REPORTAJE: CECILIA GARCÍA, MIRANDA SOLORIO, CARLOS RODRÍGUEZ, SUSANA ARTEAGA, YANETH HERNÁNDEZ Y ANAIS OJEDA*
Es fin de semana y debajo del kiosko del Jardín Zenea se puede ver a un grupo de adultos mayores que bailan danzón mientras un público encantado por sus pasos los observa. El andador 5 de mayo está lleno de actores invitando a las familias a sus obras de teatro y cinco calles al oriente, en Plaza Fundadores, los bares están aglomerados de personas que disfrutan una banda de música.
Así se recuerdan las calles del centro histórico de la ciudad antes de la llegada del virus SARS Cov-2 a México. Hace un año la gente convivía sin preocupación por la distancia entre los cuerpos, cantaba sin que incomodara un cubrebocas en el rostro.
Se iba y venía de un lugar a otro por los distintos establecimientos para disfrutar de la noche y de las distintas actividades culturales que se presentaban en la ciudad, pero de un momento a otro, todo se detuvo.
El 30 de marzo de 2020, el Consejo de Salubridad General acordó medidas extraordinarias en todo el territorio nacional, que incluían la suspensión inmediata de actividades no esenciales en el sector público, privado y social. Espacios de entretenimiento como bares, teatros y presentaciones musicales y de danza tuvieron que suspenderse hasta que disminuyera el ritmo de contagios.
Casi un año después, el sector cultural de Querétaro resiente y sufre las consecuencias: cancelación de gira en 5 países de Europa para director e integrantes de un grupo de danza folclórica, lograda y programada para 2020; trabajar en 6 labores o empleos diferentes en este tiempo para mantener el gusto por el teatro, o reducir más del 50% el número de bandas en un bar, son reflejo del saldo.
Frente a la situación que les impedía organizar y ensayar presentaciones de baile, Roberto Ángeles Arellano, director de la academia de la cultura del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en Querétaro y director del grupo “México Folklórico”, decidió usar el modelo en línea para continuar dando clases e impedir que las actividades se detuvieran.
“Implementamos dos meses las clases en línea, pero veíamos a los integrantes del grupo muy desanimados ya que algunos no tenían mucho espacio, el internet era muy lento, era imposible bailar en pareja. En pocas palabras: nos fue muy mal”, sentenció Ángeles Arellano, quien puntualizó tuvo que cancelar giras que planeaban hacer a países europeos como: Alemania, España, Inglaterra, Suecia e Italia.
En Querétaro se implementó el sistema de “escenarios” A, B y C, los cuales detallan las actividades que se pueden realizar y los lugares lugares que pueden abrir, según el número de contagios, las hospitalizaciones y las cifras de fallecidos por Covid-19 en la entidad, junto con los horarios de cierre y el aforo máximo.
Fue hasta que Querétaro entró en escenario B, que actividades como las que lleva a cabo Roberto pudieron reactivarse, sin embargo, él sigue presentando complicaciones.
“He considerado que ahorita que estamos en escenario B podríamos volver a ensayar, pero tengo que tomar en cuenta muchos aspectos cómo tener asesorías e infinidad de pláticas con médicos e instituciones para saber cómo enfrentar el tema del contagio y la pandemia, además de modificar las coreografías, para mantener, en la medida posible, la sana distancia”, mencionó el director.
Para las presentaciones, debe tener en cuenta la compra del equipo de protección como las caretas y cubrebocas, que en este caso deben ir diseñados de manera especial para que hagan juego con los vestuarios y trajes que la compañía utiliza en sus actuaciones, y todo esto genera más inversión, la cual frente a la poca asistencia que presentan los eventos culturales, resulta muy arriesgada.
DISMINUYÓ 14% ASISTENCIA A EVENTOS CULTURALES EN EL PAÍS: UNAM
De acuerdo con cifras de la Encuesta Cultural sobre Hábitos y Consumo Cultural 2020, realizada por la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM en octubre, 43.2% del total de la población de 18 años y más de edad, en localidades urbanas, manifestó haber asistido a algún evento cultural, tras 7 meses del inicio de la pandemia.
Esta cifra mostró una disminución de más de 14 puntos porcentuales en la asistencia de los 12 meses anteriores, a obras de teatro, conciertos o presentaciones de música en vivo, espectáculos de danza, y proyección de películas o cine, en comparación con mayo de 2019.
