Autoría de 10:51 pm #Opinión, Josué Quino - Diálogos de Latón

Matrimonio igualitario: lo importante es haber logrado el derecho – Josué Quino

—¿Qué tienes, Hijo? Te veo como triste.

—Hola, abuelito. Es que, ve. Mis amigos heterosexuales se están burlando de que por qué se hizo tanto relajo para que se aceptaran los matrimonios entre personas del mismo sexo, si ¡nadie se ha casado en Querétaro!

—¿Y eso te enoja?

—No sé si me enoja. O me entristece.

—¡A mi me llena de alegría!

—¿Por qué? Ninguna pareja de hombres o de mujeres se ha casado después de que se reformara la Ley para que pudieran hacerlo.

—No. Y quizá nadie de la comunidad se llegue a casar. Con todas esas terribles historias de los matrimonios heterosexuales que conocemos, tendrían que estar locos. ¡O muy enamorados!

—Pero, y entonces, ¿qué sentido tuvo todo el trabajo que hicieron montones de activistas gays, personas heterosexuales y feministas aquí en Querétaro? ¿Y todo ese pleito con la iglesia y con los grupos conservadores a lo largo de tantos años?

—El sentido fue que quitaran las palabras “hombre” y “mujer” en la actas matrimoniales, y pusiera que: “… se establece un vínculo jurídico por la unión entre dos personas…”. Ese fue el sentido, hijo.

—Sigo sin entender, abuelito. ¿Estás feliz de que nadie se case después de que se logró el respeto a los Derechos Humanos, Constitucionales y Legales que tanto me decías?

—Estoy feliz, si, ¡y mucho!, de que la vida nos dio la razón frente a todas esas personas que se negaban a que esto ocurriera, simplemente por odio, por motivos moralistas inventados por ellos, o porque se dejaron manipular por algunos miembros de las iglesias, bien identificados.

—Por favor explícamelo, porque creo que no entiendo nada.

—Hijo, nadie puede quitarte ninguno de tus Derechos Constitucionales, Humanos o Legales, por el simple hecho de que a ellos no les gusta que los tengas.

—Eso lo entiendo.

—A ver, respóndeme: cada vez que hay elecciones en México, quiénes van a votar a las urnas ¿hombres o mujeres?

—Hombres y Mujeres, los dos.

—¿Sabes que hace apenas 68 años las mujeres pueden votar en México?

—¿Tú cuántos años tienes, abuelito?

—64.

—¿Entonces solamente cuatro años antes de que tú nacieras, las mujeres no podían votar? ¡Wow! Lo bueno es que ya con 18 años eres mayor de edad y puedes votar. Yo apenas fui este año por primera vez, aunque no ganaron por quienes yo voté.

—Si te dijera que hace menos de 100 años, las mujeres adquirían la mayoría de edad hasta los 30 años, mientras que los hombres la tenían a partir de los 18, ¿me creerías?

—¿Y por qué motivo?

—Por los mismitititititos motivos por los que no querían que las personas del mismo sexo nos pudiéramos casar.

—O sea ¡por puros pretextos!

—¡Así es! Mira, por ejemplo, en 2018, aquí en Querétaro, sólo votó el 57% de hombres, mientras que las mujeres votaron en un 67%. Y seguramente este año fue un porcentaje similar.

—La mujer siempre es más participativa.

—Es importante que veas como la mujer ha ido avanzando en su eterna lucha por la igualdad: Era mayor de edad hasta los 30, tenía prohibido votar, no podían lanzarse a ningún cargo político, tampoco podían tener la patria potestad de sus hijos, no podían ir a estudiar a las universidades, y así, poquito a poco han ido creciendo y logrando todo eso y más.

—Creo que ya estoy comenzando a entender lo que me quieres decir, abuelito: Así como las mujeres, solititas, han ido luchando hasta alcanzar sus objetivos, nosotras, nosotres y nosotros tenemos que continuar nuestra lucha, hasta alcanzar nuestros propios objetivos.

—Así es, hijo. Y no importa si no hay una sola pareja de hombres o de mujeres o de personas trans que no se quiera casar hoy, mañana, en un mes o en un año en Querétaro. Lo importante es que el día que quieran ¡ya pueden hacerlo! ¡De la misma manera que el resto del la ciudadanía!

—¡Claro! Hoy en Querétaro se casa quien quiere, ¡porque ese Derecho ya lo tenemos asegurado legalmente!

—Ahora ya sabes lo que tienes que responderle a todas esas personas que se quieran burlar del sector LGBT.

—Abuelito, ¿me invitas un elotito en la explanada de La Cruz?

¡Claro que si! Pero antes, quiero que te metas en el corazón que no debes permitir que nadie te desestabilice emocionalmente. Si tú estás convencido de que has hecho algo bien, y que no has dañado a nadie, quédate con esa seguridad y se feliz.

—Si, Abuelito. ¡Así lo haré!

—¡Vamos por tu elotito con chile!

—¡Pero del que no pica!

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Last modified: 20 noviembre, 2021
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