Nuestra comida debería ser nuestra medicina
y nuestra medicina debería ser nuestra comida.
Hipócrates
Una alimentación balanceada, así como la ingesta de alimentos saludables, son fundamentales para el óptimo desarrollo de las niñas y los niños; sin embargo, son los productos chatarra los más vendidos en las tienditas escolares, siendo estos parte de los malos hábitos alimenticios ocasionando problemas de salud como obesidad y sobrepeso, consideradas principales causas de muerte en el país.
Uno de cada 20 niños menores de 5 años y 1 de cada 3 entre los 6 y 19 años padece sobrepeso u obesidad. Esto coloca a México entre los primeros lugares a nivel mundial en obesidad infantil, además de que más de la mitad de la población adulta tiene sobrepeso.
En Querétaro 4 de cada 10 niños y niñas padecen obesidad, la única forma de combatirla es con ejercicio y una buena alimentación. Una dieta saludable es la que proporciona las necesidades nutricionales para llevar una vida activa y reducir el riesgo de contraer enfermedades como hipertensión, embolias, diabetes, osteoporosis, ciertos tipos de cáncer, caries, y como mencioné anteriormente, obesidad y sobrepeso, que pueden llevar a los niños a depresión y discriminación social.
La salud es un derecho humano para evaluar la eficacia del interés superior del menor debe construirse un plan para prevenir obesidad, sobrepeso y/o trastornos alimenticios, a través de medidas alternativas y multidisciplinarias, incluyendo medidas formativas, nutricionales, entre otras, que acompañen a madres, padres, tutores y personal docente de niñas, niños y adolescentes para diseñar y ofertar un plan alimentario que ofrezca un beneficio en el desarrollo de las y los estudiantes.
Este asunto de salud pública en definitiva requiere de políticas integrales y trabajo en conjunto, tanto de sociedad, familia, escuela y gobierno para propiciar un ambiente sano, para el bienestar de nuestros niños y niñas.