ENTREVISTA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
Marily Torres ve al arte como la posibilidad de salir del dolor y honrar las emociones a partir de unos trazos, pero también como una ventana para mostrar parte de Tequisquiapan, su lugar natal, al resto del mundo, convencida de que su esfuerzo puede abrirle la puerta a otros queretanos.
María Lilia Torres Dorantes, “Marily Torres” como la llaman sus conocidos, pinta desde que tenía 6 años, cuando sus intereses se centraban en plasmar callejones coloridos, faros y figuras geométricas. Su pasión la ha llevado a exponer en Reino Unido, España y Bélgica, así como a impulsar a otros artistas.
Se considera pintora profesional desde los 28 años, cuando su trabajo empezó a hablar por ella y la gente empezó a comprar su arte. El primer cuadro que vendió fue una imagen de un rostro, que le dio mucho trabajo vender porque “era muy mío, emocionalmente fue difícil, el rostro fue de una amiga mía y el proceso fue tan lindo que no quería venderlo, lo terminé vendiendo a unos amigos míos”.
“La venta de un cuadro no sólo implica apreciar un trabajo, sino llevarse una parte tuya, tu sentir, por eso no quería deshacerse de él. No hay nada más satisfactorio que vivir de lo que nos gusta. El arte me ha traído emociones brutales, reconocimiento, poder analizar más allá de lo que hay, es extraordinario, son satisfacciones”, agrega.
Marily sostiene que el arte la lleva a analizar las emociones y a encontrar belleza en las partes más tortuosas de la vida, en la tristeza plena, pero eso es algo que pudo conocer con el tiempo.
¿Cómo vives el arte a partir de los momentos que nos deja la pandemia?
Desafortunadamente yo, como muchos, hemos perdido a seres amados y el poder salir de dolor me lo ha regalado el arte, a partir del dolor y de honrar a alguien que ya no está, eso antes no lo tenía, me quedaba muy clavada en el dolor y en la parte egoísta de “mi dolor es el que importa, porque extraño al que ya no está” y con el tiempo y el trabajo, la posibilidad de usar la pintura para expresarme, me he dado cuenta de que mis trazos han cambiado y en esos momentos de sumo dolor, se nota, así como se nota la alegría, la emoción.
Espero que encuentren un momento que hayan vivido similar al que yo vivía y se sientan conectados. Yo pinto lo que en un momento todos hemos sentido: tristeza, amor, desilusión, alegría, júbilo total y cuando lo identificas y lo vives plenamente se queda plasmado en tu vida.
Al final son sentimientos y están ahí, eso es lo que va desnudando la belleza de las almas, eso es lo que nos hace cuando haces click con un cuadro o una escultura, esa pieza es tuya, más que mía, porque sólo tú interpretas ese sentimiento y si algo que yo hago te lo revive o te recuerda cosas, eso es lo más maravilloso del arte, porque ahora hago algo de escultura y espero que genere conexión el artista con la persona.
¿Qué tipo de esculturas?
Estoy trabajando en piezas bajo encargo, pero estoy haciendo esculturas que son pintadas, intervenidas. Una serie de ojos encapsulados con resina y unos gallos que van a cera perdida y van en bronce. Los gallos siempre me han gustado, me gustan esos animales de poder porque en ellos encuentro algo que quiero reflejar o descubrir en mí: la fuerza, la nobleza, el poder, el dominio, la elegancia. Pude hacer una unión entre estos ojos pintados sobre madera de mezquite rescatada y encapsulados, para hacer una visión con algún animal de poder.
¿Sucede lo mismo con otros animales plasmados en tus pinturas, toros, caballos?
Con estos animales de poder como los gallos, los animales y los toros, totalmente, me encantan, son animales nobles, bellos, territoriales, pero todos tienen esta elegancia un poco como royalty, pero fuertes, me encanta eso de los animales y lo transmiten de una mera tan natural con sus movimientos y se mimetizan en el espacio donde estés, a veces ves un caballo pastando y caminan con pausa y elegancia, se voltean y son soberbios, fuertes y joviales. Ahora con el tiempo he tenido cambios, incluso el proceso de enamorarme de la pieza ha sido súper lindo, pero estos animales me gustan.
¿Tequisquiapan está muy presente en tu obra, incluso con estos animales?
Me encanta mi pueblo, se me hace un lugar lindo, chiquito, pintoresco, por eso digo: soy de Tequisquiapan, porque tiene una historia taurina importante, a mí me gustan los toros, disfruto de la fiesta brava, de apreciar al animal, en el campo en Tequis hay ganaderías y se respira en el ambiente. Disfruto muchísimo de un buen vino y Tequisquiapan es tierra de vino, sentirme en un entorno así y acompañar a mi familia me gusta, lo disfruto es algo que procuro, soy una persona muy familiar y eso es por mi historia, por cómo me criaron.
Las obras que expusiste en el extranjero también muestran un pedacito de ese municipio ¿Cómo las recibió la gente?
Fue súper interesante y cada exposición ha sido distinta y cada proceso ha sido emocionante, y a veces lo siento como una responsabilidad enorme, porque hay gente, por ejemplo en Reino Unido, que ni siquiera ubica en el mapa un municipio como Tequisquiapan, o a veces ni a Querétaro y presentarles una cara que es parte de mí, es encantador. Por eso disfruto cada una de las exposiciones. Abrí una exposición el 15 de septiembre en Reino Unido y terminó el día de muertos, en fechas que son súper importantes. Eso ha sido espectacular, exhibir con las embajadas, ha sido retador.
En Reino Unido la exposición fue Rosa Mexicano, llevé piezas creadas en la cuadra de Andy Cartagena que es un amigo rejoneador. Él me presentó a toda su cuadra y pinté paisajes de lugares de Querétaro. Entre los cuadros estaba un rancho que se encuentra entre Tequisquiapan y Ezequiel Montes, un atardecer, estaba una noche estrellada justamente ahí, la obra se llama la Noche en el Rancho, que fue la casa donde crecí en Tequisquiapan. Son obras muy significativas para mí, pues me recuerdan mucho mi historia.
Participas en actividades de impulso al arte, donde se dan consejos para mantenerse en esta profesión. ¿Cuál sería el mayor consejo para un artista que apenas empieza su camino?
Si te dicen no, no desistas, porque te dicen no ahorita, pero tal vez más adelante va a funcionar, no hay que desistir. Es una búsqueda de darte a conocer, que la gente vea tu trabajo y se conecte contigo, es un poco lo que he hecho. Se puede vivir del arte, siempre encuentras el camino, el arte te da la vida, así que encuentras la manera. Yo pensaba sacar 24 piezas en ocho meses, si fuera así, ni viviría del arte, pero estuve buscando otras maneras. Intervenciones, un taller del arte, el chiste es no desistir y no quedarte quieto y va saliendo, al final del día lo que menos preocupa es qué se vende, que es lo que desafortunadamente todo el tiempo estamos pensando en qué se venda y eso al final no importa.