Autoría de 10:17 pm CUPI-UAQ

Pandemia “congeló” proceso de “revolución social” en Chile

KATIA SANTOYO, CENTRO UNIVERSITARIO DE PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN (CUPI)

Los casi 6 mil 700 kilómetros de distancia no han impedido crear un vínculo entre el médico que atiende pacientes con el virus SARS-Cov2 en un hospital de Viña del Mar, Chile, con Querétaro.

Recuerda con cariño y nostalgia los inicios de 2016, cuando estuvo en el Hospital General –en compañía de más amigos doctores originarios del país sudamericano–, quienes hicieron una pasantía en Medicina durante aproximadamente un mes.

El médico chileno Jorge González estuvo en el Hospital General en 2016, en compañía de otros doctores originarios del país sudamericano, quienes hicieron una pasantía en Medicina durante aproximadamente un mes. Foto: cortesía Jorge González

Ahora, 55 meses después de aquel invierno en el hemisferio norte, Jorge González hace un balance de los daños que ha dejado la pandemia por Covid-19 en Chile, más allá de la salud y la epidemiología.

“Vino a congelar” un proceso de “revolución social” que inició en las protestas y manifestaciones contra el aumento de 30 pesos en la tarifa del metro de la capital, Santiago, en octubre de 2019, afirma Jorge, al recordar el descontento que después escaló a más zonas del país contra el presidente Sebastián Piñera.

La población chilena, que este viernes 11 de septiembre recordará el cuadragésimo séptimo aniversario del golpe de Estado contra Salvador Allende (1973), ha pasado por una etapa de “historia un poco negra” desde finales de 2019: los planes de plebiscito se tuvieron que interrumpir porque a mediados de marzo tuvieron que luchar contra otro rival: el virus SARS-Cov2.

El doctor Jorge González hace una radiografía de la situación que se ha vivido en el Hospital Naval Almirante Nef, en la zona de Valparaíso, donde él trabaja desde abril para tratar de salvar a pacientes que se contagian.

Jorge González se incorporó al equipo de médicos que hace frente a la pandemia del virus SARS- CoV-2, su labor es desde la zona de cuidado intensivo en el Hospital Naval Almirante Nef, ubicado en Viña del Mar, Chile.

Hospital Naval Almirante Nef, ubicado en Viña del Mar, Chile.

Su compromiso por ayudar a la gente lo ha impulsado para atender y animar a los pacientes que necesitan de sus servicios.

En junio, Chile alcanzó una cifra de 6 mil y 7 mil contagios diarios, mientras que su capital, Santiago, “llegó a ser la cuarta ciudad con más casos confirmados en el mundo” y de las zonas con “la mayor cantidad de pacientes graves, que llegan a ser trasladados desde otras regiones”.

Con un descontrol en las cifras y falta de transparencia con la situación, el Ministro de Salud renunció y Enrique París quedó en el cargo, quien “ha sido más cauto, más cercano a la gente y ha puesto más paños fríos a la ciudad”.

Jorge González destaca que de tener un 95% de ocupaciones de camas, el Ministerio de Salud se vio en la necesidad de reconvertir áreas de hospitales. “Tanto la salud pública como la privada se unificaron y todas las camas de cuidados intensivos con los ventiladores mecánicos, estaban disponibles, no se le privaba a un paciente que necesitaba cama intensiva y se atendía por el sector público”, explica.

Viña del Mar y Valparaíso son ciudades contiguas de Chile que seguían en cuarentena o confinamiento durante agosto, “hay permisos ocasionales para salir a hacer compras, trabajar e ir al hospital”.

Aunque considera que, si bien la población ha entendido mejor las medidas de confinamiento, “igual hay gente irresponsable que no entiende y de eso siempre va a haber, pero se ha ido mejorando en ese sentido”.

PACIENTE DE 83 AÑOS ESTUVO 32 DÍAS CON VENTILACIÓN MECÁNICA… Y SE RECUPERÓ

La parte de Unidad de Cuidado Intermedio (UCI) del Hospital Naval Almirante Nef está seccionada en tres, una UCI general con ocho camas, una UCI cardiológica con ocho camas y una Unidad de Cuidado Intermedio con diez camas.

Jorge González es parte del staff de medicina interna. En el hospital también hay personal o equipo de traumatología, cirugía, otorrino y dermatología, además de especialistas en subespecialidades como Neumología, Nefrología, Gastroenterología, Endocrinología y Cardiología. El nosocomio cuenta con un centro de diálisis.

Hasta mediados de agosto, el doctor Jorge González había atendido un aproximado de 50 pacientes enfermos de Covid, que le han brindado distintas experiencias, pero principalmente ha visto personas adultas mayores. El caso que más recuerda fue el de “una paciente (…) de unos 83 años, estuvo 32 días en ventilación mecánica con traqueostomía y logramos darla de alta”, relata.

