REDACCIÓN/LALUPA.MX
Querétaro, Qro., 26 de noviembre de 2021.- Al encabezar la primera entrega de resultados de la vacuna antiCovid Quivax 17.4, de la UAQ, la rectora Teresa García Gasca recalcó que el desmantelamiento que desde los 90 sufrió la infraestructura de laboratorios y centros de producción de vacunas, así como la falta de confianza por parte de las autoridades hacia la investigación hecha en el país, han incidido en el lento desarrollo de una vacuna auténticamente mexicana.
Por su parte, el líder del Laboratorio de Inmunología y Vacunas (Linvas) de la UAQ y principal investigador del proyecto, Juan Joel Mosqueda Gualito, señaló que la disponibilidad de vacunas en la República Mexicana depende de las ventas de las compañías trasnacionales.
Resaltó también la viabilidad de que México invierta en su propia vacuna, tomando en cuenta que –según cifras de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE)– se han invertido cerca de 802 millones de dólares tan sólo en adquirir 40 millones de dosis de la farmacéutica Pfizer.
Con respecto a la vacuna Quivax 17.4, el doctor Mosqueda Gualito indicó que se rediseñó la molécula de la vacuna original para que incluyera los péptidos (proteínas) de las cuatro variantes de preocupación: Alfa, Beta, Gama y Delta, además de la cepa original del virus de Wuhan.
La función de la Quivax, explicó el científico, es bloquear el acceso del virus a las células humanas para que no las pueda infectar. Además, se mezcla la proteína del virus con una sustancia conocida como “adyuvante” que incrementa la respuesta inmunológica, es decir, la producción de anticuerpos en los sujetos inoculados.
De acuerdo con las pruebas realizadas en cabras, ovejas y cerdos, durante la etapa de la fase preclínica de Quivax 17.4, la vacuna no produce ningún daño ni reacción; por el contrario, se detectó que los animales sí generaron altos niveles de anticuerpos, incluso en las mediciones hechas después de cinco meses de haber sido inoculados.
Entre los avances del proyecto, se establecieron convenios con instituciones y terceros autorizados para efectuar pruebas que requiere la Comisión Federal de Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris), en instituciones como Cinvestav, la Secretaría de la Defensa Nacional, el Laboratorio de Especialidades Inmunológicas y Unidad de Desarrollo e Investigación en Bioprocesos (Udibi) del IPN.
Actualmente, también se evalúan adyuvantes de uso humano para agregarlos a la molécula de la vacuna y se establece un Sistema de Gestión de Calidad (SGC) en el Laboratorio de Inmunología y Vacunas y en el Bioterio de la Facultad de Ciencias Naturales (FCN).
Los datos de los ensayos de la Quivax 17.4 rediseñada serán presentados a mediados del 2022 a Cofepris para su aprobación, con el fin de iniciar la fase clínica, es decir, las pruebas en humanos, apuntó el doctor Mosqueda.
La doctora García Gasca detalló que en la primera versión de la vacuna se invirtieron 3 millones 57 mil 876 pesos de recursos propios en materiales y reactivos (586 mil 549 pesos), equipamiento (2 millones 470 mil 244) y mil 83 pesos en servicios complementarios.
Adicionalmente, se recibió, con gestión de la SRE, 3 millones 333 mil 333 pesos por parte de la Amexcid, 895 mil 54 pesos de ellos se invirtieron en materiales y reactivos, un millón 298 mil 173 pesos en equipamiento, 136 mil 129 pesos en instalación y mantenimiento de equipo de laboratorio, 205 mil 396 en servicios complementarios, y se comprometió un recurso de 798 mil 579 pesos para más equipo de laboratorio necesario.
Para la segunda versión de la vacuna, la UAQ organizó el Vacunatón, el Ecovacunatón, así como eventos culturales y deportivos, en los que la sociedad, el gobierno estatal, empresas y algunos ayuntamientos aportaron un total de 8 millones 183 mil 279 pesos. De los cuales se han invertido un millón 613 mil 713 pesos en materiales y reactivos, 114 mil 820 pesos en instalación y mantenimiento de equipo de laboratorio, 292 mil 457 pesos en honorarios profesionales y 109 mil 603 pesos en servicios complementarios.
A esto se suman pagos en curso, para adecuaciones físicas y mobiliario del laboratorio de vacunas, con un costo aproximado de un millón 300 mil pesos, al igual que 50 mil pesos para efectuar las pruebas del adyuvante y un millón 400 mil pesos para las pruebas certificadas de inmunogenicidad y seguridad.
El secretario particular de Rectoría, Luis Alberto Fernández García, reiteró que todas las aportaciones entran a la Tesorería Universitaria y se aplican las reglas para recursos públicos, que incluyen auditorías, comprobantes y supervisión.
La doctora García Gasca dijo que para terminar las pruebas preclínicas se necesitarán aproximadamente 2 millones de pesos adicionales, ya que la empresa Neolpharma se hará cargo de los costos de las etapas I y II de la fase clínica.
La rectora también apuntó que para la tercera etapa de la fase clínica se necesitará forzosamente del apoyo de los gobiernos federal y estatal, pues los costos de estas pruebas pueden ubicarse entre 300 y 400 millones de pesos.
Así mismo, durante la conferencia de prensa, las autoridades universitarias destacaron el trabajo colaborativo entre diferentes instancias adentro de la UAQ, además de instituciones externas como el Tecnológico de Monterrey, el Cinvestav, la UNAM, BrunckLab, el Laboratorio de inmunología CIAB, Kansas State University, Sartorius, Detección Molecular y Asesoría Analítica, la Udibi, la CPA y el grupo farmacéutico Neolpharma.