Autoría de 1:15 pm Niels Rosas Valdez - Procesos del Poder

El despertar de Cuba – Niels Rosas Valdez

El domingo pasado se registraron marchas y protestas en Cuba demandando libertad. Hoy en día, éstas se han extendido a prácticamente todo el territorio. El mero evento es una declaración de sumo impacto por parte de la sociedad isleña por una razón muy sencilla: aquel discurso que se nos dice recurrentemente acerca de lo feliz y satisfecha que la población cubana vive no es necesariamente una realidad. ¿Cuál es la situación que enmarca las protestas y qué entorno se experimenta en el país del Caribe?

La historia de Cuba es muy interesante. Fue uno de los territorios de ultramar colonizados por el Imperio español a finales del siglo XV. En el primer viaje de Cristóbal Colón, los españoles reclamaron varias islas del Caribe, entre ellas la Hispaniola (hoy, República Dominicana y Haití) y Juana (hoy, Cuba). Tras siglos de dominación por parte de la Corona española, en 1898 Cuba se independizó con ayuda de Estados Unidos de América (EUA), eliminando así las posesiones de España en el Nuevo Mundo y configurando esta independencia como la última celebrada en el continente americano.

Tras la independencia de Cuba se formó un gobierno local, sin embargo, por años EUA se mantuvo presente en la isla caribeña. En 1959 un grupo de insurrectos liderados por Fidel Castro infligió un golpe de Estado al gobierno autoritario de Fulgencio Batista quien, presa del miedo provocado por el exitoso movimiento revolucionario, abandonó el país. Tras los emblemáticos discursos del camarada Castro, no pasó mucho tiempo para que en Cuba se instaurara un régimen socialista.

El socialismo (o comunismo primitivo, como decía Karl Marx) es una idea muy romántica que ofrecería igualdad económica a la sociedad. Sin embargo, a pesar de haber proliferado internacionalmente tras la Revolución rusa en 1917, en ningún rincón del globo ha probado consolidarse, esto es, haber construido las condiciones para llegar al comunismo; y tampoco hay evidencia de que haya sido satisfactorio para las poblaciones que lo siguen.

Y hay una razón por la que el socialismo, tanto en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), como en Corea del Norte, Cuba, Laos, Vietnam, Yugoslavia y otros países de esa tendencia, no funcionó o no ha funcionado, y esa es la mera naturaleza humana. Ésta se hace presente al momento de ponderar y perseguir los intereses y objetivos de uno, sobre todo en el poder, en vez de asegurar los colectivos, que, por definición, beneficiarían por igual a los muchos, que es parte de lo que busca el socialismo.

Así sucedió en la URSS (el resultado es que hoy en día Rusia esté conformada por oligarcas y grandes monopolios creados en la segunda mitad del siglo XX), así se observa en Corea del Norte y en otros países de tendencia socialista, como Nicaragua, en donde, dicho sea de paso, desde los últimos años el autoritarismo ha llegado a niveles difíciles de creer.

En Cuba, el socialismo aplicado brindó por momentos cierta igualdad económica en la población, aunque, a medida que la corrupción avanzaba con el paso del tiempo, era difícil mantener los principios del socialismo. Esta situación desde luego impactó negativamente en la calidad de vida de los cubanos, pero lo cierto es que también otros factores externos, como el bloqueo económico a la isla caribeña, gestionado por EUA desde la Guerra Fría y apenas aprobado por la Organización de las Naciones Unidas que sea levantado, ha afectado de manera severa al país.

Invariablemente, un punto que no debemos perder de vista es que el pueblo cubano, uno reprimido y controlado por décadas por parte de su gobierno, se ha organizado para protestar por el mal manejo de la pandemia de Covid-19, la falta de alimento y la decadencia de la economía, así como para exigir libertad en su país. Pero en vez de ser escuchado por sus líderes, éstos les han pedido a sus “compatriotas” acallar a los protestantes o “mercenarios”, como les ha llamado, invalidando sus derechos y respondiendo de manera autoritaria.

La situación en Cuba es crítica. Por una parte se encuentran manifestantes, sean obreros, estudiantes, periodistas, etc., quienes buscan, al menos, un diálogo con los líderes del país; y por el otro se presenta un gobierno que por temor a una insurrección, preservando la seguridad de régimen, se ha abocado a silenciar sin miramientos y con severidad a las personas que protestan. Se nota un autoritarismo en la isla caribeña, uno que quizá no tarde mucho en ser disuelto. Parece que Cuba ha despertado.

NIELS ROSAS VALDEZ
ESCRITOR, HISTORIADOR E INTERNACIONALISTA
@NIELSROSASV (TWITTER)
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Last modified: 6 septiembre, 2021
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