Coyotes de Querétaro: jugar futbol después de una amputación

ENTREVISTA: ENRIQUE CALDERÓN/LALUPA.MX

FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX

¿Los sueños, las aspiraciones, pueden continuar después de un accidente que te deja sin una de tus extremidades? Sí, sí, es posible, dice a lalupa.mx Rodrigo Campos Sánchez, futbolista profesional, quien luego de un terrible accidente en la carretera San Juan del Río- Querétaro salvó la vida, mas no una de sus piernas.

“Para mí fue muy difícil superar esta situación. Me encanta el futbol, desde pequeño lo jugué y logré llegar a los Estudiantes de Querétaro de la tercera división, yo quería llegar a la primera división, pero tuve ese accidente y creí que todo habia terminado para mí. Sin embargo, gracias al apoyo de mis padres, de mi esposa y de mis hijos he logrado superar esta tragedia y poder ver que la vida sigue”.

Cuando se dio cuenta de que la vida le había dado otra oportunidad, y que no tenía por qué olvidarse de su pasión por jugar futbol, Rodrigo decidió fundar, hace casi 10 años, el equipo de los Coyotes de Querétaro, integrado tanto por jugadores que han sufrido amputaciones como por jóvenes que además de carecer de una o más extremidades, estaban en situación de calle, y con adicciones a las drogas y al alcohol.

“Me prestaron un campo y ahí comenzó esta gran aventura que a la fecha nos ha dado numerosos campeonatos y trofeos, y, lo mejor, la gran satisfacción de hacer lo que más me gusta, jugar futbol, apoyar a jóvenes que como yo sufrieron una amputación y además integrar a nuestras familias, pues todos los partidos siempre van a echarnos porras y hacer una gran convivencia.”

Sin embargo, no todo ha sido fácil para Rodrigo y sus Coyotes, pues las autoridades deportivas no los han apoyado. No obstante, el equipo se ha logrado mantener gracias a las rifas, a las kermeses, y uno que otro apoyo de algunos comerciantes. Al respecto, Rodrigo enfatiza que jugar futbol de amputados no es nada barato, pues hay que tener recursos para pagar muletas, uniformes, balones, cancha, arbitraje, transporte.

“Simplemente las gomas de las muletas las tenemos que cambiar cada quince días por el desgaste. Aparte, muchos de nosotros tenemos prótesis que son muy caras, y que si no las renovamos nos producen problemas de cadera, hombro y cuello”, subraya.

Los Coyotes de Querétaro pertenecen a la Asociación Mexicana de Futbolistas Amputados, a la vez son reconocidos por la FIFA y la Federación Mexicana de Futbol, pero sólo en calidad de equipos invitados, sin ningún beneficio económico.

“Da mucha tristeza, comenta Rodrigo que hoy en día seamos discriminados en ese aspecto. Para la FIFA y la FMF el futbol para amputados no existe, no sirve para sus intereses comerciales. Pero no nos rendimos, ahora estamos luchando para que sea reconocido y se incluya en los Juegos paraolímpicos”.

Como futbolista amateur, Rodrigo formó parte del Club Libertad de Hércules durante 10 años y como profesional en el club Estudiantes de Querétaro de la tercera división, y después del trágico accidente automovilístico también practicó el voleibol sentado con la selección de Querétaro en donde fue campeón nacional. En 2013 fundó los Coyotes de Querétaro, donde participa como jugador.

No es casualidad, por ello, que Rodrigo haya formado parte de la selección nacional de futbol de amputados y haya representado a México en la Copa América en Brasil donde obtuvo el segundo lugar. Campos también participó en los juegos parapanamericanos en Toronto, Canadá en voleibol sentado. Y en el mundial de futbol realizado en Guadalajara, donde logró el cuarto lugar como auxiliar técnico, torneos que no han tenido mucha difusión, si acaso pequeñas notas en algunos medios.

Estimado lector: si deseas apoyar al futbol de amputados, y en especial a los Coyotes de Querétaro, puedes hacer tus aportaciones a la cuenta de Rodrigo Campos Sánchez: 1574440798 CLABE 012180015744407985. BBVA. Cualquier monto será bienvenido, pues estos recursos serán utilizados para la compra de muletas, uniformes, medicinas, transporte y apoyo a los jóvenes que estudian.

José Antonio Gurrea C.