Autoría de 12:03 pm #Opinión, Josué Quino - Diálogos de Latón

Deseos navideños – Josué Quino

—¡Qué padre te quedó tu arbolito, abuelito! ¿Cómo se te ocurrió hacerlo así?

—Desde hace años quería tener un arbolito reciclado, y esta planta de bambú seca, me dio esa idea. Alta, sin hojas, con muchas ramitas.

—Esas lucecitas blancas se le ven muy bien. No le hace falta nada.

—Si. Le hacen falta los regalos.

—¿Compraste regalos?

—No. Esos los vamos a hacer tú y yo. Juntos.

—Pero yo no tengo dinero.

—Dije “hacer” no “comprar”.

—Cuando estaba en el grupo de teatro de la prepa,  montamos Casa de muñecas de Ibsen, y me enseñaron a hacer regalitos con material reciclado y así los creamos para la obra.

—Para este año he estado pensado en otro tipo de “regalitos”…

—¿Cómo cuáles, abuelito?

—El secreto de los “regalitos” de este año, es que escribamos en cada uno de estos papelitos algo que deseamos, y cruzando la barrera del egoísmo, pidamos algo para nosotros y para lo otros.

  —¡Si! Esa idea me gusta.

—Vamos a escribirlos con esta pluma, para que no se borren.

—¿Hasta cuántos regalitos podemos pedir?

—Hasta… tres, ¿te parece bien?

—Sí, tres está bien.

—¿Cuántos te faltan?

—¡Ya! ¿Los vamos a leer?

— i, uno y uno. Tú comienzas. Recuerda que es algo para ti, y para todos.

—Ok. 1: Que este año que viene, quienes presentamos el examen de admisión a la universidad, lo aprobemos.

—Me va. Mi primer regalito es que el gobierno deje de poner pretextos y de echarle la culpa a los gobiernos anteriores, y que compre o, si es verdad que ya las compró, que reparta todas las medicinas para todas las personas, para que los viejitos que van al Seguro no los hagan dar vueltas y vueltas, durante semanas y meses, hasta que se cansan de ir y terminan comprando ellos mismos sus medicamentos.

—Pero los del gobierno dicen que ya compararon las medicinas y que ya las entregaron a los hospitales, pero que se las robaron.

—Entonces, ¡sólo en caso de que eso fuera cierto!, mi primer regalito sería que denunciaran a quienes se robaron las medicinas, que les metan a la cárcel y que regresen todos los medicamentos para que se entreguen a quienes les hagan falta.

—Ok. 2: Que por fin se nos presenten los extraterrestres de manera formal, y que nos ayuden a encontrar la cura para todas esas enfermedades que están acabando con la humanidad y que nos indiquen la manera de acabar con el calentamiento global, porque ellos son civilizaciones más adelantadas.

—¡Pero ese ya es otro regalito!

—No, porque está dentro del mismo regalito que le pusimos a los extraterrestres.

—Mi segundo regalito es para que todos esos jóvenes de la Comunidad LGBT que han caído en el abuso del cristal, tengan un momento de reflexión y que ingresen ellos solitos en algún centro de desintoxicación, para que les ayuden a salir adelante.

—¡Abuelito! Pero mis amigos dicen que no existen esos centros especializados. Por eso los chavos no quieren ingresar, porque aparte de que tienen que pagar un chorro de dinero, que no tienen, les tratan bien requete mal por el simple hecho de ser gays o trans.

—Entonces, adelantaré mi tercer regalito, a ver qué te parece, hijo: Que el próximo año haya un Centro de Atención especializado para la Comunidad LGBT de Querétaro, donde sean atendidos con cariño y dignidad, y que pronto se puedan reinsertar en la sociedad escolar, laboral y familiar.

—¿Puedo cambiar el último de mis regalitos?

—Sí, pero lo tendrás que volver a escribir.

—Lo voy escribiendo al mismo tiempo que te lo voy leyendo, ¿sale?

—A ver, ¿qué dice?

—Ok. 3: Que en 2022 exista una Casa Arcoíris,  para canalizar a todos esos chavos y chavas de la Comunidad LGBT han abusado de las drogas, y que tienen el deseo de salir adelante. Que tenga áreas especiales de atención psicológica para que les ayuden a no caer en adicciones, donde les expliquen a nuestras mamás y demás familiares que ser LGB o T no es algo malo, y que en ese mismo lugar nos den talleres informativos sobre sexo seguro y todas esas cosas de las que los gays no podemos hablar de manera abierta con nadie, porque luego luego nos quieren volver “normales”. Donde podamos reunirnos a tomar un café, a comer algo rico, mientras vemos una peli o comentamos un libro, o un poema que nos hayan enseñado a nosotros mismos a escribir. ¡O un cuento!

—En verdad me has dejado asombrado, hijo. Y muy contento, porque justo de eso se trata: de crecer en conjunto con las demás personas con quienes nos identificamos. Ahora vamos a doblar los papelitos, los encajamos en estos clips, los colgamos en el arbolito, ¡y esperamos la magia!

—¡Muy bien! Me encanta la idea.

—Hijo, antes de colgarlos, compárteme ¿qué decía tu último deseo antes de que lo cambiaras?

—Que las mamás, los papás, los abuelitos, abuelitas y todos los familiares de los adolescentes y jóvenes LGBT, no nos regañaran por ser como somos, que nos acepten y que nos quisieran, ni más ni menos que a los heterosexuales, sino de manera igual, que no olviden que todos somos una familia y que ¡el amor es lo más importante!

—¿Sabes qué, hijo? ¡También cuelga ese!

—¡Gracias, abuelito!

—¡Feliz Navidad, hijo!

— ¡Feliz Navidad, abuelito

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Last modified: 19 diciembre, 2021
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