El día de hoy quiero compartirles cómo la vida, y claramente los momentos que experimentamos en ella, son muy parecidos a estar en un parque de diversiones. Disfrútenlo.
Andrea Sosa
Un pequeño grupo de amigos desde el día anterior había preparado una jornada entera en un parque de diversiones. Cuando finalmente el momento llegó, todos se subieron al coche de uno de ellos y fueron rumbo al divertido destino.
Lo primero que hicieron fue correr a formarse a la montaña rusa, luego al ‘sube y baja extremo’, ‘el barco pirata’, entre otras atracciones más. Al estar cansados de subir y bajar en el aire, se formaron para entrar en la Casa de los Espejos, mas después de media hora esperando, cambiaron de idea y se fueron a la fila de la Casa de los Sustos.
Luego se subieron a dos atracciones adicionales, una de ellas les gusto muchísimo, pero estaban tristes porque el juego duraba muy poco; el otro juego en cambio duró demasiado pero no fue su favorito.
Al terminar su aventura, se sentaron en una mesa a disfrutar unas deliciosas hamburguesas, a platicar de las historias de cada uno y de lo divertida que fue su salida.
Así es la vida: de repente nos encontramos en lo más alto de nuestra montaña rusa llamada ‘metas’ y en un parpadear de ojos nuevamente nos encontramos hasta abajo; algunas veces estamos encaminados a un logro y de repente decidimos cambiar de parecer e intentar algo nuevo. En otros casos, los momentos durarán un largo tiempo o, quizá, sólo algunos segundos.
Sin embargo, a pesar de que el futuro es incierto, siempre contaremos con amigos, familiares, conocidos o extraños, que estén con nosotros en cada momento, viéndonos en todas las facetas de nuestras vidas.