Muchas personas elegirían viajar o dedicarse a hobbies u otras aficiones como pintura, música o literatura. Pero, si lo pensamos bien (y lo hemos experimentado con tiempo suficiente en pandemia) el no tener nada que hacer no es necesariamente algo que nos guste después de un par de meses.
Está muy bien tomar un descanso en el trabajo, sin embargo, si el trabajo no es fuente de satisfacción es muy probable que no quieras regresar. Por ejemplo, si eres mesero o mesera y te toca tratar con clientes groseros. Si tienes la fortuna de que tu empleo también te traiga satisfacción, entonces querrás regresar a trabajar una vez que sientas que has descansado suficiente.
Sin embargo, ¿qué pasaría si de verdad no necesitaras regresar? En el caso de empleados estadounidenses, que tenían empleos mal pagados y nada satisfactorios, debido al ingreso que les entrega el gobierno mensualmente por Covid-19, han decidido organizarse para vivir con poco para evitar tener que trabajar en dichos empleos.
En EU, hay una mini-crisis ya que hay posiciones sin empleados en restaurantes de comida rápida, por ejemplo. Si bien están buscando otro tipo de trabajos, no muchos los encontrarán debido a los procesos incrementales de automatización. Debido también a la pandemia, las empresas e industrias entienden el costo/beneficio de tener máquinas en vez de empleados, esto se comienza a materializar al no poder tener empleados por pandemia, cosa que a largo plazo es redituable porque las máquinas trabajan 24/7 y necesitan poco mantenimiento en temas de costos, claro comparando con nosotros los humanos.
Por otro lado, varios gobiernos se han visto obligados a extender apoyos gubernamentales a las personas debido a la pandemia, pero al mismo tiempo acelerando el proceso hacia una sociedad con menos empleos y más acumulación de recursos en aquellos que tienen acceso a tecnologías más sofisticadas.
Si bien, entramos indiscutiblemente en un cambio de paradigma (y sí, aun cuando podemos ver esclavismo del siglo XXI como niños trabajando, o personas siendo explotadas y sin derechos, con pagos bajísimos) esto pudiera estar por cambiar, para bien, y para mal para aquellos que sólo centren su identidad como personas en su trabajo.
¿Pero qué planes tienen los gobiernos entonces? Si bien la respuesta está en una Renta Básica Universal (con sus efectos macroeconómicos cuestionables) que ya varios gobiernos implementan, en México ya se da apoyo a jóvenes sin empleo, a adultos mayores y diferentes becas.
Puede encontrar más información al respecto buscando los diferentes documentos que se emiten desde el senado y que se refieren a “ingreso básico”, ya que hasta ahora no lo reciben todas las personas. “Universal” implica para todos, incluyendo el mismo presidente. Sin embargo, esta idea de dar dinero para vivir ya se encuentra planeada para México en cuatro etapas que se extienden hasta el 2050, en periodos incrementales de 20 años, según edad, sexo, y zona geográfica de rural o urbano.