Autoría de 2:28 pm #Opinión, Rodrigo Montera - Poema de Gol

El futbolista que fuimos – Rodrigo Montera

Imagine que escribe su nombre en el buscador de YouTube y que después agrega la frase “mejores jugadas”.

Imagine que pulsa enter. Irresistible no hacerlo, ¿cierto?

A continuación hay una columna de videos en los que aparece su nombre acompañado del epítome que se ha ganado con su desempeño en los campos de juego: “el capitán”, “el mago”, “la muralla”.

Pasa el cursor por encima de las miniaturas y se suceden imágenes de usted con los uniformes que ha utilizado a lo largo de su carrera, desde su debut futbolístico hasta los colores que defiende en la actualidad; en algunas de esas imágenes, admitámoslo, usted se ve más joven, en otras lleva un corte de cabello más o menos favorable, en una aparece con aquel vendaje en el tobillo culpa de una lesión que le fastidió dos temporadas y, quizá, una semifinal en la que se quedó en la banca.

Trata de hacerse una idea de cuál de todos esos videos es el de más calidad, cuál le garantizará ese momento de tan exquisito ocio. Da click en uno que tiene una duración aceptable y que tampoco es injusta con los años que usted ha practicado este hermoso deporte. Disfrútelo, a continuación diez minutos de su carrera futbolística.

Se abre una nueva ventana con un recuadro en negro pegado a la izquierda, usted agranda la pantalla o elige el modo cine. Un círculo indica que el video se está cargando, tras unos segundos el círculo desaparece: la función está a punto de comenzar.

Se escucha una música épica que acompaña la aparición del nombre del editor del video, a quien hay que darle el mérito por haber antologado estas jugadas maestras. La pantalla se oscurece y la primera imagen futbolística es de usted con el rostro serio, como si estuviera a punto de cobrar un penal, le siguen imágenes de cuando le han cometido una falta, cuando le reclamó a un árbitro o cuando animó a sus compañeros tras una anotación del equipo contrario.

Luego, una vez más, la pantalla se oscurece, baja el volumen de la música y, ¡acción!

El primer video es de usted haciendo un regate hacia afuera y superando a un rival en una carrera pegada a la banda; un regate más, esta vez acompañado de un caño, ¡olé!, se le acerca otro rival y usted lanza un pase filtrado, un compañero suyo remata, ¡gol!; siguiente jugada, está delante del portero, hace finta de que va a ir hacia la derecha, el portero se vence en la salida, usted con la pierna menos hábil dispara, ¡y el balón pasa por un costado de la puerta! Pero no se preocupe ahora viene la compilación de sus goles, los hay de todos los tipos: con la cabeza, con el vientre o la rodilla, con un regate previo; disparos fuera del área, taconazos o definiciones exquisitas; e incluso está ese penalti que anotó en aquel partido decisivo: usted mira fijamente el balón, luego dirige la vista a la portería, el guardameta le hace señas para distraerlo, salta, lo injuria, usted vuelve a dirigir la vista al esférico, avanza, acelera, llega hasta el balón, dispara, el portero se lanza a su derecha y cierra los ojos al ver que el balón ha ido en la dirección opuesta, las redes se sacuden y sus compañeros de equipo corren para celebrar con usted. Luego de los goles vienen sus jugadas defensivas, por ejemplo, aquella barrida pegada a la línea de meta luego de que usted realizara un sprint de sabrá dios cuántos metros; el célebre enfrentamiento con el gran driblador del equipo contrario, él lo encara con un par de bicicletas y usted en el momento exacto mete la pierna con fuerza y bloquea con pulcritud el avance, el atacante pierde el equilibrio y cae (y con él su charlatanería) y usted, con la cabeza bien alzada, da inicio a un armonioso contragolpe.

Y ahora una nueva pantalla oscura, se acerca el final: y el video, no podría ser de otra forma, termina con “El Gol”, la mejor anotación de su carrera, esa en la que su técnica fue superlativa, en la que cada movimiento fue imparable para los defensas, ilusionante para sus compañeros, inolvidable para la tribuna, ¡el mundo entero contempló esa ejecución! Y cuando el balón cruzó la línea de gol usted se sintió más futbolista que nunca, usted, con esa jugada, hizo que el futbol fuera más hermoso. ¿Lo recuerda? ¡Cómo olvidarlo!

Pero si acaso tuviera una laguna, no se preocupe, ahí estará ese video de la imaginación para recordárselo, para honrar a ese futbolista que todos y todas fuimos, porque todos somos incomparablemente dichosos al recordar aquellas jugadas que nos engrandecieron y nos hicieron disfrutar más de la vida que, muchas veces para nosotros futbolistas, se enmarca dentro de un terreno de juego.

Y es por todo esto que en esta tarde, donde quizá le aquejan otras obligaciones o premuras, usted se desmarca de ellas y no duda, en cuanto termina el video que seleccionó, en ver el siguiente video con sus mejores jugadas, y aunque muchas de ellas se repitan de la recopilación anterior, no importa, disfrútelo.

Disfrute usted, siempre que pueda, del futbolista que fue y que sigue siendo, porque todos conservamos en el corazón y en el armario, además de unas camisetas con nuestro número y nuestro nombre, nuestras mejores y más logradas jugadas, esas que nos garantizan que no importa lo que pase, siempre seremos futbolistas.

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Last modified: 22 octubre, 2021
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