Autoría de 10:07 pm Víctor Roura - Oficio bonito

El león siempre va a creer que todos son… – Víctor Roura

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Lo dicho, buen Rivelino: tus lecturas de la prensa mexicana son demasiado aprensivas (ciertamente desdeñosas de la aprehensión) al grado de confundir con flagrancia llamativa la magnesia con la gimnasia.

¿Dónde ha ido a parar el periodista Rivelino Rueda que alguna vez conocí para convertirse en un contestador iracundo que, según su propia debilitada teoría política, cree a pie juntillas que ahora un periodista con más de cuatro décadas de trayectoria —como es mi caso— deja de serlo, mágicamente, por el solo hecho de trabajar en una dependencia federal? Peculiar infantilismo político que percibe al Estado como anulador de la identidad y la trayectoria propias. El periodismo se hace igual en un medio independiente o perteneciente a los grandes emporios mediáticos; en un medio digital o impreso, en Proceso o Notimex.

El medio no hace al periodista, sino el periodista es el hacedor de su acto periodístico.

Si de veras Rivelino Rueda fuera un indagador periodista, no un alterado apoyador de mecanismos viscerales, supiera que los cargos existentes en Notimex, debido a las estacionarias decisiones de un sindicalismo que se desborda en sus azarosos manierismos, no coinciden numerosas veces con las prácticas visibles, si bien lo importante es la realización, no la especulación. Si fuera un periodista indagador no tendría que preguntarse si ya recibo ahora, durante esta eterna huelga, más dinero de lo que percibía antes del paro de labores. Porque, y suena extraño que en un (buen) periodista no le pueda caber en la cabeza que para cubrir una cuota salarial se tenga que recurrir a lo que hay no por otra cosa sino por una azarosa componenda nominal investida no recientemente, sino por una existente en el catálogo ya habitual en la empresa.

Por si no lo sabía mi amigo Rivelino, desde que trabajo en Notimex, al no haber en la nómina un cargo similar en la zona cultural —tan desdeñada ha estado históricamente esa rama periodística—, o estar ya ocupado dicho puesto por una burocracia desigual y no equitativa, mi nombramiento en efecto está bajo el código de subdirector de información de Estados Unidos y Canadá. Me resultó gracioso, pero el nombre de mi cargo es, o era, lo que menos me interesaba, lo de más era, es, darle una vuelta de tuerca a lo anodino del pasado periodístico. Estoy cierto de que Rivelino no puso atención al cambio que se hizo por lo menos en el área cultural desde mi llegada porque, de haber leído lo publicado, se habría percatado de que el funcionariato no es lo mío, sino el periodismo. Si él no aceptó un cargo en la administración lopezobradorista acaso se debe a una consideración política, pero yo mil veces preferiría a un Rivelino Rueda al frente de una agencia de noticias del Estado que a un personaje comprobadamente corrupto. Yo lo he escrito en numerosas ocasiones incluido en Notimex: soy periodista, no guardaespaldas de nadie.

El león siempre va a creer que todos son de su misma condición, por eso si se asocia con un rinoceronte el pobre león va a tener la certeza de que está tratando con otro león.

Para escribir hay que pensar, sí, pero pensar con pensamientos propios, no ajenos.

Y cierro este capítulo, que no debate, porque las más de las veces me distingo por no entablar diálogos sordos o supuestamente lucidos tras la mascarilla faciloide de la mordacidad que nunca llega a la altura.

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En mi Oficio Bonito de ayer lunes 19 de abril apunto las imprecisiones a las que incurre el periodista Rivelino Rueda, supuesto amigo mío, en torno al caso Notimex para poder percatarlo de sus yerros. Sin embargo contesta, ufano, para asegurar, victorioso, que el contenido de mi escritura confirmaba sus distraídas aseveraciones. En una línea le respondo que no entendía la lectura que había dado a mi columna sencillamente porque apunto todo lo contrario.

En seguida, más envalentonado, mi (ex) amigo Rivelino ya se olvida de proseguir el tema con cordura para tratar de insinuar mi complicidad en negras componendas económicas periodísticas incluso creyendo que durante la huelga ha sido aumentado el sueldo en Notimex. Lamento decirle que no todos tienen la condición del león.

De ahí este segundo, y último, Oficio Bonito respecto al tema. Porque uno podría dar ochenta vueltas al mundo periodístico con especulaciones sin llegar a ningún sitio. Y no pierdo mi tiempo en (des) consideraciones fútiles.

¿Por qué será que hay periodistas que se afanan en creer que los periodistas que no piensan como ellos, o no concuerdan —o no coinciden— con sus ideas o juicios, son necesariamente, como teorizan los políticos, sus enemigos u opositores?

Cuando en 2013 el nuevo dueño del periódico El Financiero despidió a veintenas de trabajadores, Rivelino permaneciendo en esa empresa, nadie se atrevió a insinuar autoritarismos o faltas a la ley, porque el nuevo director de ese medio estaba en su legítimo derecho de contratar a quien se le pegara la gana, con lo cual se respalda aquella idea de que no forzosamente trabajar en el gobierno, si se tiene criterio propio, es señal de sujeción o de atado de manos, ni el refrendo de cooptaciones subsumidas.

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Last modified: 7 octubre, 2021
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