El virtual triunfo del candidato del Partido Demócrata al gobierno de Estados Unidos, Joe Biden, representa una luz de esperanza en materia de políticas migratorias; con respecto al todavía presidente Donald Trump, los cambios serán de forma, por lo menos, y esperamos que también de fondo, en el rubro.
Después de proclamarse ganador virtual de las elecciones presidenciales, a Joe Biden le falta aún un camino de alrededor de dos meses para convertirse en el nuevo presidente. El 14 de diciembre el Colegio Electoral emitirá sus votos, posteriormente el nuevo Congreso certificará los votos y finalmente, el 20 de enero, sería la ceremonia de investidura, donde el presidente iniciará formalmente un mandato de cuatro años.
No somos ajenos ni ingenuos en México, insistimos, el cambio no deber ser únicamente en las formas, esperamos que también sea en el fondo; no ignoramos que, si bien Biden abordó el tema de migración durante su campaña, se mantuvo al margen de abordar el tema de las deportaciones, tampoco que durante su periodo como vicepresidente, siendo mano derecha de Barack Obama, se deportaron a más de tres millones de migrantes, muchos sin tener antecedentes penales, en el 2013 se tuvo el récord con 435 mil 498 personas retornadas.
A pesar de este precedente, creemos que la alternancia representa un nuevo comienzo y una nueva oportunidad para generar mejores condiciones y políticas públicas alrededor del tema migratorio.
Biden hizo la promesa de que durante los primeros cien días de su gobierno enviará una propuesta migratoria, con el propósito de brindar la ciudadanía a más de 11 millones migrantes indocumentados que radican en Estados Unidos; promesa similar a la hecha por Barack Obama en 2008 y que fue incumplida, es una nueva y enorme oportunidad para los demócratas de recuperar la credibilidad.
Además, ofreció instaurar un equipo especial encargado de reunir a los más de 500 menores migrantes que fueron separados de sus padres, situación que obedeció a una política instaurada por Donald Trump.
Otro cambió contundente con respecto a las políticas de Donald Trump, va en relación a los “dreamers” a quienes prometió proteger inmediatamente por una acción ejecutiva, así como darles un camino a la ciudadanía dentro de la reforma migratoria.
Los latinos constituyen el 18% de la población total de Estados Unidos, sin embargo, a pesar de su peso específico y su importancia demográfica, sigue existiendo un rezago social que requiere trabajo y políticas públicas, más allá de discursos y promesas; el triunfo de Biden es sin duda una nueva oportunidad.
