Como cada semana, sigo recibiendo tus dudas e inquietudes para apoyarte como psicoterapeuta y sexóloga. Mándame tus preguntas a intza69@yahoo.com
PREGUNTA:
Hola, doctora Ruiz, de antemano agradezco muchísimo su amabilidad de responder mi correo.
Le platico a grandes rasgos:
El papá de mis hijos y yo tenemos casi nueve años de divorciados, pero tenemos una excelente relación de amigos, ex esposos y papás.
Desgraciadamente, por cuestiones de trabajo, y de que él formó una nueva familia, la convivencia con nuestros hijos no es la de un papá normal, me refiero a que no los ve diario.
Nuestro hijo Emiliano, cuando aún vivíamos todos juntos, era muy apegado a su papá más que a mí y siento que resintió mucho la separación. Era un niño muy sociable e inquieto y, para ser honesta, nunca le noté tendencias diferentes que me hicieran pensar que sería un niño especial.
Desgraciadamente estando en tercer año de primaria, por cuestiones económicas, lo tuvimos que sacar del colegio en el que estaba prácticamente a tres meses de terminar el ciclo escolar. Lo cambiamos a una escuela pública, desde ahí comencé a notar cambios en él.
Al entrar a la escuela pública nuestro hijo sufrió de bullying.
El primer día por iniciativa propia se metió a todos los salones y se presentó diciendo que él era Emiliano, que venía del colegio X y que ahora sería su compañero, les pidió que no lo llamaran como “el nuevo” que quería que lo llamaran por su nombre «Emiliano».
Desgraciadamente, al entrar a la nueva escuela no tenía aún el uniforme e iba con su ropa normal y perfumado, había tres compañeros en su salón que desde la primera semana lo empezaron a molestar, diciéndole que era niño rico, que era un jotito porque se peinaba y perfumaba, que se vestía como niña, entre otras cosas.
Su papá y yo hablamos con su maestra, pero ella no hizo absolutamente nada.
Unos días después, a la salida de la escuela, nuestro hijo estaba jugando con otros niños a las escondidas y esos tres niños que lo molestaban, lo agarraron y se lo llevaron a la parte de atrás del patio de la escuela. Ahí, lo golpearon y le dijeron que era una niña, una cerdita.
Por suerte, su hermana que ya era niña de sexto, se enteró lo que le estaban haciendo a su hermano y lo rescató. Situación que también se le informó a la maestra, pero de nuevo no movió un dedo.
La gota que derramó el vaso fue que después de unos días esos mismos niños lo encerraron en el salón y le bajaron el pantalón para burlarse de él. Ahí fue cuando yo intervine más enérgicamente, a la maestra y a las autoridades de la escuela les leí lo que vulgarmente se dice “la cartilla” y puse la queja correspondiente en la SEP.
Cuando terminó el ciclo escolar inmediatamente lo cambié de escuela, sólo que nuestro hijo ya no tuvo el mismo comportamiento. Se aisló, no hizo amigos, le daba miedo hacerlos porque decía que no quería que le hicieran lo mismo que en la otra escuela, que lo iban a tratar igual por ser el nuevo.
Entró a la secundaria y sigue igual, no tiene amigos, ni hombres ni mujeres, simplemente anda solo.
Hace días me dijo que él piensa que a lo mejor va a ser gay, que está confundido, que le gusta una niña y que él ya le dijo que en cuando tenga 15 años le pedirá que sea su novia, la niña aceptó. Después me dijo que se le hizo guapo un artista hombre que por eso él piensa que será gay.
Desgraciadamente, como le dije, él vive conmigo y con su hermana, una figura masculina como tal no hay. Yo no me he vuelto a casar, ni tengo novio, ni pretendientes ni nada, me he mantenido soltera todo este tiempo y la convivencia física con su papá es muy poca.
