La palabra gratitud procede del latín gratitudo, derivado de gratus ‘agradable’ y según el Oxford Léxico (2021) la gratitud significa “Sentimiento de estima y reconocimiento que una persona tiene hacia quien le ha hecho un favor o prestado un servicio, por el cual desea corresponderle”. Sin embargo, el concepto va más allá.
Se trata de tomar conciencia de lo que tenemos y valorar las cosas y situaciones que hemos vivido, incluso aquellas que damos por hecho, como tener qué comer, dónde dormir, tener familia, amigos, etc.
Diversas investigaciones demuestran que la gratitud eleva la frecuencia energética, ofreciendo un impacto en muchos aspectos de nuestra vida, en especial, beneficios en la salud física y mental: disminución de la presión arterial, un sistema inmunológico más fuerte, permite dormir mejor, empatía, mayor optimismo, pensamientos positivos y felicidad.
Como muestra del impacto positivo de la gratitud, un estudio de la Universidad de Málaga (Sánchez y Quintana, 2019) demostró que entre los factores protectores de la depresión y del suicidio se encuentra la gratitud. El estudio sugiere que fomentar las habilidades relacionadas con el agradecimiento tiene implicaciones de prevención en conductas suicidas.
Por ello, aprender a ver con gratitud cualquier momento de tu vida, incluso cuando esa situación haya sido una experiencia dolorosa o complicada, será una gran oportunidad de aprendizaje (Perret, 2021); es decir, agradecer también por los momentos difíciles te dará herramientas para afrontar eventos desagradables. Al empezar a ver las cosas simples y complejas con sentimiento de gratitud, tu energía fluirá de manera mágica.
Entonces, ¿qué hacer para cultivar la gratitud? En primer lugar, pregúntate en dónde estás centrando tu energía. Si te enfocas en lo negativo, lo horrible que será tu día, crearás una atmósfera densa. Aquí algunas recomendaciones: puedes empezar agradeciendo desde el simple hecho de despertar con vida y respirar; mira a tu alrededor y encuentra algo qué apreciar, por ejemplo, una puesta de sol, el aroma de las flores, tener todos tus sentidos, un cuerpo sano, etc.
Durante el día, y donde estés, puedes agradecer. Para ello, selecciona uno objeto favorito, preferentemente pequeño para que puedas transportarlo fácilmente, como una moneda, un dije, una pulsera, una liga, y llévalo contigo para que te recuerde, cada vez que lo veas o lo toques, agradecer por algo. Si no tienes un objeto favorito, recoge una pequeña roca que sea de tu agrado, esa “piedra de gratitud” será tu aliada para recordar el acto de agradecer.
Finalmente, elabora un diario de gratitud, donde escribas un listado de las 5 cosas por las que cada día estás agradecido. Habitúate, antes de dormir, a sumar otros 5 aspectos diferentes a tu diario. De ser posible, involucra a tus seres queridos y transfórmalo en una dinámica familiar.
MTRA. JHANEFFER ORTEGA ALCÁNTARA
PROFESORA DE LA ESCUELA DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN
TECNOLÓGICO DE MONTERREY CAMPUS QUERÉTARO
JORTEGAA@TEC.MX
FUENTES CITADAS:
– Oxford Léxico. (2021). Gratitud. Recuperado de: https://www.lexico.com/es/definicion/gratitud
– Perret, R. (2021). El poder de la gratitud. Recuperado de: http://www.ricardoperret.com/libros/gratitud
– Sánchez, A. N. y Quintana, C. (2019, septiembre 19). Efecto de la gratitud en la depresión y la conducta suicida en adolescentes: ¿Cómo ser agradecido te puede salvar la vida? Recuperado de: https://hdl.handle.net/10630/18408