De sorpresa en sorpresa. Todo para distraer la atención de los mexicanos y no se enteren que cada vez hay más pobres en este país.
La demanda en contra de empresas fabricantes de armas en los EUA nos dejó atónitos, perplejos. Litigio que persigue culpar a los empresarios de la incapacidad e ineptitud de las autoridades mexicanas para contener la violencia. AMLO no cumplió con su promesa de reducir la violencia, no sirvieron los abrazos como medida de disuasión, los delincuentes no entienden, son necios.
Ya entrados en la broma de la demanda que dio a conocer Marcelo Ebrard Casaubón, secretario de Relaciones Exteriores, demanda de la cual los abogados y legos en derecho se han reído a carcajadas, don Marcelo hubiera aprovechado, de paso, para demandar a los fabricantes de autos, dado que, por su uso, causan terribles accidentes, daños y muertes. ¿Qué tal a los chinos por lo del maligno virus? Realmente parece un juego torpe y ridículo la presentación de la demanda.
¿Habrán calculado la pérdida del litigio y el costo que tendrá para las arcas del gobierno federal? Seguramente no prosperará la demanda y los norteamericanos, esos sí, en su propio país, donde se radican los juicios, seguramente demandarán al gobierno mexicano por semejante estupidez de litigio.
Los morenistas superan a los cirqueros. Dan tantas maromas que más parecen simios que gobernantes. Cualquier lego en materia de derecho sabe que resultará improcedente la demanda por muchas razones que saltan a la vista. Empezamos por la extraterritorialidad, los fabricantes cumplen con las leyes de su país, por eso fabrican y venden en su territorio. La ilusoria demanda ya hubiese sido presentada en el mismo territorio norteamericano por miles de estadounidenses, derivada de la violencia que también existe en ese país por el uso de armas de fuego.
En el supuesto planteado por los dueños del circo no aplica el principio aquel que reza: la causa de la causa es la causa de lo causado.
La tremenda ineptitud de la política de los abrazos de AMLO ha generado casi 90 mil homicidios durante su mandato. Ante la inexistencia de una verdadera política de seguridad pública en México ¡vivimos inseguridad pública!
Los mexicanos estamos literalmente desprotegidos por el gobierno morenista, responsable y obligado a brindar seguridad pública y no cumple. Así que les resultó mejor acusar a los fabricantes de armas ya que, según Marcelo, no tienen el cuidado de verificar a quién venden las armas de fuego y no cuidar el destino de las mismas. “Perdón, ¿es usted delincuente o traficante de armas? Si lo es, no puedo venderle armas”.
La responsabilidad de evitar el tráfico de armas en territorio mexicano es de las autoridades mexicanas, no de los vendedores de armas en territorio de los EUA. Por cierto, en México pululan armas fabricadas en otros países, ¿esas no cuentan para cometer homicidios?
Ebrard afirma que la mayoría de las armas utilizadas en homicidios en suelo mexicano provienen del tráfico ilegal desde EUA. La idea es fastidiar al gobierno demócrata de Joe Biden, lo que nunca se atrevieron a hacer en contra del violento de Donald Trump, este puso a temblar en varias ocasiones al inepto de AMLO, bastaba con un “twittazo” para que López se doblegara.
La torpe demanda fue calificada como un proceso legal “sin precedentes”. ¡Qué el gobierno de México haya demandado a un grupo de empresas de armas de Estados Unidos! ¡Qué valor! Vaya que es noticia, pero de las malas. Más parece “nota roja” para levantar el ánimo del alicaído López, después de perder su consulta popular. No supo en qué momento le pasó la aplanadora del pueblo que se abstuvo de acudir a su farsa.
La demanda fue presentada ante una corte federal en Boston, EUA, en la que el gobierno de México señala a 11 compañías productoras y distribuidoras de armas de promover prácticas comerciales “negligentes e ilícitas, que facilitan el tráfico ilegal de armas a México”. ¿Qué? Así es.
Según datos del gobierno de AMLO (él tiene sus propios datos), cada año se trafican ilegalmente más de 500 mil armas desde los Estados Unidos de Norteamérica. Y, según la demanda, en 2019 el uso de las armas norteamericanas fue responsables de más de 17 mil homicidios dolosos en nuestro país.
Preguntas ineludibles: ¿Y las autoridades mexicanas fronterizas responsables de evitar el contrabando? ¿Cómo saben cuántas armas entran ilegalmente a México? ¿Los calibres de las ojivas? ¿Las autoridades mexicanas saben la cantidad de droga que se exporta de México a los EUA? Ya lo dijo López cuando visitó Badiraguato: ¿De qué van a vivir los campesinos que siembran y cosechan marihuana y amapola?
El director del circo no podía faltar. El jueves pasado Andrés Manuel López Obrador criticó a las compañías, asegurando que “hacen armas a la medida de los clientes de México que se dedican a la delincuencia organizada”. Agregaría: “la demanda está dirigida a dichas empresas privadas y no contra el gobierno estadounidense”, “no es un hecho injerencista, no es contra el gobierno, es un procedimiento civil, porque nos afecta que no haya control sobre la venta de las armas, no es ir en contra de la enmienda que les da el derecho a los estadounidenses de portar armas”. ¡Obvio! Es tonto, más no torpe.
Las contradicciones. En el Atlas de Homicidios de 2019, producido profesionalmente a detalle por México Unido Contra la Delincuencia, Paul Frissard, Daniela Osorio y la Friedrich-Ebert-Stiftung, de fecha diciembre de 2020, dan a conocer que en México se cometieron 25 mil 293 homicidios con armas de fuego. De esos homicidios, el 2.3% fue con armas de fuego cortas, el 0.6% con arma larga y (aquí lo peor) el 97.1% de esos homicidios fueron cometidos con arma de fuego no especificada. Entonces, ¿cómo sabe el gobierno de México que son de origen estadounidense? Dice un dicho mexicano, aplicable al gobierno de AMLO: el pez por su propia boca muere.