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El dilema de las redes sociales – Antulio Sánchez

Desde hace algunos días se encuentra en la plataforma Netflix, el docudrama «El dilema de las redes sociales», que aborda una serie de aspectos, de críticas, que desde diferentes ángulos se vienen haciendo a las empresas de las nuevas tecnologías.

El documental estrenado en el Festival de Sundance desnuda de forma clara el papel que juegan algunas empresas de la GAFAM (Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft), particularmente Facebook y YouTube, en las redefinición de los hábitos de las personas. Pero los aspectos oscuros que desnuda se pueden extender a todo el espectro de redes sociales como Instagram, Twitter, Pinterest, TikTok y otras afines.

El filme destaca tres aspectos fundamentales en los cuales la influencia de las redes sociales es evidente: la invasión de la intimidad o el capitalismo de vigilancia con fines comerciales, las mecánicas impulsadas por los algoritmos y la inteligencia artificial para programar hábitos en los usuarios con fines estrictamente comerciales y la polarización que generan en la esfera pública.  

El filme, dirigido por Jeff Orlowski, ofrece los testimonios de expertos de Silicon Valley (entre otros aparecen opiniones de Tristan Harris, otrora diseñador ético de Google; Justin Rosenstein cocreador del botón Me Gusta de Facebook; Jeff Seibert, exjefe de producto de consumo de Twitter o Jaron Lanier, pionero de la realidad virtual y quien acuñó dicho término, además de ser creador de hardware y software). 

En el caso de la polarización política, gran parte del problema se deriva de la arquitectura con la cual están confeccionadas las redes sociales, que no permite tener una visión del conjunto del mapa amistoso que tienen los usuarios en dichos espacios digitales, ya que las personas solo pueden ver los contenidos de los amigos con los cuales son más afines. 

Esta situación es la que da paso a la confección de burbujas que terminan por alimentar o nutrir ideas que se tienen sobre diversos aspectos (que las vacunas son malas, que la llegada a la Luna es mentira o cualquier teoría conspirativa) o robustecer posiciones políticas, de manera que es en ese entorno digital en donde anidan las noticias falsas, que se vuelven propicias para replicarse.

Las redes sociales, además, en procesos electorales son idóneas para saber las preferencias políticas, y diseñar noticias exprofeso para ese sector y estimular su posición negativa sobre determinados candidatos. Esto puede ser armado por los detractores políticos o incluso por los mismos gobiernos de otros países para influir en los derroteros electorales y políticos de otras naciones. 

En el caso de lo que se denomina el capitalismo de vigilancia, que es en lo que más profundiza «El dilema de las redes sociales», se encuentran, entre otras, las opiniones de Shoshana Zuboff. Ella es quien ha dado cuenta en sus trabajos de cómo Google fue el artífice de todo esto, resultado de las presiones a las que sometieron los inversores a los creadores de dicho buscador (Larry Page y Serguéi Brin); cuando eso se dio, Google ya era un sólido y poderoso medio en materia de búsqueda y había desplazado a todos sus competidores, pero generaba precarios ingresos.  

Los usuarios proporcionaban la materia prima, en forma de datos de comportamiento, y los mismos se recogían para mejorar la velocidad, la precisión y la eficacia del servicio y así ayudar a crear productos auxiliares para los usuarios. Pero las presiones de rentabilidad produjeron un cambio: toda la infraestructura y tecnologías desarrolladas para medir el comportamiento de las personas, y orientada para satisfacer sus necesidades, para facilitarles mejores búsquedas, se reorientaron con el objetivo de aceitar el conocimiento del comportamiento y moldear a los usuarios, para hacer de ellos productos para vender y de esa forma Google perfeccionó su técnica publicitaria y dio vida al capitalismo de vigilancia.

Como refiere Shoshana Zuboff, los capitalistas de la vigilancia saben todo sobre nosotros, mientras que sus operaciones están diseñadas para ser desconocidas por nosotros. Acumulan vastos dominios de nuevos conocimientos de nosotros, pero que no son para nosotros. 

«El dilema de las redes sociales» es un filme para entender lo que nos sucede en los tiempos que corren en el campo de la comunicación, refleja claramente el gran poder que han adquirido los gigantes de las redes sociales en internet, pero no debe olvidarse que esa invención de la publicidad dirigida por parte de Google no solo allanó el camino hacia el éxito financiero de esa firma, sino que también sentó las bases para impulsar una dinámica de mayor envergadura: el capitalismo de vigilancia al cual se han adherido todas las empresas de internet.

ANTULIO SÁNCHEZ
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Last modified: 22 octubre, 2021
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