Dentro de un mes se cumplirán los seis años para los que fue designado el actual director general del Centro Nacional de Metrología, el Cenam. Más exactamente, será con el último segundo del festivo 15 de septiembre que se avecina, que culminará el periodo del presente titular del laboratorio de referencia de México y centro reconocidocomo el Instituto Nacional de Medición (INM) por nuestro país ante la Oficina Internacional de Pesos y Medidas —BIPM por las siglas para Bureau International des Poids et Mesures—.
Y, a diferencia de como ocurría en el pasado, luego de la reciente abrogación de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización y su sustitución en julio del 2020 por la nueva Ley de Infraestructura de la Calidad, el director general no podrá permanecer en el encargo por más tiempo; práctica que en el pasado resultó sumamente dañina para el Centro porque permitió que los vicios administrativos se acentuaran y el Cenam cayera en una inoperancia que a la fecha le ha causado enormes pérdidas de oportunidad a la economía mexicana y un retraso considerable en materia del desarrollo de la metrología científico-técnica requerida para soportar a las nuevas tecnologías.
Como su nombre lo indica, el Cenam es la máxima instancia en materia de metrología científica en México. Su función es la de desarrollar y mantener las referencias de medición con la mayor calidad metrológica o exactitud posible, para las diferentes cantidades que requiere nuestra economía en todos los sectores, que abarcan ámbitos tan disímbolos como la agroindustria, la manufactura avanzada, la petroquímica, los servicios, etc. Para cumplir con esta encomienda, el Cenam debe colaborar con los laboratorios nacionales de otros países en la investigación orientada al desarrollo de nuevos patrones, técnicas y métodos de medición, así como su implementación y mantenimiento mediante una constante comparación.
Sin embargo, y luego de casi tres décadas de operación, el Cenam se ha quedado muy rezagado en este aspecto. Si bien tras su establecimiento en 1994 era entendible que había que irrumpir con esta nueva cultura metrológica en un entorno que la desconocía casi por completo y eso implicó priorizar la proveeduría directa de servicios de capacitación, entrenamiento y calibración secundaria para la planta productiva; la realidad es que las administraciones anteriores nunca establecieron algún plan que le permitiera a nuestro laboratorio de referencia nacional traspasar esas tareas de laboratorio secundario a la iniciativa privada, para entonces poder ocupar el rol que debería tener el INM de la economía con mayor proyección en la América Latina y ascender al nivel de los laboratorios metrológicos primarios de nuestros principales socios comerciales en Norteamérica, Europa y Asia-Pacífico.
Por más de un cuarto de siglo las administraciones que han estado al frente del Cenam se han olvidado de desarrollar la metrología que pueda soportar a las tecnologías más novedosas y que transformarán al mundo entero para dentro de unas cuantas décadas. Megatendenciastecnológicas como la inteligencia artificial, la quinta generación de telecomunicaciones (5G), el Big Data, la súpervisión (no supervisión), el transporte inteligente, y muchas otras vinculadas con las economías verde y circular, que serán impulsadas más intensamente tras el reciente y sombrío informe del Panel Intergubernamental contra el Cambio Climático, no cuentan hoy en día en nuestro país con el soporte metrológico suficiente que necesitaría la industria asentada en nuestro territorio, para competir con otros países en la provisión de productos y servicios como el equipo médico, los microprocesadores, las baterías eléctricas, etcétera, con lo que será casi imposible que México pueda insertarse en las cadenas de proveeduría estratégicas de la América del Norte.
Pero tras ocupar casi de forma vitalicia su puesto directivo en el Cenam, será muy difícil que un sucesor interno esté dispuesto a abandonar este nicho de confort al que se ha acostumbrado. Por eso es que la designación del próximo director general del laboratorio primario de México pone en las manos de la secretaria Tatiana Clouthier la gran oportunidad de recuperar este eslabón clave denuestra economía.
Lo anterior, dicho sin aberraciones.
