Autoría de 12:44 pm #Destacada, #Opinión, Víctor Roura - Oficio bonito • 4 Comments

La Rebelión de los Desharrapados – Víctor Roura

Hace mucho tiempo, me cuenta don Segismundo Alcázar, existió un hombre que, cada Navidad, salía a las calles para regalar lo que pudiera a los menesterosos. “La última vez lo vi en el año de 1963 —dice—. Tú apenas eras un niño. Los ancianos lo han de recordar. Le decíamos el Santa de la Urbe. No sabría decirte dónde exactamente vivía porque, creo, nunca nadie lo supo, ni dónde trabajaba, ni cómo le hacía para recolectar tales obsequios. Pero no fallaba. Cada Navidad, después de mediodía, y hasta las doce de la noche en punto, no cesaba de caminar en busca del proletariado sin cabeza. Aquí y allá, iba y venía, arriba y abajo, por los laberintos de la gran ciudad. Cuando veía a un ciudadano olvidado de la sociedad lo detenía, le daba un abrazo y le ponía en las manos un suéter, o un abrigo, o una torta, o un chaleco. Lo que fuera. Sus regalos los cargaba en una especie de trineo que, supongo, él mismo se había fabricado en una suerte de costal ambulante. Los pobres le adoraban. A los niños les regalaba juguetes. Yo lo vi muchas veces. Saludaba a todo el mundo. Una vez, y esto lo recuerdo porque fue un caso muy sonado aunque silenciado en los medios, fue agredido por la policía por haber estacionado, en doble fila, su informal vehículo. Al negarse a trasladarlo a otro sitio, porque en ese momento el Santa de la Urbe había descubierto un hogar debajo de unas alcantarillas, los policías, en su incomprensible desesperación, lo tundieron a palos. Fue cuando surgió la, denominada así en su momento, Rebelión de los Desharrapados. Creo, incluso, que Enrique Krauze la menciona, de pasadita, en su libro La presidencia imperial en el capítulo dedicado a Adolfo López Mateos. Los pobres no soportaron mirar la paliza proporcionada a su benefactor. Intervinieron con gallardía. Los policías corrieron en busca de refuerzos. Al rato, los miserables eran rodeados por decenas de patrullas. Fue una batalla campal, que ganaron con bravura los indigentes. Nunca más se ha visto tal defensa del honor empobrecido. Por supuesto, el asunto no paró ahí. Como el Santa de la Urbe se desaparecía después de la Navidad, los vengativos policías arremetieron, dos días después de la Nochebuena, contra los mendigos y pordioseros. Era una caza sanguinaria. Ni el clamor popular detuvo tal ordalía. Parecía que el objetivo era sanear visualmente la Ciudad de México. La expulsión definitiva de los menesterosos. Pero, y nadie sabe decir con certeza qué fue lo que sucedió, al tercer día después de los hechos sangrientos, aconteció la magnífica Rebelión de los Desharrapados. Todos ellos, como en la novela de Víctor Hugo, se lanzaron al Zócalo capitalino para protestar por el maltrato y la desconsideración de las autoridades. La marcha, cuyo comienzo fue grandioso, pues los andrajosos y vagabundos salían de una alcantarilla de la colonia El Molinito de Aserrín, fue impresionante. Como brotando de las entrañas de la tierra, los desharrapados salían por cientos rumbo al Zócalo. Una escalofriante Corte de los Milagros mexicana. Tardaron en llegar unas cuatro horas. No llenaron la Plaza de la Constitución, pero ya merito. No hubo discursos. Sólo una presencia silenciosa. Y vaya que surtió efecto. Las reprimendas no volvieron a repetirse. Así como salieron de la nada (mejor dicho, de las entrañas de la tierra), se fueron desperdigando los pobres en la nada —en las mismísimas entrañas del Infierno. La televisión omitió en sus noticias este inhabitual mitin (como la ‘asamblea maloliente’ se refirió a ella un destacado periodista reaccionario de la época). Dicen, si bien no me lo creo, que la marcha fue encabezada por el Santa de la Urbe, pero no hay registros gráficos del hecho. También fue la última vez que alguien lo vio en vida. Jamás volvió a aparecer. Dicen los que saben de las políticas que fue desaparecido. Yo no lo sé. La cosa —finaliza don Segismundo Alcázar— es que nunca más se le volvió a ver en las Navidades siguientes”.  

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Last modified: 29 diciembre, 2021
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