REDACCIÓN/LALUPA.MX
14 de noviembre de 2021.- Este sábado, el diario The New York Times publicó una investigación sobre ataques aéreos contra el Estado Islámico que durante 2019 provocaron la muerte de 64 mujeres y niños en Siria, los cuales fueron ocultados hasta ahora.
Dichas acciones constituirían crímenes de guerra y se realizaron cerca de la ciudad de Baghuz. Los ataques fueron ordenados por una unidad clasificada de operaciones especiales estadounidense encargada de operaciones terrestres en Siria. El periódico informó que el Comando Central de Estados Unidos reconoció los ataques por primera vez esta semana y los consideró “justificados”.
Ayer, el Comando Central reiteró que 80 personas murieron en los ataques, incluidos 16 combatientes del Estado Islámico y cuatro civiles. El ejército expreso que no estaba claro si las otras 60 personas eran civiles, porque “las mujeres y los niños podrían haber sido combatientes”.
En la declaración del sábado, los militares afirmaron que los ataques fueron con “legítima defensa”, proporcionales y que “se tomaron las medidas adecuadas para descartar la presencia de civiles”.
“Aborrecemos la pérdida de vidas inocentes y tomamos todas las medidas posibles para prevenirlas. En este caso, informamos e investigamos el ataque de acuerdo con nuestra propia evidencia y asumimos la plena responsabilidad por la pérdida involuntaria de vidas”, dijo el Comando Central.
Comunicó también que los ataques tuvieron lugar mientras las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) estaban bajo fuego intenso y habían informado que el área estaba libre de civiles.
El inspector general del Departamento de Defensa lanzó una investigación sobre el incidente del 18 de marzo de 2019, pero su informe fue “despojado” de cualquier mención del bombardeo y nunca se llevó a cabo una investigación exhaustiva e independiente, según el Times.
El periódico dijo que su informe se basó en documentos confidenciales y descripciones de informes clasificados, así como entrevistas con personal directamente involucrado.
Un abogado de la Fuerza Aérea presente en el centro de operaciones en ese momento creía que los ataques eran posibles crímenes de guerra y luego alertó al inspector general del Departamento de Defensa y al Comité de Servicios Armados del Senado, pero no se tomó ninguna medida.
Con información de Aristegui Noticias