieron en las calles y jardines ante la falta de espacio en los albergues y casas de refugio. La situación ya compleja se agrava en el 2020, donde la condición sanitaria y la protección de la salud pública cobra una enorme relevancia.
Conscientes de la razonada preocupación que existe por las condiciones en las que se podrían dar las caravanas de migrantes en este año, presentamos un exhorto en el congreso local para que los titulares de los poderes ejecutivos, tanto federal como local, atiendan las problemáticas de los migrantes extranjeros que permanecen en México, así como del posible ingreso de la siguiente caravana de migrantes sudamericanos con rumbo a Estados Unidos, en medio de la situación sanitaria por la pandemia.
El pasado 29 de junio de 2020 se difundió la noticia de una nueva caravana de migrantes sudamericanos, que sería la octava, lo que encendió las alarmas de las autoridades guatemaltecas, ya que su ingreso complicaría los esfuerzos regionales por disminuir los casos de coronavirus, en el entendido de que el 30% de ellos tiene esta enfermedad y difícilmente podrían cumplirse los protocolos de distanciamiento social. Además, por la falta de pruebas sería imposible practicar estas a quienes pretendan ingresar.
Es probable que esta caravana no tenga la misma fuerza que las anteriores, dado el escenario mundial que está dejando el coronavirus; a pesar de esto, las condiciones económicas en Estados Unidos y el cierre de su frontera complica más su ingreso, lo cual significa que nuestro país tendrá que darles alojamiento, lo que pondría en un riesgo mayor la deteriorada salud pública de los mexicanos.
Aún resulta difícil pronosticar el efecto de la pandemia en las migraciones que transitan o tienen origen en México; sin embargo, especialistas señalan que podría haber más intentos de caravanas por la pobreza, exclusión y marginación que se ha agravado ante la contingencia.
Según información oficial, el Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración ha realizado acciones de rescate de mil 29 personas migrantes de diferentes nacionalidades que se encontraban en situaciones de riesgo al intentar cruzar zonas peligrosas, durante su ingreso, tránsito o salida por México.
De ese tamaño es el reto humanitario de lo que se viene, con un nuevo ingrediente como es la pandemia; como sociedad y gobierno debemos atender con eficiencia y responsabilidad la problemática, desde el congreso local hemos levantado la voz.