Autoría de 9:22 am #Opinión, Arturo Maximiliano – Caleidoscopio

Biden, año uno – Arturo Maximiliano

Un año ha pasado desde la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos, precedido de un periodo de incertidumbre sobre los resultados electorales en uno de los conteos más lentos que se recuerden, así como de la teoría de la conspiración creada por el propio presidente en funciones Donald Trump, de que los resultados habían sido producto de un fraude electoral que jamás se pudo probar. Biden regresó la seriedad a la Casa Blanca, el profesionalismo, las formas y la diplomacia, pero los norteamericanos esperan aún más: el retorno de la bonanza económica, certidumbre y liderazgo mundial.

Estoy convencido que la era Trump fue una de las más lamentables en la vida democrática e institucional de los Estados Unidos, habiendo llegado como consecuencia de un sistema cada vez más cuestionado, en el que no siempre gana el que tiene más votos de los electores a lo largo de país, sino el que logra más delegados en el colegio electoral. Trump logró la victoria conforme a las reglas establecidas, pero los votantes dieron a su rival, Hillary Clinton, dos millones de votos más que al magnate inmobiliario, que tenía su primera incursión en la política. Pero su estilo de gobernar, de confrontarse y de auto adularse sin elementos lo llevó a una derrota cuatro años después en su intento por reelegirse, lo cual sólo había pasado en tres ocasiones en los últimos 91 años. Sería un experimentado político, Biden, quien sin una gran campaña, pero generando esperanza en un cambio a las formas de Trump, ganaría la presidencia de Estados Unidos.

La llegada de Biden al poder se dio en medio de una de las crisis más complejas en la historia del mundo contemporáneo, una pandemia que aún afecta al planeta entero. El nuevo gobierno demócrata generó la esperanza de que la aplicación masiva de la vacuna recientemente descubierta y autorizada, así como un plan de rescate económico para los comercios y los consumidores, podría detonar el despegue de la economía hacia el crecimiento de la producción, empleo y ventas.

Sin embargo, a pesar de acciones muy concretas de la nueva administración, el balance a un año de haber tomado el control del gobierno no es exactamente lo esperado por los estadounidenses, en medio de una especie de crisis, que puede ser tan momentánea como el sentimiento de incertidumbre de sus gobernados. Entre lo positivo que ha señalado el propio Biden a un año de su mandato es pasar de 2 millones de vacunados a 210 millones con esquema completo, 6.4 millones de empleos creados, salarios más altos; pero en lo negativo resalta sin duda la inflación, que parece estar dominando el sentimiento de los consumidores y los electores que han hecho que la popularidad del presidente baje a 43% de aprobación de los encuestados en promedio.

De poco han servido los programas de impulso a la economía o la reactivación del empleo ante la reducción del poder adquisitivo provocado por una inflación histórica de cerca de 7 por ciento, la más alta desde 1982, lo que ha impedido que se haya aprobado, hasta el día de hoy, un ambicioso paquete de gasto público de dos trillones de dólares.

La presión es fuerte para Biden, Kamala Harris y los demócratas, a 10 meses de las elecciones que podrían revertir la ligera mayoría que hoy tienen en ambas cámaras y pasar el control a los republicanos. “Es la economía, estúpido”, una frase de James Carville, asesor de Bill Clinton, que sigue imperando en la Unión Americana y el sentimiento de los electores.

Notario, maestro en políticas públicas y MBA

@amaximilianogp

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Last modified: 26 enero, 2022
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