Autoría de 10:44 pm Los Especiales de La Lupa

Después de 45 días en el hospital y 4 cirugías, la pequeña Paulina pasará Navidad en casa

HISTORIA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX

Paulina se quedó dormida después de recibir su quimioterapia mientras su madre Antonia la cuida en el Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer. La niña de San Ildefonso, municipio de Amealco, pasó por 4 cirugías para retirarle un cáncer de estómago y todavía enfrenta otro problema de salud que afecta a su corazón.

Su madre, María Antonia Hernández Simón, recuerda que hace dos meses vieron cómo el estómago de su hija de apenas 10 años de edad “tenía una bolita muy dura, se estaba inflamando y cuando la trajimos al doctor nos dijeron que tenía un tumor, a los 8 días descubrieron que tenía cáncer infantil y la operaron”.

En el hospital, donde recibe las quimioterapias, Paulina lloró cada vez que se quedó sola al terminar los horarios de visita y cuando su cabello empezó a caerse, pero se consoló cuando les dijeron que Antonia ya podía quedarse con ella, porque ella le “habla bien y la calma”, porque para su madre, el pelo y vivir en el hospital es lo de menos “ mientras tú estés viva y regreses con nosotros, todo va a estar bien”.

EL TUMOR DISFRAZADO DE GASTRITIS

Hace medio año Paulina empezó a quejarse del dolor en el estómago y sus padres la llevaban al centro de salud de Amealco, donde le daban medicamento contra la gastritis, que le calmaba el dolor unos días.

Antonia nunca dudó del diagnóstico porque “yo confío en los doctores, le daban su medicina y se le quitaba el dolor 3 días, pero luego le volvía a dar muy fuerte y la llevaba otra vez y lo mismo, nunca se le paraba, nunca se le quitaba, estaba muy pálida, muy amarilla”.

El estómago de Paulina empezó a inflamarse hace dos meses y Antonia le sintió algo muy duro cerca del ombligo, así que la llevó al Hospital de San Juan del Río donde le dijeron que era cáncer y enseguida se activaron los mecanismos de atención.

La operaron “luego luego, a los 8 días de que entró, como no le sacaron todo el tumor porque se quedó la mitad, a los 8 días explotó esa cosa, el tumor que se quedó y se inflamó la panza muchísimo más y tiraba muchísima sangre cada vez que iba al baño por esa cosa que le explotó y la volvieron a operar otra vez”.

Después de 4 cirugías, el estómago de Paulina redujo su tamaño y entonces los doctores le dijeron “que tiene otro problema en el corazón, otro cáncer pegado en el corazón y que no pueden hacer nada por ella ahorita, porque está muy chiquito y van a buscar la manera de operar otra vez”.

De manera inmediata le dieron paso a las quimioterapias en el Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer para ayudar a Paulina a vencer el cáncer e impedir que se presente en otras partes de su cuerpo, así que ella vivió un mes y medio internada.

Una enfermera interrumpe a Antonia cuando se da cuenta de que Paulina se quedó dormida después de recibir la quimio y le da algunas indicaciones. Antonia le agradece que la deje descansar un rato más, porque le ponen esos medicamentos durante casi media hora.

“El tumor que tenía ya se alivió, el estómago, gracias a Dios, ya está bien, ahí ya no hay peligro, el peligro es ahora el corazón, es un cáncer pegado y ahí no pueden hacer nada, porque pueden como romper el corazón y se puede morir, le quieren buscar la manera de cómo operarla otra vez”, explica Antonia, que se dedica a rezar para que su hija esté bien.

“DIOSITO LA VA A SACAR MUY PRONTO”

Paulina cambió mucho cuando todavía no atendían el cáncer. Estaba pálida, se sentía mal, tenía fiebre. Ahora come bien, se siente mejor aunque primero estuvo muy triste y fue un golpe duro cuando le dijeron que tenía cáncer y que debía empezar el tratamiento.

Antes de enfermarse, Paulina era muy alegre, era una niña muy feliz, ahora, a ratos, todavía se pone triste, “ya no la veo contenta, no la veo feliz, cambió mucho”, lamenta su madre.

“Se le está cayendo todo el cabello y se pone a llorar, dice que por qué se le cae y se sienta a llorar. Yo le busco la manera para que esté contenta, le digo que su cabello ya pa’ delante le va a crecer, que ya falta poquito, que mientras esté viva y regrese con nosotros, va a estar bien, se pone bien un rato, pero no la veo muy contenta, aunque le hable bien, se pone un poco trise”, admite.

Antonia tiene 6 hijas, dos de ellas ya están casadas. Paulina es la antepenúltima, su hermana menor tiene 5 años y con todo el problema de salud todavía cumple con las tareas de la escuela a distancia, para pasar el quinto año.

“Cómo quisiera una estar bien, estar feliz, pero con esto que pasa, que yo veo y ella sufre, se quiere ir, quiere dejar el hospital, se pone a llorar y me da mucha lástima, mucha tristeza que ella está aquí, pero diosito la va a sacar muy pronto, diosito es tan grande y yo tengo mucha fe”, expresa.

Después de un mes y 8 días de tener a Paulina internada en el hospital, Antonia finalmente pudo quedarse con su hija, “la cambiaron de cama y así ya tengo 4 días con ella, antes solo entraba de visita, nos daban una hora de visita, entrábamos a las 11 y salíamos a las 12 de lunes a viernes, los sábado y domingos de 12 a 1, pero como la cambiaron de cama, me dejan quedarme con ella”.

Paulina lloraba porque su mamá se iba, “decía que la dejaba, que la dejaba solita, yo la consolaba y le decía: pero mañana vengo a verte. Ahora ya me quedo con ella estos días y está mejor. Esto es muy fuerte, la mera verdad es muy fuerte”, lamenta Antonia.

PASARÁN NAVIDAD EN CASA

Antes de que Paulina se enfermara, Antonia se dedicaba cada fin de semana a vender muñecas que ella misma realiza. Su esposo trabaja en un sillar, pero el dinero nunca alcanza.

A excepción de Paulina, todos los demás hijos están sanos, así que Antonia se dedica en cuerpo y alma a la niña que recién salió en el hospital, porque “me siento mal, porque ahora se salvó, pero tengo que esperar lo que viene, la siguiente operación y yo cuento los días para verla bien”.

Su hija recibe toda la ayuda médica y psicológica que necesita, pero a partir del alta de Paulina deberán viajar cada dos días de Amealco a Querétaro recibir atención médica y para eso necesitan dinero, pero también despensa o algo que les ayude a comer, así que confían en la ayuda de la gente y de las organizaciones.

Este 16 de diciembre regresaron a su casa en San Ildefonso, después de dejar el hospital en el que estuvo desde el 4 de noviembre. Paulina y Antonia pasarán Navidad en casa, pero el pase de salida que les dieron indica que las citas quedan abiertas a urgencias.

Antonia confía en que su hija estará bien, que será fuerte y solo necesitan asegurarse los pasajes para no faltar a los tratamientos, porque “yo tengo fe y ella también”.

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Last modified: 22 septiembre, 2021
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