REPORTAJE: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
ILUSTRACIÓN: ALEJANDRO MASCARÚA/LALUPA.MX
«Si algo me pasara no quiero que mi familia se quede con la incertidumbre de qué va a suceder con mis cosas o que peleen entre ellos, quiero que todo se quede en orden», afirma Frida, quien acudió el último día del mes del testamento a una notaría del Centro Histórico para hacer este trámite.
Perdió su cita a las 10 am porque llegó más de 10 minutos tarde, “no pensé que importara tanto, ¿quién puede estar un sábado en una notaría? Pero pues sí, había muchísima gente, estábamos en la calle, me dijeron que podía tomar el turno de alguien más que llegara tarde, pero no fue así, estuve alrededor de dos horas entre que llegué y terminé todo”, explica.
La gente pasaba de dos en dos, pero no nada más eran personas adultas mayores, eran personas más jóvenes, algunos pasaban solos. En la calle, y después en la sala de espera, la plática irremediablemente era el Covid-19.
“Ahí platiqué con otra mujer que me contaba como este año mucha gente se está muriendo, pues mejor se apuraba a dejar en orden sus cosas, aunque ella no tenía hijos pero sí algunas cosas que le quería dejar a su hermana. También a mí me movió el Covid-19, porque familiares y amigos cercanos ya se enfermaron, uno la pasó muy muy mal y eso que es joven, así que yo que soy más grande pues sí lo pienso, si me pasa algo no quiero que mi esposo y mi hijo tengan problemas con mis papeles”, señala.
AUMENTÓ 31% SOLICITUD DE TESTAMENTO
El director del Archivo General de Notarías y del Registro Público de la Propiedad de Querétaro, Rodrigo Gutiérrez, señala que la campaña Septiembre Mes del Testamento 2020 superó las expectativas que se tenían previstas, al aumentar 31% la solicitud para elaborar testamentos, frente al mismo periodo del año pasado.
Por primera ocasión la campaña se extendió hasta octubre y hubo un descuento especial para los trabajadores del sector salud, policías, custodios, personal de protección civil, militares, protección civil y bomberos del estado.
Las 57 notarías de la entidad contabilizaron el trámite de 9 mil 873 avisos de testamento que se realizaron durante septiembre y octubre, 31% más que la campaña del año pasado.
En esta XIX edición “Hereda en el presente para asegurar tu futuro! ¡Hazlo por ti, hazlo por tu familia”, los notarios impulsaron el registro de los testamentos para garantizar el acceso a la ciudadanía a su derecho humano de certeza jurídica.
En el periodo 2016-2020 se benefició a más de 37 mil 560 ciudadanas y ciudadanos con la campaña del “Mes del Testamento”, que se traduce en reducir juicios y pleitos familiares por morir intestado.
UN PLAN A MEDIANO PLAZO
Desde el año pasado, Frida solicitó información sobre qué necesitaba para hacer el testamento y cuánto costaba, pero no era algo que considerara urgente, sobre todo por el costo y porque siempre había otros gastos, “pero cuando se enferman personas cercanas a mí pues ya lo empecé a pensar, porque probablemente me podía pasar a mí”.
A mediados de octubre unos familiares cercanos se enfermaron de Covid-19. Uno de ellos se puso muy mal. “Un sobrino muy joven, que hace mucho ejercicio, que iba del trabajo a la casa y tomaba clases en línea. De pronto se enferma, nos dicen que necesita oxígeno y ya lo piensas, porque ves que tiene la mitad de tu edad y que si te da a ti, pues a lo mejor no la libras”.
“Me dio mucho miedo. Nos hemos cuidado mucho en casa, igual que mi sobrino, sólo salimos para cosas básicas, trabajar, comprar despensa y nos turnamos, pero parece que es cuestión de suerte y no quise dejarlo para después. Preferí adelantarme a todo lo que pudiera pasar, sobre todo porque he visto a otras familias donde quien era dueño o dueña de la casa o el coche muere intestado y pasa mucho tiempo para que los que se puedan logren resolver los documentos y ya ni hablar de los pleitos en las familias”, reconoce.
Volvió a comunicarse con la notaría a la que pidió información hace meses y le dijeron que si hacía el trámite a más tardar el 31 de octubre alcanzaría los descuentos del Mes del Testamento, así pagaría casi la mitad de lo que se cobra normalmente.
“Ya tenía todo, en realidad no te piden gran cosa, a menos que quieras dejar cosas específicas a alguien determinado o repartirlas entre distintas personas. En mi caso que todo es para mi hijo y mi esposo como tutor, pues no fue tan necesario detallar tanto. Solo me pidieron mi credencial de elector, mi CURP, mi RFC para la factura y llenar los datos generales”, agrega.
Su problema fue llegar tarde a la notaría, así que tuvo que esperar a que alguien más llegara tarde o saliera antes, porque era un día con mucha gente, todos con cubrebocas, cuidando la sana distancia y al entrar, tenían que desinfectar los zapatos, usar gel antibacterial y quedarse en espacios específicos que les indicaban.
Ya adentro, el trámite fue rápido. Tal vez 20 minutos. Una de las licenciadas que trabaja en la notaría la pasó a una oficina donde estuvo sola. Enfrente, en otra oficina, había otra mujer que hacía su trámite. También ella estaba sola. Contó al menos 3 oficinas distintas con gente que esperaba firmar su testamento.
En la mesa de cada oficina había gel antibacterial, un aviso de privacidad sobre sus datos personales y un letrero que indicaba las medidas preventivas contra el Covid-19. No podían estar más de 3 personas en cada oficina.
A Frida le entregaron un borrador con sus datos para hacer correcciones e imprimir el testamento y firmarlo, pero no le dieron el documento de manera inmediata. “Me dijeron que lo tienen que registrar y que me llamarían alrededor de una semana después, tal vez un poquito más, para que ya todo quedara formalizado”, dice.
Después de hacer su testamento, Frida se siente más tranquila. “No es que sea pesimista, pienso vivir muchos años, pero si algo me pasa, sobre todo con esto del Covid, ya estoy segura de que mi hijo no se va a quedar desamparado, que todo está en orden, que mi casa quedará a su nombre y que estoy siendo responsable con él, con mi esposo y conmigo. Fue una buena decisión”.