ENTREVISTA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
Con el fin de atraer a nuevos lectores de cuentos y animar a escritores que todavía no se deciden a mostrar su talento, el joven escritor Braulio Guerra Mendoza impartió este viernes 3 de septiembre un taller en el marco del Hay Festival Querétaro 2021. ¿El tema central?: el oficio de escribir este género y la responsabilidad de los lectores de identificar las buenas historias.
El ganador del segundo concurso estatal de Literatura Juvenil de Querétaro 2020, destacó en entrevista que su presentación con el taller de cuentos atendió a su propio interés de promover este género, porque hay una gran diferencia entre contar una historia, escribirla y leerla.
En el taller Braulio abordó la diferencia entre contar una buena historia o una gran anécdota, que entrar a la narrativa de escribir un cuento, porque son lenguajes diferentes, pero una historia bien contada se vuelve un arte y las personas pueden aprender a darle una voz literaria a sus historias.
Es precisamente el lector, señaló, quien elige cuál es un buen cuento, a pesar de que hay características mínimas de calidad que deben existir, pero depende del lector dictaminar si le gustó o no un cuento, o si le agradó una historia o no, como sucede con una película o con una canción.
“Si nos ponemos técnicos o académicos para definir qué es un buen cuento, hay que ver la forma en que se trata la idea, cómo está escrito, los recursos literarios que se utilizan, la prosa, cómo avanza la historia, si es coherente o no, todas esas pequeñas características, pero mientras alguien se convierte en un mejor lector, más agarra callo para identificar un buen cuento”, dijo el escritor.
Por eso, siempre le recomienda a la gente leer críticamente, bajo sus propios parámetros, sin escuchar a más personas, porque se vale decir “no me gustó o sí me gustó, siempre que exista un por qué, hay que invitar a la gente a hacer un análisis de por qué les gusta lo que leyeron, a lo mejor es porque pasaron dos horas de que empezó a leer y ni siquiera se dio cuenta o no le gustó porque fue predecible, o porque fue incongruente o sí, porque se identificó con el personaje”.
A quienes sueñan con escribir, les recomendó tener disciplina, porque “escribir no se aprende en un día, se aprende en años y años y años y quizás nunca se llegue a escribir bien. Aquel que quiere escribir primero tiene que quitarse el miedo, saber escuchar la crítica, porque esa retroalimentación y esa confrontación con la realidad de los lectores, es lo que forma a un buen escritor”.
