Autoría de 10:49 pm Hay Festival

Imposible saber cuánto más duraremos en la Tierra antes de destruirla: Svetlana Alexiévich

NOTA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX

Querétaro, Qro., 3 de septiembre de 2021.- La experiencia de aislamiento y soledad que se vive en la época de Covid-19, nunca la olvidará la gente, no hay un final a la vista y es momento de una respuesta colectiva, de prácticas colectivas, porque es un problema global y todos ya pertenecemos a un partido: el partido de la vida, señaló la escritora Svetlana Alexiévich en conversación con la periodista Mariana Katzarova, durante el Hay Festival Querétaro 2021.

La ganadora del premio Nobel señaló que todas las viejas divisiones e ideas sobre la vida, “odiar a alguien porque su nariz tiene una forma diferente, piensa de forma diferente, esto al menos es ilógico, porque todos nosotros ya pertenecemos a un partido, el partido de la vida, que se ha dado cuenta del precio de la vida y ha comprendido que sólo podemos salvarnos amando la vida o al otro partido de la no vida cautivo de las viejas ideas, el dinero es importante, el territorio es importante, algunas ideas, por lo que a mí respecta, ahora sólo puede haber una idea, el respeto a la vida, el amor a la vida”.

Alexiévich señaló que hoy lo que se escucha en la calle es el murmullo del tiempo y todos buscan la palabra cambio, porque “parece que todo estamos inmersos en un grado de tensión, hemos oído de la tercera guerra mundial, los desafíos de la democracia, eso escucho de la gente. El mundo está probablemente buscando un nuevo significado, una especie de nueva comprensión, de nueva filosofía, eso es lo que estoy tratando de escudriñar en este momento”.

“Esta experiencia de aislamiento y soledad nunca la olvidará la gente. A menudo oigo a la gente que ya no quiere volver a la oficina, quiere quedarse en casa, rodeada de su familia y de alguna manera estar consigo misma, eso era inimaginable hasta hace dos años. Ninguno de nosotros, por ejemplo, podría haber imaginado al mundo en una pandemia de esta magnitud hace dos años. En la segunda guerra podías ir a Austria y sobrevivir, incluso cuando sucedió Chernóbil podías ir a Canadá, esta pandemia es global, está en todas partes, necesitamos un nuevo conocimiento, una nueva comprensión”, afirmó la escritora.

Las imágenes de los daños del Covid-19, comparó, parecen el inicio de una nueva Edad Media, pero eso se compara a cuando encendió su televisión después de Chernóbil y entonces se preguntó qué significado tenían las palabras cerca y lejos, si las nubes de Chernóbil llegaron en 4 días a África y la nueva realidad implica que debemos adaptarnos.

Al reflexionar sobre la presencia de la maldad entre la humanidad, ante la pregunta de Katzarova, respecto a ¿Por qué la gente se convierte en verdugo y el mal se vuelve más atractivo en la vida real?, la escritora consideró que el mal es fascinante, más atractivo “y uno puede caer en él sin darse cuenta” y hay prácticas que parecían de la historia pasada, pero no es así, porque ante la inconformidad, enseguida se pone en marcha toda una maquinaria que genera miedo, así que “es un misterio por qué esta cadena de maldad, por qué no termina este círculo maldito”.

Alexiévich resaltó que por eso en sus escritos recoge el espíritu humano, para dar esperanza y valor para vivir, porque de otro modo, el mal corrompe al ser humano y en todas las épocas ocurre lo mismo: una parte de la gente se pone del lado del bien y otra es consumida por las tinieblas, aunque también hay una zona gris para quienes no deciden qué lado elegir.

Incluso, dijo, hay personas que se creen puras, dulces y hermosas y de repente se descubren a sí mismas que dan miedo, que están lejos de ser buenas, que pueden mentir y traicionar, porque un ser humano tiene todo eso en su interior y por eso hay que buscar la humanidad en cada persona, fortalecer ese humano dentro de él, poner en el centro de todo al individuo y encontrar nuevas formas de resistencia.

Agregó también que la vida humana no puede ser una medida de nada, porque “ciertamente vivimos en un mundo de hombres, una idea masculina de todo y sobre todo de la guerra” y las mujeres tienen una visión diferente, un color diferente, “porque las mujeres son dadoras de vida, no pueden renunciar a ella por conquistar tan poco terreno. Solían decir: las mujeres darán a luz a muchos más. Nunca he escuchado algo así de la boca de una mujer. Recuerdo a una mujer médico que me contó que después de un combate tuvo que recorrer para ver si alguien estaba vivo, porque a los hombres no les importaba, los metían en camiones. Esa mujer se detuvo a observar el sufrimiento del trigo, de los hombres, de los animales, se detuvo y fue doloroso. Esa es la plena perspectiva de la mujer”.

El tema de los viajes especiales generó una diferencia entre Alexiévich y Katzarova, cuando esta última cuestionó la moda de los millonarios de viajar a Marte y malgastar el dinero cuando tenemos problemas como el hambre, los refugiados y el cambio climático, pero la escritora consideró que estos multimillonarios “están invirtiendo en el futuro, Putin en cambio está invirtiendo en el pasado, en algo que ya no parece tener futuro, estos misiles, estas armas, ese metal que mata a los humanos, viajar a Marte es una inversión en el futuro, no sabemos cuánto más podemos durar en la tierra antes de destruirla. Volar a Marte es invertir en el futuro”.

Casi al final de la conversación, Svetlana Alexiévich abundó que ahora se entiende más a las personas que no quieren disparar y se comprende que “la naturaleza se ha rebelado y quedamos muy pequeños en comparación con ella”. Sin embargo, subrayó que “sé mucho sobre los seres humanos, los temibles que pueden ser y lo fantásticos que pueden ser. Probablemente el amor (me impulsa), no he perdido la fe en los seres humanos, no he perdido la fe en el mundo”.

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Last modified: 8 octubre, 2021
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