ENTREVISTA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
Esto es mucho más que un viejo amor, es mi amor completo. Soy muy feliz, afirma Oswaldo Sagástegui, mientras observa la instalación de sus pinturas y esculturas en el Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro (MACQ). El hombre que como caricaturista ganó todos los premios posibles, el pintor que regresó al arte, expone por cuarta vez en esta ciudad y está lejos de pensar en el retiro, porque “voy a pintar hasta el día que me muera”, dice a lalupa.mx.
Dejó de pintar durante 20 años para dedicarse a la caricatura en periódicos como Excélsior en la época de Julio Scherer, y esta actividad lo llenó de reconocimientos, pero al retirarse, regresó al arte con naturalidad y con el mismo amor que antes, “con muchos ímpetus, con muchas ganas, a una edad en la que otros pintores dejan de crear o empiezan a declinar, yo estoy pintando mejor que nunca y ya tengo 85 años”.
Presume su buen pulso para diseñar cada obra y dedica tiempo a explicarla, a llamar la atención sobre los colores, sobre lo complicado que puede resultar usar tantos elementos; se declara barroco, disciplinado para trabajar en los lienzos. Sobre todo, sostiene, es una persona afortunada porque se pudo dar el lujo de destacar en sus dos pasiones.
“Esto es mucho más que un viejo amor, es mi amor completo, estoy agradecido con la vida por hacer lo que me gusta y hacerlo en cosas diferentes, porque no es normal que un pintor sea caricaturista, puede ser al revés, pero no un pintor caricaturista, muchos caricaturistas quieren ser pintores, pero no pueden, yo como periodista estuve 34 años, así que imagínate la maravilla de mi vida: al periodismo lo amo profundamente y esto es otra cosa, muy personal, soy muy feliz”, resalta.
Sagástegui subraya que las dos actividades se le dieron de forma natural, así que nunca tuvo la duda de qué sería de grande. “Yo sabía qué quería ser, hasta en ese aspecto fui bendecido. El arte completa la parte interna del ser humano y a donde voy, cualquier lugar, cualquier país, siempre salgo bien parado”.
El arte, para él, es como sentir hambre. “Tienes que comer, así es con esto, lo tengo que hacer y es un logro particular muy maravilloso, por eso esta cuarta exposición en Querétaro y creo que es de lo mejor que he hecho”.
Oswaldo Sagástegui recorre las dos salas del MACQ donde expone sus obras. “Parecen pintadas por dos personas distintas”. En una de las salas se advierte la amenaza sobre la humanidad: la fragilidad de la vida, los riesgos de no tener agua; en la otra, hay figuras geométricas, colores y esculturas complejas que parecen llenas de movimiento.
La pandemia le ayudó a ser productivo. Como no podía salir se dedicó a pintar y lo hizo con gran destreza, porque el pulso nunca le falló y consiguió que diferentes elementos convivieran en total armonía.
Con más de 500 obras, muchas expuestas en diferentes partes del mundo, Oswalso Sagástegui no piensa en el retiro. Por lo menos no pronto. Desde hace algunos años está dedicado completamente al arte y disfruta explicarlo, le gusta que la gente asista a ver su obra, porque “ya con que se vayan felices te sientes satisfecho y quieres regresar”.
“Yo lo intenté todo en la vida, menos cantar, nunca me he animado, tengo mal oído, hasta cuando toco el timbre de mi casa desentono, así soy de malo”, bromea el pintor.
La exposición de Oswaldo Sagástegui se inaugura el miércoles 8 de diciembre de 2021 y podrá ser visitada por el público en general, a partir del 9 de diciembre de este año y hasta el 20 de febrero de 2022, en la sala 1 y 2 del Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro, ubicado en la calle Manuel Acuña sin número, en el Centro Histórico de Querétaro.
WOW! Qué interesante! Muchas gracias por compartirnos la historia de un artista mexicano contemporáneo.