Autoría de 12:15 am Niels Rosas Valdez - Procesos del Poder

Impactos internacionales de Pegasus – Niels Rosas Valdez

Hace unos días se publicó una investigación realizada por Amnistía Internacional y The Guardian, entre otros participantes, cuya evidencia sugiere que varios gobiernos alrededor del globo utilizaron un programa, conocido como Pegasus, para espionaje hacia sus ciudadanos. ¿Qué impacto tiene esto para las relaciones internacionales?

Pegasus es un software espía, o un programa de espionaje, cuya operación se había registrado años atrás, levantando sospecha de que gobiernos lo habían utilizado a beneficio de sus integrantes, mas no del Estado. Este programa es desarrollado por NSO Group, empresa israelí de tecnología dedicada a la creación de softwares de intrusión y vigilancia, que vende sus productos exclusivamente a gobiernos.

NSO Group enfatiza que es una empresa de inteligencia cibernética en búsqueda de la seguridad y estabilidad global, y que sus desarrollos tecnológicos están encaminados a asistir gobiernos y agencias para investigar y prevenir el terrorismo y el crimen, con el objetivo de salvar vidas. La intención de los programas que desarrolla, entre ellos el software espía Pegasus, es entonces garantizar una mayor protección para los Estados contra las amenazas presentes en el globo, por lo que su ánimo es garantizar la seguridad internacional.

No obstante, es claro que la intención del uso de los programas desarrollados puede ser diferente a su aplicación verdadera, situación que no sólo no está regulada por la empresa israelí, sino que es lo que en realidad ha sucedido, de acuerdo con la investigación señalada. Hay varios impactos negativos mundiales que provoca esta situación, uno de ellos tiene que ver con la ciberseguridad; ésta es uno de los nuevos enfoques de los estudios de seguridad, que comenzó a desarrollarse a raíz de la necesidad del entendimiento del uso e impacto del internet en los gobiernos y en la sociedad.

Entre las acciones que se consideran una amenaza para la ciberseguridad se encuentra el espionaje, mismo que se sugirió que fue efectuado por varios gobiernos, como los de Hungría, India y México, entre otros, hacia sus ciudadanos. Académicos, activistas, defensores de los derechos humanos, periodistas y políticos de oposición habrían sido espiados sin restricciones una vez que el programa Pegasus se apoderara de los dispositivos que usaran los mencionados.

Otro impacto está ligado a la confianza de los clientes hacia las empresas desarrolladoras de tabletas, celulares inteligentes y computadoras, que aseguran garantizar la privacidad de sus usuarios, situación que no se consiguió tras el uso de Pegasus. En tal contexto, las acciones de empresas trasnacionales de telecomunicaciones, como Apple y Samsung, han caído, lo que genera movimientos en el mercado internacional.

Un tercer resultado, quizá el más impactante, es el que esa serie de espionajes realizados por los gobiernos hacia sus ciudadanos genera para la democracia. A pesar de la existencia y desarrollo por décadas de nuevos enfoques de seguridad, cuya característica principal es que no están centrados en la supervivencia del Estado, las decisiones relacionadas a temas de seguridad aún las toma tal entidad.

De esta manera, el hecho de que el Estado adquiera softwares espías para supervisar a su sociedad con el objetivo de identificar y frustrar posibles actos del crimen organizado puede usarse como argumento para cumplir con una acción legítima, que es la protección de la población. Sin embargo, en tal caso, el abuso en el empleo del programa Pegasus por parte de los gobiernos, al espiar con él a actores diferentes a los del crimen organizado, deslegitima sus acciones hacia la protección de su población, socavando las libertades y los derechos de privacidad de las personas.

Por ello, en vez de fortalecer el Estado de derecho, que es un elemento fundamental en una democracia, lo obstaculiza. Tener acceso a una herramienta de esta naturaleza, no sólo no da certeza de que un gobierno pueda emplearla como “se debe”, sino que podría incentivar en éste una práctica autoritaria de control de población y limitación de las libertades.

Para la democracia, esta situación representa un golpe severo. En los países con cierto nivel de democracia, esta práctica puede tornarlos más intransigentes, mientras que a los menos democráticos e incluso déspotas los puede volver aún más represivos y dictatoriales, alejando la posibilidad de que las actitudes y prácticas democráticas realmente se ejerzan y permeen en la sociedad, lo que de nuevo tendría impactos para las relaciones internacionales en cuestiones, por ejemplo, de confianza, gobernanza global, cooperación internacional y seguridad internacional.

NIELS ROSAS VALDEZ
ESCRITOR, HISTORIADOR E INTERNACIONALISTA
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Last modified: 6 septiembre, 2021
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