Los hombres tenemos una deuda histórica con las mujeres puesto que, en muchas disciplinas, las aportaciones de ellas han sido eliminadas, mal documentadas o minimizadas. La arquitectura no es la excepción. Las injusticas en contra de las mujeres van desde invalidar sus contribuciones, hasta apropiarse de su trabajo. Tal es el caso de figuras históricas como Denise Scott Brown, Anne Tyng, y Eileen Gray, quienes fueron socias cruciales en los proyectos atribuidos a Robert Venturi, Louis Khan, y Le Corbusier, respectivamente. Lamentablemente, ninguna de ellas tuvo el mismo reconocimiento que sus compañeros.
En su tesis doctoral, Daniela Arias Laurino muestra cómo algunos de los libros más importantes de la historia de la arquitectura han borrado los nombres de mujeres de las bibliografías, dejando únicamente su inicial y apellido, mientras que los varones sí han aparecido con su nombre completo. Al respecto, Celine Amorós sostiene que “‘la mitad de la inteligencia del planeta’ ha sido subestimada al erigirse la creencia de que las arquitectas no formaron parte de la historia arquitectónica o de que sus contribuciones no han sido lo suficientemente destacables para ser publicadas…”.
Como ejemplo de lo anterior, la arquitecta Inés Moisset analizó la Enciclopedia de la arquitectura del siglo XX, de la editorial española Gustavo Gili. Moisset encontró que solo el 0.5% de las personas mencionadas ahí son mujeres y otro 0.5% son mujeres que se mencionan en pareja. A su vez, halló que en Wikipedia únicamente había 60 biografías de arquitectas contra 2 mil 835 biografías de arquitectos. Debido a esto y con la finalidad de “escribir una historia más equitativa”, un grupo de 40 arquitectas, comenzó en 2015 la plataforma “Un día, una arquitecta”, que tiene como objetivo “visibilizar el aporte de las arquitectas en diferentes facetas: proyecto arquitectónico, urbano y paisajístico, tecnología, curaduría y publicaciones, producción artística, política, gestión del hábitat social, teoría y enseñanza”. El equipo editorial está conformado por las arquitectas: Cecilia Kesman, Florencia Marciani, Inés Moisset, Gueni Ojeda, Zaida Muxí y Daniela Arias.
Asimismo, la arquitecta Zaida Muxí escribió el libro Mujeres, casas y ciudades (2018) en donde propone “una reescritura de la historia de la arquitectura y el urbanismo a partir de las aportaciones realizadas por mujeres que han sido silenciadas en las historias generales”.
El libro demuestra que es fundamental revisar la historia de la arquitectura “incorporando a las mujeres como protagonistas”. Sin embargo, queda mucho trabajo por hacer. Si el mundo lo habitan 50% mujeres y sólo se ha narrado la historia desde la visión patriarcal, entonces como humanidad nos hemos perdido la mitad del conocimiento. Desde nuestra disciplina, es necesario visibilizar las innumerables aportaciones femeninas, así como también escribir para el futuro una historia inclusiva, diversa y fidedigna.
