Como cada semana, sigo recibiendo tus dudas e inquietudes para apoyarte como psicoterapeuta y sexóloga. Mándame tus preguntas a intza69@yahoo.com
PREGUNTA:
Hola, mi nombre es Edgar. Tengo 48 años y diez de casado. Después de mucho tiempo convencí a mi esposa de experimentar relaciones sexuales en un trío.
En un inicio ella no quería, pero después de tanta insistencia accedió. Entonces comenzamos a invitar a hombres para compartir nuestros encuentros sexuales, en un inicio yo participaba de una forma muy activa y me súper excitaba. Lo hacíamos al principio una vez por mes, luego cada 15 días y ahora por lo menos una vez por semana.
Después de un tiempo quise variar los encuentros y adopté el papel de voyeur: yo sólo miraba, tomaba fotos y video, esa práctica me llevaba siempre a la cima de la montaña rusa, tenía erecciones súper buenas y muy largas.
Con el tiempo se me hizo una fijación, costumbre o adicción, pero ahora ya no tengo erecciones, ni me excito si no hay otra persona teniendo relaciones sexuales con mi esposa.
Muchas veces también fantaseo que yo estoy en el lugar de ella y que es a mí a quien están penetrando. Eso me súper excita.
Desgraciadamente el problema, como ya dije, es que cuando estoy a solas con ella no se me para. Ella se viste provocativamente, me baila y trata de jugar conmigo, pero yo ya no siento deseo por estar con ella si no está con otro hombre.
¿Qué puedo hacer? Yo la quiero mucho y me gustaría volver a desearla.
RESPUESTA:
Muchas gracias por la confianza, Edgar. Entiendo cómo te sientes, con mucha frustración, sé que quisieras desear a la mujer que amas.
Bueno, quiero decirte que amor y deseo son dos cosas diferentes:
El amor es seguridad, apoyo, confianza, estabilidad. El deseo es libertad, incertidumbre, locura, novedad.
Es muy difícil que después de años de relación puedan sentir el mismo deseo que en el inicio, es por eso que al incluir elementos como los tríos, a muchas parejas les sirve para seguir deseándose, como te sucedió, comenzaron a hacer tríos y te dio una sensación de estar en la montaña rusa.
El problema es no saber poner reglas, si al principio lo hacían una vez al mes, eso era muy bueno, pero hacerlo más frecuentemente pudo enfriar y alejar la relación que tenías con tu pareja. Una vez al mes no se vuelve costumbre y motiva sexualmente.
Es muy probable que desde siempre te haya inquietado tener relaciones con hombres y lo hayas reprimido, por eso la insistencia a tu esposa de tener encuentros con terceros y que fueran hombres.
Antes te bastaba sólo con la fantasía, pero ahora estás proyectando tu deseo en tu esposa, ahora ya conscientemente quisieras hacerlo realidad y lo reprimes, pero al reprimir tu deseo por un hombre, también reprimes el deseo en general, incluyendo hacia tu esposa.
Es importante que las parejas se den permiso de experimentar su mundo erótico y divertirse con su sexualidad, pero también que se hablen siempre con la verdad. En este sentido, debes comunicarle a tu esposa el deseo que tienes hacia los hombres.
No sé cómo va a reaccionar ella ante esta noticia, pero es necesario que comiences a liberarte y dejar de sentir culpa porque no la deseas o por desear a los hombres. Eso te va ayudar en primer punto a sentirte un poco mejor. Nada en este mundo quita más el deseo que la culpa.
De cualquier forma te aconsejo que recurras a un sexólogo(a) para que vaya contigo de la mano. A veces para nosotros mismos es muy difícil reconocer nuestros propios gustos y preferencias.
Te deseo que comiences a aceptar tu sexualidad y lo disfrutes sin culpa, ni represión.