La encuesta fue respondida por 8 mil 780 personas, de las cuales el 48.7 por ciento se ubica en la Ciudad de México y el resto, 51.3%, en 12 estados de la República entre los que se encuentra y destaca la participación de Querétaro.
“He visto a colegas perder patrimonio, estudios construidos durante años; compañeros, maestros, técnicos, videastas, fotógrafos, vestuaristas, gestores; en fin, la lista es larga, mucha gente que interviene en la escena ha sido afectada gravemente”, agregó Roberto.
“ESCENARIO” DE INESTABILIDAD EN EL SECTOR CULTURAL DE QUERÉTARO
La falta de empleo empezó a hacerse presente y el sector cultural no era la excepción, ya que la comunidad artística del estado empezó a sufrir los perjuicios de las restricciones por la pandemia: los espacios de presentaciones permanecieron inactivos debido al cambio entre “escenarios” (C y B), y su constante baja de asistentes. Esto preocupó a los dueños de estos lugares de recreación y a los artistas que con regularidad tenían un espacio para presentarse.
Rafael Volta, organizador de conciertos y eventos literarios en un bar del centro histórico (Zeppelin Music Factory), consideró que según su experiencia el “escenario C” los perjudica, porque el establecimiento debe cerrar sus puertas a las 8 de la noche.
“Hay una gran diferencia entre cerrar a las 8 y a las 10. Esas dos horas han sido muy buenas para el negocio porque se empieza a reactivar. Ya puedo contratar a los músicos; ellos trabajan; la gente viene a verlos. Esas dos horas hacen mucha diferencia para la vida musical de la ciudad y del comercio… para mí el horario de las 8 no sirve de nada. La gente empieza a llegar a las 7:30-8:00 de la noche, después de que sale de trabajar”, comentó Rafael.
Cuando inició la pandemia tuvo que cancelar todo el calendario de eventos musicales. Cuando antes traían 8 ó 12 bandas al mes, ahora, hasta lo que va de este año (finales de febrero), han podido traer únicamente 5.
“Es preferible incluso bajar el aforo al 30% pero seguir cerrando a las 10, creo que eso mantendría la vida comercial y cultural de la ciudad”, destacó Rafael respecto a un posible cambio de escenario en el estado, al enfatizar que el horario de cierre de las 10 de la noche es “el más adecuado” para la economía de todos los involucrados en ese giro de negocios.
Después de terminar el 2020 y mantenerse en el “escenario C” hasta finales de enero de 2021, con la entrada del “escenario B”, hubo bandas contactaron inmediatamente a Rafa para poder presentarse en el Zeppelin y obtener ingresos.
Expresó que el constante cambio de escenarios sólo genera más gastos y expone a los músicos en el desempleo, ese “malabarismo” como él lo llama, impide que los músicos tengan esa fuente de ingresos que les da tocar un fin de semana.
EMPLEOS DE PLOMERÍA Y TURISMO PARA MANTENER ABIERTO UN TEATRO
De acuerdo con declaraciones a medios de comunicación, Emilio Lugo, presidente de la Asociación de Empresarios y Trabajadores de Discotecas, Bares y Entretenimiento de Querétaro, reportó, para febrero de este año, el cierre definitivo de 16 unidades de negocio, 11% de los 145 afiliados. Los 129 negocios restantes, alrededor del 90%, están en riesgo de cerrar si se continúa con las restricciones actuales.
Otro aspecto afectado por el constante cambio entre escenario B y C fue el teatral, a pesar de que Querétaro es considerado la segunda plaza con más apoyo al teatro por parte del público después de la CDMX.
Las butacas vacías, escenarios con un gran silencio, luces apagadas y boletos no vendidos es lo que se presenció durante los últimos meses en el “Forito 3 pesos”, el primer microteatro del estado, ya que le ha costado volver a transmitir la confianza ante su público al implementar las medidas de prevención sanitarias necesarias.
El dueño de este lugar, Alexandro Fuentes, mencionó que ha sido una lucha difícil y constante el mantener el teatro abierto, ya que se ha visto en la necesidad de buscar más de un trabajo extra para poder solventar los gastos que el recinto les exige.
“He trabajado en el sector turístico, en tranvías, he vendido pisos, cuestiones de plomería, también he estado en una universidad, he vendido ahora sí que todo el paquete escolar, pues pimponeando de un lado a otro. En este momento tengo otros dos trabajos para poder solventar lo que es la renta del teatro, ahora sí que viendo de donde para no cerrar este proyecto que con tanto cariño y amor le estamos imprimiendo todas las ganas”, consideró.
