REDACCIÓN/LALUPA.MX
Ciudad de México, México, 16 de noviembre de 2021.- El gobierno federal confirmó que el desbordamiento del río Tula, el pasado 6 de septiembre, se debió a que el cuerpo de agua fue rebasado por emisiones de aguas negras enviadas desde el Valle de México.
Debido a este hecho, el Hospital de Tula del Instituto México del Seguro Social (IMSS) se inundó, por lo que se tuvo que mover a pacientes en estado crítico; unas horas después 14 de ellos murieron.
La administración federal también reconoció que otro factor de la inundación fue que no se hicieron las obras que Semarnat ordenó desde 2017, consistentes en ampliar la capacidad de carga del río previo a la entrada en operación del Túnel Emisor Oriente.
En un informe interno elaborado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se responsabilizó a grupos ambientalistas de haber impedido la obra, dio a conocer el medio Animal Político.
El mencionado reporte exculpa a funcionarios públicos y sostiene que la muerte de los 14 pacientes del hospital del IMSS de Tula a causa de la inundación se debió a “hechos inesperados, extraordinarios, inevitables e incontrolables”.
“Cabe precisar que la inundación registrada no se debió al efecto de la lluvia local, sino al escurrimiento de la Sierra de Guadalupe, el río Tlautla, la descarga de Requena y de los túneles emisores del Valle de México que confluyen al río Tula”, indica el informe.
El documento precisa que al río Tula llegó a un caudal de 500 metros cúbicos por segundo, cuando el afluente sólo tiene capacidad para dar cauce a 250 metros cúbicos por segundo. Según el informe, los túneles Emisor Oriente y Emisor Central contribuyeron con 150 metros cúbicos por segundo, mientras que el desfogue de la presa Requena aportó 100 metros cúbicos. La presa fue desfogada en el momento en que el río Tula recibía descargas de la Ciudad de México, lo que contraviene protocolos de operación oficiales.
“Desde 2009, el Atlas de Riesgo de Hidalgo considera a la ciudad de Tula de Allende en riesgo por inundación debido al desbordamiento del río Tula. En 2016, se intentó ampliar la capacidad de conducción de este río. Sin embargo, las obras no se realizaron debido a la oposición de grupos ambientalistas”, señala el informe.
Animal Político enfatiza en su reportaje que el informe se contradice al reconocer que las lluvias del 6 y 7 de septiembre en la región estaban previstas por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), pero sostiene que el desbordamiento del río resultó “inevitable”.
El documento revela que, tras el desbordamiento del río, hubo pacientes del IMSS que fallecieron pocas horas después de la inundación del hospital de Tula, pero no se acepta responsabilidad gubernamental por ello.
“La muerte de estas personas ocurrió a raíz de una concatenación de hechos inesperados, extraordinarios, inevitables e incontrolables para las instituciones y servidores públicos que atendieron los hechos”, concluye el reporte.
La Conagua dio a conocer que se formó un grupo de trabajo con autoridades de nueve municipios de Hidalgo para buscar soluciones al riesgo de inundaciones en la entidad y para efectuar acciones respecto al río Tula.
Con información de Animal Político