Dentro del hospital “uno está expuesto (a los contagios) y tiene que correr esos riesgos. Obviamente se toman todas las precauciones adecuadas”. Como personal de salud hay que tener claridad porque es parte de las consecuencias de estar trabajando en la primera línea de atención.

“BUENÍSIMA EXPERIENCIA” EN QUERÉTARO

En enero de 2016, durante sus vacaciones, Jorge se aventuró con sus amigos a México y la Universidad Autónoma de Querétaro los aceptó para hacer una pasantía con una duración de un mes en el Hospital General.

“Fue una buenísima experiencia, hicimos muy buenas amistades con el doctor Juan Escalona y otros médicos de servicio, la gente que nos recibió en el curso de la UAQ se portó muy bien con nosotros”.

“Fue una buenísima experiencia (la vivida en Querétaro), hicimos muy buenas amistades con el doctor Juan Escalona y otros médicos de servicio, la gente que nos recibió en el curso de la UAQ se portó muy bien con nosotros”. Foto: cortesía Jorge González

Al conocer las medidas que se han tomado en distintos estados de México para disminuir la obesidad entre la población infantil, el doctor González considera que son buenas y aunque debió hacerse desde hace tiempo “como dice el dicho más vale tarde que nunca”, aunque pone énfasis en que “hay que enfocarnos siempre en la base de esto, a la educación desde pequeños”.

Destaca que “lo que pasa en Chile, y que en México debe ocurrir lo mismo, porque lo vi cuando estuve en el país, es que alimentarse bien es mucho más costoso que alimentarse sano”. Enfatiza la necesidad de que la gente tenga conocimiento de alimentarse bien, saludable y balanceado.

Durante lo que va de la pandemia, hubo un momento de dificultad para él: “comencé a tener los síntomas: fiebre alta, tos, sin dificultad para respirar (…) cumplía el estado general: desgano, no tenía mucha energía para hacer las cosas; eso fueron los primeros cinco días. Después siguió la tos, falta de gusto, de olfato y más que nada de energía, que era muy importante”.

Sin embargo, pudo recuperarse y mejorar, pero el peso que sentía al estar enfermo, era por la frustración de detenerse en la ayuda que proporcionaba.

Jorge y otros dos de sus colegas, en el Hospital General de Querétaro. El doctor Escalona aparece en medio Foto: cortesía Jorge González

EL PAÍS QUE PAUSÓ Y CONTINUARÁ SU LUCHA

Las protestas de octubre de 2019 hicieron notar la cohesión de la población en Chile ante las injusticias, y si bien fueron varios los detonantes, relata Jorge que entre los principales estaba la “brecha de kilómetros entre la salud pública y la salud privada”, las pruebas “segregadoras” en la educación superior y, más que nada, “este aumento de 30 pesos en el pasaje del Metro”.

Tras las exigencias, lo que se logró fue acordar la realización de un plebiscito para cambiar la Constitución. “(Éste) iba a ser formalmente en mayo, pero por la pandemia tuvo que ser cambiado a octubre”, recuerda.

Prevalece la Constitución de 1980, que fue creada durante dictadura por la junta de gobierno que encabezaba el militar Augusto Pinochet y “ahí sentaron muchas bases que hasta el momento nos tienen perjudicados”, lamenta Jorge González.

Considera que la sociedad va teniendo cambios en sus intereses y eso es lo que ha logrado hacer consciencia de los “años de abuso”.

“Ya venía arrastrándose mucho descontento, privatización de muchas cosas, bastantes empresas trasnacionales haciendo sus negocios, muchos eventos de estafa tanto a nivel político como empresarial, casos de corrupción de farmacias, de papel higiénico, de empresas de comida, de la industria agrícola (…) un montón de cosas, pero la gota que derramó el vaso fue el aumento de 30 pesos en el Metro.

“Ese viernes, saltaron los torniquetes, hubo una revolución en el Metro, no se pagó, los estudiantes (…) empezaron las manifestaciones; y bueno, (…) pasaron cosas muy trágicas (…) hubo enfrentamientos fuertes, enfrentamientos con policías.

“La fuerza policial fue claramente excesiva, mucha gente perdió sus ojos por impactos de balines, muchos muertos también (alrededor de unos 50) y una historia un poco negra para nuestro país (…)

“Uno de los episodios muy oscuros para nuestro país, se enfrentaron muchas clases sociales porque hay mucho descontento. O sea, las clases sociales bajas tienen mucha ayuda respecto a la ayuda del gobierno, y está bien que la reciban; pero las clases sociales altas ganan y ganan dinero, y no tienen impuestos que sean equitativos a sus ganancias, no se vigilan bien a veces los fondos de donde los obtienen y la clase media al final es la que queda más desprotegida en nuestro país, endeudándose para poder pagar la educación, la salud y hasta la comida”, describe.

Aunque la pandemia haya “congelado” el clima que tenía Chile, sirvió en cuestión de que “nos dimos cuenta que no teníamos un sistema de salud que nos diera abasto, no teníamos un sistema de salud que pudiera aguantar esto”.

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Last modified: 9 octubre, 2021
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