Licenciado en Artes Escénicas, Alexandro ha intentado mantener una actitud de optimismo ante la situación que ha vivido el forito dentro de esta contingencia, ya que, no solo mantiene los servicios del lugar tales como renta, luz y agua, también necesita solventar los sueldos de los actores que laboran en el recinto, ya que los antes mencionados ya cuentan con sus respectivos salarios.
Una de las opciones por las que optó Alexandro fue agrandar el target de las personas que asisten, ya que si bien su público ideal eran jóvenes, hoy en el “escenario B” se busca un panorama más amplio de personas que sientan la confianza de volver a disfrutar de una obra de teatro.
“(…) Ahora con la pandemia ha estado variado, hemos tenido familias, también grupos de adultos pero ya un poco mayores, de 45- 50 años y también nuestro grupo de jóvenes que lo seguimos teniendo”, señaló Alexandro.
DEL DESEMPLEO EN ESCUELAS, A LA VIRTUALIDAD EN MÚSICA
El escenario B en Querétaro sigue vigente al menos hasta el lunes 28 de marzo. Bares y teatros como los de Rafael y Alexandro puedan cerrar a las 10 de la noche, distintos artistas tendrán la posibilidad de hacer sus presentaciones y obtener ingresos para sobrellevar la crisis de desempleo.
“Antes de la pandemia tenía un ritmo de vida muy acelerado respecto a la música, en el que mi día empezaba a las 5 de la mañana y acababa a media noche…empezando la pandemia me quedé sin trabajo, cerraron el bar en el que cantaba, las escuelas en la que daba clases se fueron a formato en línea y como impartía daba talleres me dejaron fuera”, compartió Alfonso Viramontes, cantante, compositor y profesor de música en la ciudad de Querétaro.
A lo largo de la pandemia, Alfonso tuvo que renovar sus actividades: prepara espectáculos en vivo dentro de la plataforma de YouTube por ejemplo, porque a pesar de que hubo ocasiones donde se le dio la oportunidad de asistir a eventos, cuenta que es una decisión difícil, ya que conlleva un gran riesgo.
“Ha sido más complicado porque como artista tienes que pensar en la seguridad de todos, tanto de la gente que trabaja contigo, los músicos, staff (…) la seguridad de las personas que van a asistir y tu propia seguridad, entonces no hemos estado buscando esa viabilidad, no he estado buscando hacer algo presencial”.
Recordó que el año pasado, él y su equipo de músicos fueron contratados para una boda. Iban preparados y portaban lo necesario para acatar las medidas de salubridad, enfatizando que el único momento en que podían quitarse el cubrebocas era cuando cantaban, pero los asistentes a la boda no se cuidaban para nada y por cuestiones como esa, es que los artistas ponen en riesgo su salud.
La economía de los artistas depende del semáforo epidemiológico que pongan las autoridades y a pesar de que sus actividades puedan llevarlas a cabo en un formato digital, se exponen a la competencia de otras ofertas culturales que hay en el internet y que con la llegada de la pandemia incrementaron su producción.
De acuerdo con la encuesta hecha por la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, entre las 4 actividades culturales a las que menos se les dedica tiempo desde que comenzó el confinamiento por la pandemia a través de internet, fueron: ver teatro, visitar museos, ver presentaciones de danza/baile y ver conciertos en línea, cuando por otra parte, actividades como ver películas o series es a lo que se le dedicó más tiempo con más de 10 horas de consumo a la semana.
Si bien, se está trabajando arduamente en todo el país para reducir el número de contagios y próximamente estar en semáforo “verde”, la verdad es que muchos de estos artistas no saben cuándo podrán volver a realizar su trabajo, tal y como estaban acostumbrados a hacerlo.
Algunos han dejado en pausa sus proyectos, otros han tenido que buscar otra fuente de ingresos para no atrasarse con las deudas y unos más están atentos ante cualquier oportunidad de presentarse en algún recinto de la ciudad.
Como mencionó Rafael Volta respecto al escenario actual: “entendemos que hay una crisis económica muy fuerte, al igual que una sanitaria, entonces vamos a equilibrar. La restricción del horario afecta más que la restricción del aforo, es preferible incluso bajar el aforo pero seguir cerrando a las 10. Creo que eso mantendría la vida comercial y cultural de la ciudad”.