Aclaro, yo sería la primera en apoyar a mi hijo en la decisión que él tome, aunque siendo honesta no es lo que uno espera de un hijo hombre y me encuentro en un dilema, porque no sé cómo ayudar a mi hijo para que aclare sus dudas. Soy mujer y no pienso como hombre, no sé qué decirle o qué hacer.
Ésa es a grandes rasgos la historia.
De verdad agradezco su atención y la ayuda u orientación que me pueda dar.
RESPUESTA:
Muchas gracias por la confianza. Trataré de ayudarte con mucho gusto.
Existen dos problemas visibles: la confusión sobre la orientación sexual de tu hijo y el problema de bullying que sufrió.
Comenzaremos con el bullying. Desgraciadamente a esa edad los chicos están en peligro de sufrir este tipo de abusos, es una etapa en donde apenas se están dotando de herramientas para poder relacionarse con sus pares y no saben cómo actuar.
Cuando les sucede este tipo de situaciones les genera miedo, angustia, vergüenza, inseguridad y, posteriormente, estrés post traumático. En estos casos es necesario recurrir al psicólogo.
Es necesario que recupere la seguridad y tranquilidad que tenía antes, para desenvolverse en el mundo adolescente y adulto más tarde.
Te voy a dar un ejemplo. Imagina que tu bebé de un año apenas comienza a caminar y por un accidente se cae de la mesa o de la cama y se fractura una piernita. Tú piensas que como bebé, podría curarse con el tiempo, pero después de un lapso te das cuenta que el bebé ya no puede caminar, pues nunca lo llevaste a un pediatra para que le diera tratamiento o lo canalizara con un especialista.
Así pasa con la psique cuando hay un evento traumático (golpe en la mente) tenemos que tomar terapia psicológica para seguir caminando emocionalmente.
Por otra parte los cambios en los adolescentes son inminentes. Muchos padres observan que el hijo que era retraído en la primaria, en la secundaria se vuelve agresivo, o el que era líder se vuelve introvertido o la chica más popular de la primaria, ya no tiene amigos. Tenemos que observar qué está pasando con los chicos y apoyarlos. En el caso de tu hijo lo tienes muy bien identificado, pero hay que pedir apoyo psicológico.
Veamos ahora el asunto de la orientación sexual.
Supongo, por lo que me cuentas, que tu hijo está en la pubertad o es un adolescente que apenas entró a la secundaria.
Tienes que estar tranquila, pues es muy normal que comience a dudar sobre que lo que le gusta y lo que no, es un periodo donde uno se descubre, se analiza, se prueba y experimenta. En esta etapa nos volvemos lo opuesto a lo que son nuestros padres para identificarnos como personas separadas de ellos. Existe mucha rebeldía, desacuerdos y confusión.
Ahora mismo él no sabe que le gusta y está bien. Algunas personas, desde muy tierna edad, saben que les gustan los niños o las niñas, algunos les gustan ambos sexos o muchos no lo saben, como es el caso de tu hijo.
No es importante saber su preferencia u orientación sexual, lo que sí es muy importante es apoyarlo y decirle que lo que a él le guste está bien. Tener una preferencia homosexual o bisexual, no lo hace “especial” o «raro», es un simple gusto.
Lo mejor que puedes hacer como mamá es dejarlo libre, no preguntarle, no juzgarlo, dejarlo que él experimente, no necesitas ser hombre para poder ser empática con tu hijo.
La poca o nula convivencia con una figura masculina no determina su orientación sexual, seguramente le hace falta afectivamente su papá, pero su orientación sexual no tiene nada que ver.
Eso de que los chicos se vuelven homosexuales por no convivir con los hombres es sólo un mito, no es verdad, tranquila.
Espero que tu hijo pronto vaya a terapia para que sane su herida y pueda disfrutar de su vida, y de todas las etapas que le faltan por vivir en condiciones de libertad, tranquilidad y seguridad, y que estoy segura que estás deseando para él.