NOTA: JESÚS ARRIAGA/LALUPA.MX
“Aguantar vara”, trabajo precarizado con bajos salarios, sin seguridad social, acosadas, violentadas, así como censuradas y estigmatizadas desde el poder, fueron algunas de las denuncias hechas por mujeres periodistas de Querétaro, en la Mesa de Diálogo con motivo del Día de los Derechos Humanos, desde una Mirada Periodística, en la que participaron las comunicadores Patricia López Núñez, Claudia Ivonne Hernández y Malena Hernández. Organizada por la Defensoría de los Derechos Humanos de Querétaro (DDHQ), la mesa fue moderada por Roxana Ávalos, ombudsperson estatal.
López Núñez, reportera de lalupa.mx, señaló que “Aguantar vara” es la frase que ha escuchado de políticos, compañeros, reporteros, jefes de información y directores. También ha escuchado el “No desaparezcas”, en el sentido de no perder vigencia en los medios de comunicación.
“Recordaba la frase del eterno líder cetemista de Querétaro que decía que los periodistas defienden a todos, menos a ellos mismos. Él lo hacía bajo esta idea de crear un sindicato que se afiliara a la CTM, pero tenía algo de razón. Tenemos esta idea romántica del periodismo y tenemos esta casi carga de la defensa de los derechos humanos de los otros, de los demás, bajo esta idea de la responsabilidad social de nuestra profesión. Las hemos abrazado y a veces hasta nos ponemos en riesgo por defender esta idea de los derechos humanos”, abundó.
Asimismo, se espera que en el periodismo haga todo por amor al oficio y pensando en el bien común, cuando en otras profesiones se espera y se ve normal, que se genere una estabilidad económica y generación de bienestar personal.
“Contribuye a esa idea del periodista como un héroe local, sin más posibilidades de quejarse, y con estas ganas de trabajar mañana, tarde y noche, porque en esta profesión no hay horarios, no hay descanso, trabajas cuando otros están con sus familias”, indicó.
Destacó que ahora se vive en un ataque sistémico a los periodistas, pues los funcionarios saben que pueden quitar a un reportero “incómodo” de una fuente, o los directores de los medios saben que los pueden ofrecer como “sacrificio” para quedar bien con el poder.
Por otro lado, se tiene a una sociedad que se siente no escuchada y que a las primeras de cambio, en una manifestación o en redes sociales, gritan “prensa vendida”.
Narró que en una ocasión un candidato a la gubernatura se negaba a hablar con ella y cuando ese candidato ganó la elección y ocupó la gubernatura, uno de sus asistentes habló a su medio para pedir que no cubriera esa fuente. No fue despedida, pero se le dijo que no cubriera al gobierno del estado.
En el caso de las mujeres periodistas, escuchar el “aguantar vara” se normaliza y se tiene que soportar el sesgo de género que hace complicado ejercer el periodismo, pues además de lidiar para conseguirse un lugar en los medios de comunicación, tienen que sortear el machismo. “Visibilizar esa violencia de aguantar vara se debe de terminar”, precisó.
Persiste la misoginia
Por otro lado, la periodista Claudia Ivonne Hernández apuntó que hace 30 años a las mujeres les daban fuentes culturales, educativas, sociales, era complejo ganarse un lugar en la fuente política y la nota roja, fuentes reservadas para hombres, y las mujeres que lo lograban tenían que pasar por pruebas duras, porque tenían que convivir con hombres con niveles altos de misoginia. Hoy las cosas son distintas, pero sigue prevaleciendo ese fenómeno.
Asimismo, destacó que son pocas las mujeres que tienen la titularidad de noticiarios locales y nacionales. Además, el trabajo que hace una mujer en la redacción es el doble al que hacen los hombres. “Se nos carga la mano mucho más y seguimos siendo carne de cañón, incluso ganando menos que los varones por el mismo trabajo”.
La exdirectora de Radio, Televisión Querétaro (RTQ) recordó que de acuerdo a Comunicación e Información de la Mujer A.C (CIMAC), el 18.7% de las periodistas duplican labores fuera y dentro de redacciones. Hay trato diferenciado. Siguen siendo víctimas de acoso sexual no sólo en la redacción, sino también en las fuentes. Era “el pan de cada día” saber del acoso, diciendo que era normal, que así es el medio. Sobre la seguridad para las periodistas, indicó que los protocolos de protección deben de ser diferenciados, pues las violencias son diferentes. En Querétaro las violencias son muy sutiles. No son como en Guanajuato, Tamaulipas u otro estado del país.
En las redacciones las mujeres son “cositas” que deben vestir bien o tener porte. Son violencias sutiles que se normalizan desde el sistema, ni siquiera parecen violencias, destacó.
Del mismo modo, cambian de fuentes cuando llegan a ser incómodas, “en el peor de los casos te corren y te quedas sin empleo todo un sexenio o un trienio. Son presiones que se tienen desde los gobiernos, metiendo presión a través de la publicidad”.
Atacar a los medios, deporte nacional
A su vez, Malena Hernández, coordinadora de Información de Código Qro, destacó que durante la administración de Andrés Manuel López Obrador los ataques a la libertad de expresión y los medios de comunicación han aumentado. El “deporte nacional” es atacar a los medios de comunicación, siempre desde el poder, haciendo escarnio de los comunicadores críticos.
Incluso dio como ejemplos algunos casos personales donde fue perseguida por no estar de acuerdo con la línea editorial de los medios de comunicación donde laboraba.
Precisó que según la organización Artículo 19, en el primer semestre de 2021 hubo 362 agresiones contra la prensa vinculadas con su labor, una cada 12 horas.
Hasta ese periodo, 22 periodistas han sido asesinados tan solo durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. “La violencia contra la prensa es generalizada en el país y en prácticamente todos los estados se documentaron ataques contra los periodistas y medios”.
Las agresiones fueron desde intimidaciones y hostigamiento, amenazas, ataques físicos y uso ilegítimo del poder público, agresiones en mayor medida por coberturas sobre corrupción política, seguridad y justicia, derechos humanos, protestas o movimientos sociales, sector privado y sobre tierra y territorios.
Los principales agresores son los funcionarios públicos del ámbito municipal. Luego los estatales y federales. Además de las agresiones a través de medios digitales.
Por su parte, Enrique Irazoque Palazuelos, titular de la Unidad para la Defensa de los Derechos Humanos de la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración, de la Secretaría de Gobernación, apuntó que las mujeres periodistas ejercer una función dual, pues además de ejercer el periodismo, defienden los derechos humanos.
Asimismo, destacó que debe de detenerse la impunidad, principalmente en el caso de crímenes contra periodistas y personas defensoras de derechos humanos.
Puntualizó que durante el sexenio de López Obrador, 49 periodistas han perdido la vida, de diciembre de 2018 a la fecha, y 97 personas defensoras de derechos humanos han corrido la misma suerte. La mayoría de los casos en la impunidad, que llega al 80-90%.