Autoría de 2:30 pm Pamela Granados - De salud mental y más

Una carta a mi ansiedad – Pamela Granados

Tenía planeado abordar este texto desde otro formato, desde otra perspectiva, pero, para serles sincera, jamás le he escrito una carta a mi ansiedad. Todo lo contrario, ahora tenemos conversaciones largas y tendidas sobre por qué llega, qué la detona y qué quiere.

Tengo varias amigas y amigos que me comparten que también sienten ansiedad, uno de mis amigos más cercanos incluso la designa como: “el padecimiento de los millennials”; argumenta que nuestra generación está más consciente de la relevancia de nuestra salud mental en comparación con otras generaciones. Puede que tenga razón.

A lo largo de la terapia he aprendido que la ansiedad no es negativa, en realidad está ahí para cuidar de nosotros y protegernos ante las amenazas que vivimos en el día a día, sin embargo, en mi caso, mis experiencias de vida son las que volvieron a este mecanismo de defensa natural en mi contra. Ha sido un proceso el pasar de temerle a la ansiedad, de detestarla, de huir de ella, a comenzar a comprenderla, a aceptarla y finalmente, manejarla.

Cuando era pequeña, cuatro o cinco años, no sabía realmente qué era lo que estaba sintiendo cuando la ansiedad se hacía presente, solamente recuerdo decirle a mi mamá “tengo muchas ganas de llorar, mami, no sé por qué, sólo quiero llorar”; ella me abrazaba con fuerza y me dejaba llorar el tiempo que lo necesitara. No fue hasta veinte años más tarde que comencé a entender qué era esa ola indomable de emociones que regularmente me dominaba y arrasaba con lo mejor de mí.

Gracias a la guía y certero diagnóstico de mi psicóloga, pude ponerle nombre a dicha marea: “ansiedad crónica”. Esto quiere decir que mi ansiedad va más allá de la ansiedad regular, que todas y todos sentimos de vez en cuando. La mía es exponencial y, si no está bajo control, se desata inesperadamente. En mi caso, han sido las nuevas rutinas o hábitos que he desarrollado lo que me permiten mantenerla a raya, el ejercitarme, comer balanceado, meditar, no beber tanto café… Estas son sólo algunas de las actividades que evitan que ella tome el control de nuevo, sin embargo, la herramienta principal que me trajo hasta aquí ha sido el diálogo interno, el cual en ocasiones aún es difícil de entablar, pero una vez que lo logro la ansiedad pasa completamente a segundo término.

Es precisamente durante estos diálogos conmigo misma que logro discernir el origen de la ansiedad; una vez identificado esto puedo pasar a un proceso de razonamiento para determinar si son pensamientos intrusivos o si en verdad hay una “amenaza” externa de la cual me debo proteger; por último, me permito sentir la emoción que ese día ella haya seleccionado (tristeza, enojo, frustración, dolor), le permito salir de una forma sana (escribir, bailar, llorar, hablar) y una vez que pasa, sigo mi día como si nada. Sin ataques de ansiedad, sin cambios repentinos de humor.

Es muy importante que quien padece de este trastorno aprenda a gestionar su ansiedad, primero haciendo un “alto” para percibir las emociones más recurrentes que lo provocan, tener un “respiro” y darse un tiempo de descanso para tener un diálogo interno y discernir el origen de la ansiedad o estrés, e inmediatamente “observar” del 1 al 10 en qué nivel está esa ansiedad. Esto ayudará a prevenir un agotamiento emocional y mental y evitará estar sumergido en la sensación que ello produce. Crear hábitos de felicidad a través del autocuidado emocional (hacer ejercicio, meditación, escuchar música, etc.).

Hubo un punto en el que llegué a creer que mi ansiedad y yo éramos una misma, que yo no podía ser yo sin ella, o más bien, que síntomas ocasionados por ella (irritabilidad, miedo, impulsividad, etc.) eran parte de mi personalidad. Sin embargo, mi psicóloga me ayudó a entender que tampoco era sano verla de esa forma, y ahora comprendo, gracias a la labor de mi terapeuta y mi compromiso hacia mí misma, que mi ansiedad no me controla, yo la manejo a ella.

En esta ocasión querido lector, de una persona ansiosa a otra, le invito a compartir conmigo qué técnicas o tratamiento utiliza usted para sobrellevar su ansiedad, y si no ha acudido a un apoyo terapéutico le invito a que lo haga. Es importante fomentar la cultura de acudir al psicólogo para aprender a gestionar nuestras emociones de manera más sana y crear hábitos de felicidad.

TEXTO CON APORTES DE LA PSICÓLOGA TERESITA BARANDA
TWITTER: @BARANDATERE
TWITTER: @LAPAMGRANADOS
AQUÍ PUEDES VER TODAS LAS ENTREGAS DE «DE SALUD MENTAL Y MÁS», LA COLUMNA DE PAMELA GRANADOS: https://lalupa.mx/category/pamela-granados-de-salud-mental-y-mas/
(Visited 131 times, 1 visits today)
Last modified: 12 septiembre, 2021
Cerrar