OFICIALMENTE LES PRESENTO LA SEGUNDA EDICIÓN DE ESTE PROYECTO, EN EL QUE CONOCEREMOS LA VIDA DE SIMONE BEAUVOIR, UNA MUJER QUE, A 36 AÑOS DE SU PARTIDA, NOS DEJÓ UN LEGADO POR EL QUE TENEMOS QUE SEGUIR LUCHANDO.
ANDREA SOSA
Los burgueses religiosos Georges Bertrand Beauvoir y Françoise de Brasseur tuvieron a Simone Lucie Ernestine Marie Bertrand de Beauvoir el 9 de enero de 1908 en París, Francia.
Tanto ella como su hermana, Hélène de Beauvoir, recibieron una educación católica desde el inicio de sus vidas; sin embargo, Lucie antes de sus 15 años se pronunció atea y alejada de las ideas religiosas de sus padres, ya que sentía que la religión era un límite a su manera de pensar, tan abierta al mundo y al más allá.
En 1923, mientras cursaba la preparatoria, se percató que era muy buena escribiendo, esto dio pie a que Ernestine decidiera estudiar letras en la universidad; así mismo, cursó una especialización en filosofía en 1929 y, sin saberlo, sentó la base para que se convirtiese en una de las voces más importantes del existencialismo en el siglo XX.
A sus 23 años comenzó a ejercer como maestra en La Sorbona; a la par de dar clases, empezó a escribir su primera obra, titulada Primaldad de lo espiritual, que en pocas palabras relata cómo las mujeres son víctimas de su propio espíritu, el cual hace que sus vidas cotidianas tengan éxito. Esta novela fue rechazada por dos editoriales, antes de ser aceptada en el año 1979 con el nombre Cuando predomina lo espiritual.
La vida de esta mujer no fue sencilla con la llegada de la II Guerra Mundial, debido a que en 1941 pierde su trabajo como maestra por una supuesta relación amorosa que tuvo con una de sus alumnas; además, tanto ella como el filósofo Jean-Paul Sartre (amigo y compañero de vida desde años atrás), fueron acusados de no luchar contra el nazismo.
Pero conforme los rumores empezaron a disminuir, la señorita Beauvoir recuperó su trabajo como maestra y colaboró con una radio liberal francesa; a partir de sus 35 años empezó a ser conocida por La invitada, su primera novela, así como por La sangre de los otros, novela que muestra cómo el personaje principal esta unido a los demás y a la par separado de todos, y por Pyrrhus y Cineas, su primer ensayo.
En 1945 fue partícipe de la fundación de la revista ‘Tiempos Modernos’ junto con Albert Camus, Maurice Merleau-Ponty y su fundador oficial, Sartre. La revista se transformó en referente cultural y político de los franceses durante la mitad del siglo XX. Un año más tarde, y con una popularidad alta, publicó Todos los hombres son mortales, historia llena de enfrentamientos más que políticos, y dos ensayos: Para una moral de ambigüedad y América al día.
Sin embargo, el ensayo que abrió paso a la carrera de escritora de Simone fue El segundo sexo de 1949, obra importantísima para el movimiento feminista, en la que critica la opresión de las mujeres en asuntos económicos desde el psicoanálisis, la biología y el marxismo; analiza las funciones y características que ellas tenían que cumplir en el siglo XX, así como la posibilidad de la palabra libertad sin importar ser parte del “sexo débil”. Este escrito hizo que Simone se considere precursora del feminismo.
A pesar de la polémica de El segundo sexo, Marie ganó el Premio Goncourt y fue alabada por la crítica en 1954 por Los mandarines, que relata las dificultades intelectuales para asumir responsabilidades sociales en la posguerra.
En 1980, su compañero de vida Jean-Paul Sartre falleció, ocasionando que escribiera La ceremonia del adiós, que nos cuenta los últimos años de Sartre desde su punto de vista.
Simone de Beauvoir falleció el 14 de abril de 1986 en el mismo lugar en el que el mundo la recibió, dejando un legado para la defensa de los derechos de las mujeres y la búsqueda de seguir adelantándonos a nuestro propio tiempo y existencia.
“Cada uno de nosotros es responsable por todo y por cada ser humano».
Simone de Beauvoir