A cinco años de la muerte del mandatario cubano Fidel Castro Ruz, el dirigente del Consejo Nacional de Energia, Petroquimica y Gas, Horacio Zárate Acevedo, recuerda el día que Cuba guardó silencio.
Zárate Acevedo, también cofundador del Sistema Nacional de Protección Civil, se encontraba en la isla caribeña en una misión empresarial cuando la noticia se propagó desde La Habana:
“Todo Cuba guardó silencio, los cubanos lloraban en la calle ante la noticia de la muerte de su líder, que marcó historia no sólo en Cuba sino en toda Latinoamérica y otras partes del mundo, como un ejemplo del levantamiento del pueblo contra el conservadurismo”, dice Zárate, quien recuerda que en esos momentos se escuchaban en el ambiente sirenas de las patrullas, ambulancias y cuerpos de seguridad que acompañaban y rodeaban el cortejo que tuvo una duración de 9 días”.
Largas y kilométricas filas con señales de duelo eran la viva exclamación del amor y del respeto que millones de cubanos tenían con el fallecido líder, mientras aguardaban turno para despedirse de él y juraban lealtad al régimen. “Me tocó vivir eso como empresario, viví en carne propia el cariño y afecto que le tenían al presidente de Cuba, hacían guardias de honor a la muerte del gran Fidel”.
Zárate, quien tuvo la oportunidad de estar ahí en ese momento histórico, dice que se trata de un acontecimiento que jamás olvidará. Al respecto, se define a sí mismo como un mexicano con suerte que no perdió la oportunidad de hacer guardia de honor y ser uno de los pocos mexicanos que estuvo en el momento y lugar correcto, para despedir a un gran revolucionario que trascendió a nivel mundial.
Aun recuerda, el “llegas, comes y te vas”, que de manera por demás infantil reveló la poca audacia e inteligencia del ex presidente de México Vicente Fox Quezada, quien se convirtió en la comidilla de todo el mundo.
El comandante Castro Ruz, destaca el empresario mexicano, amaba a México y a Veracruz por su gran similitud con La Habana y recuerda la hazaña del yate «Granma», a bordo del cual los revolucionarios, con Fidel al frente, zarparon del puerto veracruzano de Tuxpan, hacia la revolución.
Hoy, a cinco años de su partida, Horacio Zárate comparte esa gran historia vivida: “Todos los negocios, hoteles y restaurantes cerraron ese día. Hubo un gran paro nacional, y la gente se estremecía porque el hombre que habia marcado sus vidas durante décadas, Fidel Castro Ruz, habia fallecido.
Zárate puntualizó que con la muerte de Fidel, la política internacional perdió a uno de sus más valiosos actores de todos los tiempos.
