Una clara síntesis del estado que guarda la administración pública federal a cargo del presidente Andrés Manuel López Obrador, después de tres años de gobierno, puede resumirse de manera sencilla: no ha resuelto ninguno de los grandes problemas que ofreció solucionar. Incluso él mismo se fijó plazos y montos, ¡no ha cumplido!
Se comprometió a resolver el problema de la delincuencia y no lo ha hecho. Más de 93 mil homicidios en tres años de gobierno, superando a todos sus antecesores. Creció la violencia de forma inimaginable, teniendo a todas las fuerzas armadas para el combate, más la Guardia Nacional. ¡Un fracaso en materia de seguridad! Tal vez se deba a la colusión entre delincuentes y autoridades federales.
López Obrador se comprometió a superar y mejorar el índice del PIB, descalificando los bajos porcentajes de los gobiernos que llama neoliberales. No lo hizo. El primero año bajó del 0%; el segundo año casi alcanza el 19% bajo 0. Y lo que va del año 2021 su gobierno no ha logrado infundir confianza para recuperar el crecimiento económico. ¡Ha empobrecido a más de 5 millones de mexicanos! Se perdieron más de 10 millones de empleos informales y formales.
López se comprometió y presumió llegar a tener un sistema de salud como el de Dinamarca o como los mejores del mundo. ¡Tampoco ha cumplido! Desmanteló el sistema de salud, lo corrompió. Ahora no hay medicinas, médicos suficientes, enfermeras, despidió a miles de empleados, hecho que aseguró el secretario del sindicato de salud. Destruyó el sistema denominado Seguro Popular para suplirlo por el Insabi, institución en manos de un lego en la materia, que no puede comprar medicinas ni acudiendo a la ONU, supuestamente para terminar con la corrupción; tres años sin adquirir medicamentos oncológicos para niñas y niños con cáncer, hecho que ha generado miles de muertes. Mientras el presidente miente y miente, sin sensibilidad alguna, sin empatía con los mexicanos que sufren.
Ofreció acabar con el robo de combustible a Pemex. Lo único que logró fue dejar a millones de mexicanos sin combustible para que los mafiosos dejaran de robar. Los perjudicados: la industria, los transportistas y los millones de consumidores que de pronto se quedaron sin combustible. Ordenó la compra de “pipas” para el transporte del combustible, “pipas” que terminaron por desaparecer. El colmo, se disparó el robo del gas a más del 50%. Pero el mitómano del presidente aseguró que había bajado 95% el robo de combustible, ¡inconcebible! En mayo del año pasado Pemex reportaba un incremento del 122% en las tomas clandestinas (Infobae).
AMLO prometió la creación de 2 millones de empleos cada año, por lo tanto, a septiembre de 2021 habría un aumento de más de 4 millones de empleos. Sin embargo, para mayo pasado no se habían recuperado 543 mil empleos perdidos; claro, sin incremento alguno en los empleos en la misma proporción. Otra mentira más del presidente. ¿Sería por eso aquella canción a la que aludió en una de sus mañaneras, cuando dijo que “los caminos de la vida no son como yo pensaba”? Ahora le sobran pretextos al presidente para justificar y pretender ocultar su manifiesta incapacidad para gobernar.
López ofreció que las represiones policiales habían desaparecido; ordenó la desintegración del cuerpo de granaderos en la capital de la república, según él, para demostrar que esas corporaciones represivas dejaban de existir, ¡oh sorpresa!, en la semana de su tercer informe los policías a su mando arremetieron en contra de varios manifestantes, entre quienes se encontraba Lía Limón, alcaldesa electa, a quien le fracturaron la nariz, todo por intentar estar presente en la Cámara de Diputados de la capital. Las “disculpas” de la gobernadora Claudia Sheinbaum, y de sus secretarios de Gobierno y de Seguridad, no se hicieron esperar. ¿Y la disculpa de AMLO?
No perdamos de vista que constitucionalmente sobre esa fuerza policial, por radicar en la capital de la república, asiento de los Poderes Públicos de la Federación, el presidente tiene el mando.
López es capaz de ordenar que nadie se meta en el acto delictivo que causó la muerte de 26 personas y un centenar de heridos, con la caída de los vagones del Metro, todo para ocultar y proteger a los criminales; pero no tiene la dignidad de alzar la voz para inconformarse por la represión policía que, aseguró, había terminado en su gobierno, ¡otra promesa incumplida! Fin de la síntesis del tercer informe de gobierno de AMLO.
