“Estoy y estuve en muchos ojos. Yo sólo soy memoria y la memoria que de mí se tenga.”
Elena Garro
Elena Garro fue una escritora importante dentro de la literatura de México, además de una excelente periodista. Sus obras y acciones, por ello, siguen trascendiendo en las mentes de sus lectores día con día.
Elena nació el 11 de diciembre de 1916 en la ciudad de Puebla. Su padre se llamaba Antonio Garro Melendreras y su madre Esperanza Navarro. Elena tuvo una infancia normal, sin embargo, cuando tenía 10 años se trasladó al estado de Guerrero debido a la Guerra Cristera en México.
En 1936, unos años después de que la guerra cristera terminó, Garro empezó sus estudios en Letras en la UNAM, y un año más tarde, contrajo matrimonio con Octavio Paz (escritor mexicano ganador del Premio Nobel de literatura de 1990).
Elena y Octavio viajaron a España, precisamente en los años 30 del siglo pasado, al segundo Congreso Internacional de escritores en defensa de la Cultura, así como a otros lugares de Europa. Estos viajes, permitieron a Garro escribir Memorias de España 1937, obra publicada 55 años más tarde.
En 1939 nace la hija del matrimonio Paz Garro, Helena Paz. Y 20 años más tarde, en 1959, Elena y Octavio se divorcian. Su vida matrimonial fue conflictiva y está marcada por numerosas relaciones que daban pie no sólo a chismes sino también a obras literarias en las que ellos y sus amantes aparecen como personajes.
En 1963 Elena ganó el Premio Xavier Villaurrutia gracias a su primera novela Los recuerdos del porvenir, novela que habla de la Guerra Cristera (1926-1929). Dentro de sus varios premios se encuentra el Premio Grijalbo 1981 por Testimonios sobre Mariana, y el Premio Sor Juana Inés de la Cruz 1996.
Elena se caracterizaba por su escritura mágica debido a su lenguaje poético para describir diferentes atmósferas, así como por su forma de narrar desigualdades sociales. De hecho, su obra se encuadra en el realismo mágico, aunque, como dato curioso, a Garro no le gustaba estar etiquetada por ese movimiento literario, pues la consideraba algo mercantil. Sin embargo, algunos críticos han mencionado que Los recuerdos del porvenir (1963) puede ser el inicio de este movimiento y no Cien Años de Soledad (1967) de Gabriel García Márquez.
Debido a la matanza de Tlatelolco de 1968, Elena Garro se exilia en Estados Unidos, España y Francia. En 1993 decide regresar a su país natal, y fallece en Cuernavaca por un cáncer de pulmón el 22 de agosto de 1998.
Claro que la vida de Garro va más allá de sus distinguidas obras y de su profesión como narradora, poeta, periodista y dramaturga, pues Elena nos regaló magia por explorar dentro de todas sus obras, por lo que ha sido reconocida como la mejor escritora mexicana junto con Sor Juana.
